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• 11.2 • Sasuke (2)

   — Jamás habías sido tan romántico... Pero me encanta — dijo acercándose a él y haciendo que se tumbara debajo suya, quedando ella encima. — Me pone mucho que lo seas — le sonrió de lado y mordió su labio inferior, excitando al pelinegro.

   — Joder  — se dió la vuelta, dejando a su novia debajo suya. — A mí me pones tú con cualquier cosa que hagas — le guiñó el ojo y le mordió el cuello suavemente.

   Ambos soltaron un leve gemido al sentir sus intimidades rozarse por debajo de la ropa. A Sasuke se le había puesto demasiado dura y le estaba palpitando.

   — Dios — soltó un gruñido al sentir como su novia movía su pelvis contra la de él. — No creo que soporte mucho más — dijo levantándose de encima de ella y quitándose la ropa delante suya, quedando completamente desnudo.

   Se acercó a ella con una sonrisa juguetona y le quitó lentamente la ropa, acariciando y besando su piel siempre que podía. Cuando se quedó desnuda, Sasuke la miró detenidamente y sonrió.

   — Mira que de pequeña eras hermosa, pero wow... de mayor eres jodidamente erótica — gruñó en el oído de ella, sonrojándola. — Nunca me cansaré de ponerte roja.

   Se rió al ver como ella hacía pucheros con la boca.

   — Eres malo, Sasuke.

   — No sabes cuánto, cariño — se inclinó y mordió uno de sus pezones, estremeciendo su piel. — Solo soy bueno contigo, con nadie más — fue diciendo mientras bajaba sus labios por su abdomen. — Yo no soy una buena persona — lamió suavemente su  intimidad, escuchando el delicioso gemido de su chica.

   — S-Sasuke — él la miró a la vez que metía uno de sus dedos en su interior. Volvió a gemir mordiéndose el dedo.

   — ¿Qué pasa, (Nombre)? ¿Es que no te no te gusta? — preguntó con una voz burlona. Metió un segundo dedo y los movió rápidamente.

   La chica gritó de placer y se tapó la boca para no hacer tanto ruido.

   — Intenta que no se entere toda la aldea — le guiñó el ojo y comenzó a mover sus dedo en círculos, abriéndolos como si de tijeras se tratase, metiéndolos y sacándolos, hasta que sintió como su novia le sujetaba la mano para que parase.

   Él la miró extrañado y ella le hizo señas para que se acercase, aunque con la respiración agitada. Obedeció y se acercó a ella, posicionando su cuerpo encima del de ella, sintiendo su húmeda intimidad debajo suya, y teniendo cuidado de no meter su miembro dentro de ella, pues estaba demasiado erecto.

   — Quiero que me hagas el amor — el pelinegro sonrió.

   — Tus deseos son órdenes para mí — la besó a los labios con amor y delicadeza mientras introducía su miembro con bastante facilidad, pues estaba bastante lubricada. — Te amo — la miró a los ojos con seriedad. — Te amo demasiado, no sabes cuánto, eres más importante que mi deseo de venganza, así que imagínate.

   — Wow, eso significa que soy tu vida, por qué estar por encima de la venganza es mucho — bromeó y ambos se rieron. Sasuke aprovecho su desconcentración para comenzar a mover sus caderas muy rápido y duro. — Ah, joder — gimió apretando los fuertes brazos de su novio. — Y-yo también te amo — el chico sonrió como un tonto enamorado y la besó, ahogando los gemidos de ambos.

   Llevó sus manos a las nalgas de ella y las estrujó al mismo tiempo que levantaba su pelvis para hacerlo más profundo. Ambos gimieron sin dejar de besarse, disfrutando de la sensación de sus cuerpos chocar en cada embestida. Jamás se cansaban de hacer el amor, era una droga muy deliciosa para ambos.