— Anda, hazlo. — Brick llevaba como media hora dándole ánimos a su hermano menor mirada azulada, junto con Butch.
— ¿Y si ella me rechaza? — Preguntó Boomer, estaba muy inseguro de lo que planeaba hacer.
— No lo hará, ella te quiere, te lo ha dicho. — Dijo, esta vez, Butch, dando unos pequeños y suaves golpecitos en la espalda del menor.
— Pero no me ha dicho que me ama. — Temió Boomer. Eso era raro, él era el positivo de los tres, y ahora, era él, el que estaba de pesimista.
— Boomer, sin ofender, pero… Eres un imbécil. — Dijo Butch, tan directo como siempre. Un golpe por parte de Brick no se hizo esperar en el brazo del pelinegro.
— No es cierto… — Negó Brick, dudando de lo que estaba diciendo — Bueno, si es cierto. — Esta vez, Butch le pegó — ¡Oye! ¡Tú también lo dijiste!
— ¡Pero yo soy Butch! ¡Ya sabes como soy! — Se defendió el ojiverde, llamando la atención de los presentes en el parque donde se encontraban, y avergonzado a Boomer a su vez.
— ¡Si, un imbécil!
— ¡Silencio, remedo de Santa!
— ¡Brócoli andante!
Y así dieron inicio a una discusión.
Boomer agachó su cabeza, y se fue del lugar, en dirección a su casa.
Se consideraba un cobarde en esos momentos, sus hermanos no tuvieron problemas para decirle lo que sentían a Bombón y Bellota, pero claro, ellos eran más atrevidos que Boomer.
Era cierto que Burbuja muchas veces le había dicho que lo quería, pero, ¡Burbuja era Burbuja! ¡Y ella le decía "Te quiero" hasta a los villanos con quienes peleaban casi diario!
Todos los días, se atormentaba a sí mismo, pensado en si ella lo amaba o no. Él estaba casi seguro de qué si.
Pero no sabía…
Y por eso quería besarla.
Tomar su delicado rostro en sus manos, sintiendo lo suave que es, mirarla a sus preciosos ojos celestes, y… besarla.
Pero no sabía.
Quería saber.
Pero no sabía.
Desde que la conoció, todo había sido tan dulce para él, ella alegraba sus días con su adorables sonrisas, incluso podía decir que aveces trataba de acercarse más a él de lo debido.
Pero no sabía.
— ¿Boomer? — Esa voz, esa tierna y armoniosa voz. Boomer la reconocería donde fuera. Tenía grabado en su mente cada parte y mañas que tuviera aquella linda rubia que lo enamoró.
— ¡Hola, Burbuja! — Dijo Boomer, muy animado, allí estaba ella, tan hermosa como siempre.
— ¿Qué susurrabas hace rato? — Quiso saber ella, Boomer se maldijo mentalmente.
¿¡Qué pasaba si ella logró haber escuchado algo?!
No pasa nada, mantén la calma, mantén la calma… ¡MANTÉN LA MALDITA CALMA! ¡ESTOY CALMADO, MUY CALMADO! ¡TÚ NO ESTÁS CALMADO! Se repetía y se repetía Boomer en sus pensamientos.
— Amm… Yo… — Iba a responder cualquier estupidez que se le ocurriera, ¿Por qué tenía que ponerse tan nervioso cuando estaba con ella?
— ¡Cuidado! — Gritó alguien a lo lejos, una camioneta que contenía frutas, casi impacta con la espalda de Burbuja.
Casi…
— ¿B-Boomer?
Oh, shit.
Todo había pasado tan rápido, Boomer sólo quería proteger a la chica que amaba… y ahora la tenía acorralada contra el pavimento de la calle en que estaban.
¿En serio? ¿¡Qué no había nadie en esos momentos?!
Bueno… Literalmente no había nadie.
Boomer estaba sobre ella, con sus manos y rodillas en el suelo para no aplastarla, mirándola, y ella mirándolo, las mejillas de ambos estaban coloradas de un fuerte tono rojizo.
— L-Lo siento. — Se disculpó Boomer, completamente apenado.
— N-No importa. G-Gracias por s-salvarme. — Habló Burbuja, muy nerviosa por la cercanía de sus cuerpos y rostros. — Amm… B-Boomer… Yo… M-Me preguntaba s-si tú pod-drías quitar…
— Te amo.
El corazón de Burbuja se aceleró a un ritmo inhumano, esas palabras… Las había querido escuchar desde hace tanto.
Ella también lo amaba, y mucho, y se lo quería decir ahora mismo, pero de su boca sólo salió…
— ¿Te podrías quitar de encima, por favor? — Tonta. Se dijo a si misma.
— Si… Lo lamento. — Dijo Boomer, su voz sonaba apagada. Ayudó a Burbuja a levantarse, y la miró directamente.
Tenía tantas ganas de besarla.
Pero… Ella ya había dejado claro todo con su respuesta.
Aunque, Boomer aún tenía un poco de esperanza. Una muy pequeña pizca, pero estaba ahí, porque después de todo, las acciones son mejores que las palabras.
Y ahora la tenía frente a él, bien podía besarla, pero si ella lo negaba, todo acababa, y le dolería mucho.
Vamos, Boomer, sólo un beso. La mente del rubio era un lío de miles de vocecillas diciéndole que hacer. Ni siquiera podía pensar bien.
Un beso.
Un beso.
Todo se reducía a eso.
A su cabeza llegaron las palabras de sus hermanos.
"Deja de pensar y sólo hazlo, sigue lo que sientas mejor, o será muy tarde después" - Le había dicho Brick.
"No esperes el momento perfecto, toma el momento y hazlo perfecto" - Le había dicho Butch.
Tenían razón.
Boomer se acercó a Burbuja, enredó sus brazos en la pequeña cintura de esta, acariciando su rostro, tan suave como se veía…
Y la besó.
Burbuja abrió sus ojos por la sorpresa, por unos cortos segundos, pero inmediatamente los cerró, posó sus manos en la nuca de Boomer, y se dejó llevar. Sus lenguas jugueteaban entre sí, después de un buen rato, se separaron por la escaces de oxígeno, sus respiraciones estaban agitadas…
— Yo también te amo, Boomer. — Susurró Burbuja, sobre los labios del contrario.
Boomer sonrió felizmente, apretó su agarre y volvió a besarla.
