XXV. El acróbata

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- ¿Y qué pasó después?

- Que le dije que no y me fui a la resi, el resto de la historia ya te la sabes. 

Agarrándose a mis piernas, se acerca a mí hasta apoyar la cabeza sobre mis muslos. 

- ¿Por qué has utilizado el presente? 

- ¿Cuándo?

- "Soy una mujer soltera, atractiva e irresistible". Hay un par de puntos en esa frase con los que estoy de acuerdo, pero hay otro con el que no.

- Que yo sepa, nadie me ha pedido salir. De momento. 

- Oh, quizá lo que pasó la otra noche es que querías divertirte con un hombre soltero, atractivo e irresistible.

Me guiña un ojo. 

- Sabes de sobra que no. Pero, si vas a ser tan tonto de perder tu oportunidad, seré yo quien te lo pida. - Me aclaró la garganta y salto de la mesa para hinca una rodilla en el suelo. - Nathaniel, ¿me concederías el privilegio de salir contigo? 

No me contesta, sólo se lanza a mis brazos y rodamos por el suelo. 

Me besa la punta de la nariz y me aprieta aún más.

- Si dijera que no eso sería una estupidez más para añadir a la lista. 

- Así me gusta.

Nos besamos una vez más antes de que me ayude a ponerme de pie.

- Siento haberme presentado de esta manera en tu habitación, yo... vi las fotos y no me paré a pensar, sólo quería oír la verdad de tu boca y, en el caso de que fuera algo malo, que pasara lo más rápido posible. - Se toca los pendientes de la oreja. - Creo que todavía no termino de creerme todo esto.

- ¿Quieres que te lo escriba en un papel para que cada vez que dudes tengas la prueba irrefutable?

- No serás capaz.

Con un chasquido de la lengua, arranco una hoja de mi cuaderno, la doblo por la mitad y empiezo a escribir:

"Yo, MC, confirmo a Nathaniel, destinatario de este documento, que a día de hoy estamos saliendo juntos y mi principal objetivo es hacerlo feliz en la medida de lo posible. Así, por la presente, me comprometo a ser sincera en todo momento, a rechazar cualquier intento de intimidad de carácter sexual con cierto cantante pelirrojo y a regalarle un beso al destinatario de este documento cada vez que lo vea."

- ¿Algo más?

- Por mí es más que suficiente. 

Me da un beso en la frente. Dobla el papelito en dos y se dirige a la puerta.

- ¿Ya te vas? Resulta sospechoso que me hagas escribirte semejante chorrada para luego pirarte sin más.

Lo digo en broma, pero enseguida vienen a mi cabeza situaciones e ideas sobre lo que estuvimos hablando la última vez. 

- Ha sido una parada improvisada en cierta... tarea. Tengo que irme. Pero esta noche te escribo y quedamos el domingo, si te parece.

- Una cita. 

- Una cita con todas las letras. 

- Por mí perfecto.

- Por mí aún más, Julieta.

Me lanza una sonrisa antes de desaparecer por la puerta, y yo tengo que agarrarme al borde de la mesa, porque el vuelco que me da el pecho.

Es curioso como un mero gesto puede dejarte sin huesos y descoyuntarte por entero, como el acróbata de Picasso. Las manos donde los pies y estos donde las manos.

Pero yo también tengo que salir, con esta caída de la red no me ha llegado ningún mensaje con los horarios de la semana, por lo que no tengo claro si me toca o no trabajar en la cafetería, así que marcho hacía allí para evitar la más que probable bronca de la Jefa. 

Sin embargo, cuando llegó al café todo está tranquilo, y Hyun me prepara un café en cuanto me ve entrar por la puerta. 

- ¿Osea que hoy era tu turno? Pues menos mal. 

- A ti te toca mañana, de todas formas, esto está demasiado tranquilo, parece que el hecho de no tener un servicio de wifi gratuito es un motivo de peso para no quedarse demasiado tiempo.

- La gente está loca.

- Ya te digo.

- ¿Qué tal va todo, Hyun?

- Bueno, ahí va, con sus más y sus menos, como todo ¿Tú qué tal?

- Bien, ya sabes, redactando apartados del TFG y leyendo como una loca. - Doy un sorbo al café que ha dejado encima de la mesa antes de sacar el tema. - Oye, me ha comentado Morgan que está un poco preocupado por ti últimamente ¿ha pasado algo? ¿No te dejan suficiente espacio o algo así? Porque soy la primera que es consciente de que parecen una tira de velcro pero... 

- No no. - se ríe con tristeza. - No tiene nada que ver con ellos, es un tema familiar, una tontería.

- Seguro que no lo es si te afecta de esa manera. 

- Créeme, a día de hoy el hecho de que dos padres se divorcien es una tontería de lo más común.

Oh, tema delicado.

- Yo tampoco diría eso, y más si está siendo una experiencia... complicada.

- ¿Sabes que es lo peor de todo? Que no. Más bien todo lo contrario. Están encantados de haber tomado esa decisión, se los ve incluso más felices que cuando estaban juntos, es una locura.

- ¿Por qué?

- ¿Cómo que porqué? Estaban casados, MC, se supone que cuando te casas con alguien es porque lo amas y quieres pasar el resto de tu vida con él.

- Eso es demasiado extremo, Hyun, pueden pasar muchas cosas que te lleven a cambiar de opinión. Y no hablo de infidelidades y cosas por el estilo, simplemente que el amor se acabe. 

- Pues haberlo pensado mejor. 

Busco su mano en la barra.

Lo cierto es que me sorprende que alguien de mi edad sea tan "cerrado" a este respecto. Quiero decir, bien es verdad que en toda boda existen unos votos y promesas de eternidad, pero si por algo nos caracterizamos la raza humana es por ser totalmente imprevisibles, por estar en constante cambio y pasando por un proceso eterno de madurez. 

- Es un poco injusto que lo reduzcas todo a eso. Para ellos y para ti. ¿O acaso no te ha pasado nunca que de repente hay una persona que te gusta mucho pero al mes siguiente ya ni te acuerdas? 

- Tampoco me comprometí con ella. 

- ¿Y si lo hubieras hecho y, en vez de un mes fueran... yo qué sé, 20 años? 

Duda.

- Creo que deberías darle la oportunidad de ser amigos, más si dices que están mucho mejor que antes.

- Quizá, no sé, ha sido todo tan repentino...

Le doy un apretón antes de soltarlo. 

En el fondo es bonito. 

Otra forma de poner una tirita a una pequeña herida, que dejará una cicatriz, pero este terminará por desvanecerse. 

Lo que me recuerda que debería enviarle un mensaje a Rosa, puesto que a veces las tiritas ha de ponértelas otra persona. 

Rewrite [Nathaniel, Corazón de melón]Where stories live. Discover now