|•Ice cream•|

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Burbuja apagó el televisor, aburrida, llevaba más de media hora buscando algo bueno que ver y no había nada. Dejó el control remoto a un lado y se levantó de mala gana hacia el refrigerador, quería un helado. Abrió la puerta del refrigerador… y estaba vacío.

— Ahg, maldita Bellota. — Murmuró la rubia al recordar como su amiga pelinegra había devorado todo lo que fuera comida de su casa ayer.

Bueno, tendría que salir a comprar uno, era verano y la temperatura era como de unos 37°, por eso comer un helado no caería mal.

Salió de su casa en busca del helado, al final se decidió por comprar los 31 sabores originales de los helados Baskin Robbins. Se sentía como esas adolescentes que en San Valentín miran películas cursis y tristes mientras comen helado para recompensar su soledad. Pero ella comía por el calor… y hambre :v

En casa, la recibió su pequeño cachorro que antes estaba dormido y después de acariciarlo se sentó en el sillón de cuero de su sala de estar.

Comenzó a comer su helado escuchando canciones que trataban de el poder femenino cuando escuchó el sonido del timbre. Dejó el helado encima de un mueble para que así su cachorrito no se lo comiera y fue hacia la puerta.

Al abrirla se atragantó con su propia saliva — Boomer… — Susurró mirando fijamente al chico de ojos azules que hace más de tres años había conquistado su corazón… aunque él no lo sabía.

— Hola Burbuja. — Saludó el chico con una dulce sonrisa en sus labios que hizo sonrojar un poco a la menor.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas de vacaciones de verano con tus hermanos en Ohio.

— Ellos fueron, yo me quedé. — Explicó encogiéndose de hombros.

— ¿Por qué?

— Porque llevaron a sus novias y no quería ser el único que no tenía pareja ahí.

— ¿Novias?

— Tus amigas. — Burbuja abrió ligeramente los ojos, no tenía idea.

— Oh… ¿Y por qué veniste?

Boomer suspiró viendo el suelo y después fijó directamente su mirada en los ojos celeste de la chica.

— Te quiero. — Dijo él mientras un rubor se apodera de us mejillas y ni hablar de Burbuja.

— ¿Qué? — Preguntó ella en un hilo de voz.

Boomer no dijo nada, sólo acercó su rostro al de la chica — No lo repetiré y lo sabes. — Burbuja soltó una risita nerviosa y sintió como la lengua del chico quitaba algo de la comisura de sus labios. — ¿Helado de Baskin Robbins? — Preguntó él, Burbuja asintió totalmente sonrojada, lo que le causó ternura a Boomer, quien depósito un suave beso en los labios de ella después de eso.

Siempre quiso saber a qué sabían los labios de aquella alegre chica.

Yo grito, tú gritas, dame ese, dame ese helado, yo grito, tú gritas, dame, dame tus labios.

ØN€ §HØT$ 。。PPGxRRB。。Where stories live. Discover now