Capítulo VII

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Buscame.

Gotas, si. Eran gotas la que caían en su frente y se deslizaban por su nariz hasta caer. Pero no era el líquido transparente resultado del esfuerzo físico. No, ese líquido era rojo, un rojo intenso que le recordó a la persona que más amaba.

—S-Sigue intentando madre... Por más de que lo odies, él es mi Omega. Mío.

Thalía presionó con fuerza el bate que tenía en su mano. Comenzaba a frustrarse. Entre más trataba de sacarlo de su mente, más estaba ahí. Ese maldito chico.

—Damian ¿Cuántas veces me haz fallado? Sólo en estas tres semanas han sido millones, comienzo a pensar que será más fácil sólo tomar tu ADN y copiarlo, no me obligues ¿Si?

Damian entrecerro los ojos para verla bien. Levanto una comisura de sus labios y la vio.

—Dame lo mejor que tengas.

Damian estaba atado de cada uno de sus brazos a unos barrotes que los mantenían abiertos hacia los lados, eso y sus pies no tocaban el piso. A veces le hundían la cabeza en barriles de agua helada, o lo hacían comer cosas aberrantes.

—¿Lo mejor, eh? Bien, tú lo pediste.

Omegas. El olor a Omegas en celo, Damian cerró los ojos. Todos eran Omegas de clase alta, ninguno de todos los que estaban ahí era de clase media o baja. Y sus aromas eran únicos.
Thalía al ser Alfa se puso una mascarilla.

—Embarazalos a todos, tendré mucho de ti.

Thalia salió dejándolo sólo con los Omegas, estaban goteando de sus entradas y aún así, a él le parecía aberrante. Pero sintió un aroma conocido, algo que sabía de quién era pero no lo tenía claro.

***

—Amor tranquilo ¿Si? Ya te dije que...

—¿Qué? ¿Que lo encontraremos? Llevas diciendo eso tres semanas Bruce, tres.

Miró a Bruce a los ojos mientras se sentaba en el sofá. Los ojos de Hal antes llenos de alegría ahora sólo reflejaban el estrés y la preocupación de una madre que no a sabido nada de sus hijos.

—Sólo... No quiero que eso vuelva a pasar.

Bruce lo tomó de las caderas para soltar sus feromonas y tranquilizarlo, Hal ocultó su cara en el cuello de su pareja.

—¿Puedes...?

Ni siquiera terminó la pregunta cuando la lengua de Bruce estaba pasando por su marca.

—Gracias.

Hal se sintió más relajado.
Esto era lo que sabían, Damian se iba a casar. No Damian el humano, si no la masa que los haría creer que eso era.

Estaban en tranquilidad, hasta que Alfred les entregó una carta. La invitación a la boda de Damian.

Hal perdió la compostura de nuevo. Y también Jason, incluso Tim. Bruce y Dick suspiraron. Tendrían que ver que pasaba. Si o si.

La boda sería en tres días, y como no sabían dónde estaban tenían que esperar. Fueron probablemente los peores días de la familia Wayne.
O quizá... No.

No soy tu Omega [Damian x Jason]Where stories live. Discover now