22;

57 6 3
                                    

— Eso es mío. — dijo Jordan quitándome el mando de la tele.

Yo negué con la cabeza, ayer él había escogido la película y hoy me tocaba a mí.

— Ni de coña. —agregué acercándome a él dispuesta a quitárselo—. Hoy me toca a mí.

Intenté quitárselo de las manos, pero demonios, mi hermano era rápido y yo había perdido mis reflejos hacia ya bastante tiempo. Bueno, eso si alguna vez los tuve.

— Jordan. — murmuré empezándome a cabrear.

—Kara. —me alertó el. Intenté quitárselo una vez más, pero fue en vano, él era más alto y ágil que yo, así que decidí rendirme. ¿No había un dicho que decía que la venganza se servía en un plato frío o algo así?

Cansada de sus estúpidas peleas, me levanté y huí a mi habitación, pensando en cómo iba a vengarme de eso. Iba a ser la buena. No me dio tiempo ni a tumbarme en mi cama porque mi hermano corrió detrás de mí y me cogió la muñeca.

—Está bien. —dijo mirándome con esos ojos castaños igual que los míos—. Tienes razón, te toca a ti y yo he sido un estúpido. Solo... Por favor no pongas el programa ese que tanto odio.

Sonreí con satisfacción mientras cogía el mando que el mismo me daba. Esa era mi idea inicial, poner ese programa, pero ahora que él me le había dado así, no podía.

— Podemos... ¿Podemos ver Coco? — mi hermano levantó las cejas y yo me encogí de hombros.

¿Qué? No era nada fácil encontrar una serie o película que nos gustara a los dos, y Coco era mi favorita cuando era más pequeña.

— Eh, sí claro. — susurró un poco confuso — Coco será.

Al final acabamos llorando los dos. Así, tal cual. Esa película siempre había tenido un lugar especial de mi corazón y siempre lo tendrá. Jordan intentó disimularlo, pero al final acabamos abrazados y con una caja de pañuelos. Creo que aquella fue la primera película que vimos juntos sin pelearnos y la primera vez que vi a mi hermano llorar.

— Kara. —murmura Olivia tocándome el brazo — Kara, ey.

Abro los ojos como platos y cuando lo siguiente que veo es el techo blanco del comedor sé que algo va mal.

— ¿Te encuentras bien? — veo la cara de Lily muy cerca y me pasa un vaso.

Tengo la cabeza apoyada en el hombro de Olivia, decido sentarme y aceptar ese vaso de agua. Me doy cuenta de dos cosas, bueno tres. Mis manos tiemblan, mi corazón late muy rápido y estoy sudando. Esas son las tres cosas que me pasan cada vez que tengo una pesadilla. Me paso las manos por la frente, intentando aliviar el dolor. Demonios, no desaparece.

— ¿Kara? — pregunta Olivia. — Nos tenías preocupadas. Estabas... Estabas gritando un nombre, Jordan creo que era, y algo de que por favor no se fuera. — alcanza mi mano a través de las mantas y coloca encima la suya —. ¿Qué te pasa?

Veo a través de sus ojos lo mucho que se preocupan por mí y... Exploto. Rompo a llorar delante de las dos sin pausa. Olivia me abraza y acaricia mi espalda justo como hacía Noora cuando estuvo aquí, y Lily me dice que todo va a estar bien. Ojalá sea así.

Estamos mucho tiempo así. Yo llorando y ellas consolándome. Cuando consigo regular mi respiración y que las lágrimas desaparezcan, decido que ellas necesitan una explicación. Que Olivia y Lily me han visto muchas veces triste y con la mirada perdida, pero jamás se han atrevido a preguntarme el motivo porque saben que no quiero hablar de ello. Y demonios, tengo que intentarlo.

— Yo...

Lily me detiene antes de que puedas a hablar.

—No lo hagas si no te sientes preparada. A mí me tomó mucho tiempo hablar de mi exnovio.

Olivia pasa un brazo por mi hombro y ella se sienta a mi lado.

—No, estoy bien. Jordan... Jordan era mi hermano. — mi voz suena neutral—. Jordan era mi hermano y nunca os he hablado de él porque.... — mi voz se detiene y mi cerebro repite una y otra vez las palabras que tengo que decir, pero es como si todas las partes de mi cuerpo hubieran decidido no hacerle caso.

"Porque está muerto"

— Porque ya no está. — las dos lo entienden a la primera y doy gracias por ello. — Y duele mucho y... No sé. — ahora si me quedo sin palabras.

Porque... Lidiar con la pérdida de alguien tan cercano es así. Quedarse sin palabras y no saber explicar cómo te sientes. Esa mezcla enorme de sensaciones en tu pecho. Echarlo de menos con todo tu corazón y desear con cada célula de tu cuerpo que esté aquí. Arrepentirte de todos los momentos malos e incluso llegar a culparte. Eso es lidiar con la pérdida de alguien a quien quieres tanto, y es la peor sensación del mundo.

— Le echo mucho de menos. —admito.

Con cada parte de mi corazón.

—Y por eso... Por eso a veces estoy deprimida o triste sin motivo. Solo que hay días que me levanto, pienso en él y me siento muy triste. O a veces estoy de mal humor porque antes me costaba creer que se había ido. Así que... Siento si os he arruinado días por eso.

— Ven aquí. —murmura Olivia ofreciéndome sus brazos. Los acepto. Apoyo la cabeza en su hombro y me quedo ahí, en silencio.

— Seguro que Jordan era tan increíble como tú, y me apuesto todo mi vino blanco a que está orgulloso de ti.

Cierro los ojos aún sobre su hombro. Eso espero.

(...)

Jordan,

¿Por dónde empezar?

Te echo mucho de menos. A ti y a toda nuestra vida en Oslo, supongo. Aún duele saber que no estás aquí. Y siendo sincera, ¿quiero que deje de doler? Creo que no. Si dejara de doler significaría que he superado tu muerte y que... Que me olvidaré de ti. No quiero jamás olvidarme de ti, y de cómo era tu risa, porque eras y siempre serás mi mejor amigo, a pesar de todo. En menos de un mes iré a pasar las Navidades con papá y no sé cómo va a ir. Serán las primeras Navidades sin ti y solo el hecho de pensarlo me parte el corazón. No...

Una lágrima se desliza por mi mejilla.

No puedo imaginarme cómo se sentirá abrir mis regalos sin ti, y no escuchar tu "feliz año nuevo, hermanita" Simplemente no puedo pensar que ya no estarás en la mesa y no nos quedaremos hasta la madrugada viendo las mismas películas que dan cada año en la tele. ¿Con quién haré eso? ¿Con papá? Sabes cómo es el, se duerme a los cinco minutos. (yo también a veces)

Ya han pasado más de ocho meses desde tu muerte y no me puedo creer el tiempo que ha pasado. Para mi estás siempre ahí y no entra en mi cabeza que la gente siga adelante. No cumplirás un año más y me parte el corazón saber eso. Tampoco podré hablar de ti en futuro. Tendré que conformarme con decir "mi hermano Jordan era..."

Así que sí, aun duele. ¿Quiero que deje de hacerlo? No lo sé. Tal vez sí, o tal vez no. Pero se puede decir que ya me he "acostumbrado" a esto de levantarme y no verte comiendo mis cereales. Ahora puedo decir que he "aceptado" (ni siquiera sé el significado de esa palabra) que no vas a volver, y aunque duele, está bien. No voy a ver tu sonrisa nunca más ni a oír el sonido de tu risa. Y me duele, pero supongo que así es como debe ser. Al menos ahora ya no me voy a la cama pensando en cómo sería mi vida si estuvieras aquí.

Ojalá siguieses aquí.

Un abrazo,

Kara.

PD: te quiero mucho mucho mucho. Por favor no te olvides de mí allí arriba. Yo jamás lo haré.

(...)

Ahora que Neal ha salido en esta historia os aviso que estoy escribiendo una historia sobre él 👀👀 no sé cuándo la subiré porque apenas tengo tiempo pero espero que pronto.

¡Un beso! ✨❤️

Tú y yo, en Ámsterdam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora