Lo que perdí [Viktuuri][Omegaverse]

3

[Narrador omnisciente]

Dos semanas después...

—¡Mila, Sarah! ¡Que sorpresa! —gritó el alfa sonriente abrazando a la pelirroja

—me alegro de verte Víktor, ¿como está Yuri? ¿Ya puede mover su tobillo?

—está mejor, no puede caminar con total normalidad pero está mejor. Hola de nuevo Sarah, ¿cómo te encuentras? ¿Potya ha causado problemas?

—excelente, y potya es un amor, no ha causado problema alguno

—almenos no a ti —dijo Mila mostrando arañazos en sus brazos. —no deja que le de algo, sólamente lo haces tú.

—¿me he perdido de algo? —preguntó el rubio omega caminando hacia los otros.

—claro que no, pero a lo que veníamos, tengan —dijo la omega morena entregando a los chicos dos hermosas invitaciones.

—son cordialmente invitados a nuestra boda, ¡nos casamos en tres meses! —exclamó la alfa.

Un mes después (días antes de la boda)...

Esa mañana Víktor y Yuri estaban yendo de un lado a otro del centro comercial ya que Yuri no se decidía que traje le quedaba mejor.

—oye Víktor... —llamó el rubio omega en un traje azul oscuro mirándose en un espejo.

—si vas a preguntar si te ves bien con ese traje, te ves fabuloso —dijo el alfa sin despegar la vista de su móvil.

—¡ni siquiera me estás mirando, Víktor! —reprochó el omega cruzándose de brazos. —y te iba a preguntar otra cosa...

—entonces dime —respondió el alfa desviando la mirada hacia el omega.

—me preguntaba, ¿no le pedirás que sea tu acompañante al omega ese Yuuki?

—se llama Yuuri...

—bueno, Yuuri, ¿le pedirás que sea tu acompañante o no?

—no lo había pensado... ¡Voy a decirle!... ¿Y tú? ¿Con quien irás, Yuri?

—iré con Beka, lo decidimos hace dos semanas —contestó el omega encogiendose de hombros.

—ustedes dos son muy unidos, ¿seguro que no son pareja? —cuestionó el alfa.

—que no, que es mi mejor amigo, casi un hermano —dijo el omega poniendo los ojos en blanco.

—bueno, ¿ya te decidiste?

—es que no se, me gusta este pero siento que no me va

—Yuri... llevamos horas yendo de tienda en tienda y este supera todos, marca tu figura y el color azul oscuro resalta el verde de tus ojos

—no lo había visto de ese modo... —murmuró el omega pensativo. —¡está decidido, me lo llevo! —exclamó entrando al vestidor para quitarse el traje.

—¡bendito sea Jesús! —gritó el alfa con alivio ganando la atención de las personas alrededor. —lo siento, sigan con lo suyo.