Capítulo 5.

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Lunes, 9 de diciembre, bus, 7:58.

- Por una parte estoy deseando que lleguen ya las vacaciones pero por otra seguro que me va a tocar estudiar así que...- se quejaba Alba a su acompañante que parecía estar algo ausente.

- Ya- respondió Natalia.

Alba viendo que la chica no tenía muchas ganas de hablar dejó ahí la conversación. No sabía que la pasaba a Natalia y tampoco sentía que tuviesen la suficiente confianza como para preguntarla si pasaba algo, la duda la comía. Desde lo ocurrido el viernes el ambiente había estado algo tenso, la daba la sensación de que la morena la evitaba y aquello la dolía.

Se sentía mal, bastante mal. No podía dejar de pensar en que la había cagado cuando intento besarla, porque lo había hecho y recibió una cobra como respuesta.

El trayecto paso en silencio, apenas se miraban y Alba no dejaba de comerse la cabeza pensado en que podía hacer para solucionar su monumental cagada del viernes pasado.

Por otra parte estaba Natalia quien no se podía quitar de la cabeza el casi beso que habían compartido. Tenía la cabeza hecha un lío, estaba entre la espada y la pared y encima se sentía fatal por estar evitando a Alba pero la verdad es que necesitaba un poco de espacio para procesar las cosas.

Martes, 17 de diciembre, facultad, 14:08.

- Reche tengo una buena noticia para ti- anunció Carlos.

- Sorprendeme.

- Nos han invitado a una fiesta que van a dar los de comunicación audiovisual, así que supongo que estará allí tú chica del bus.

- No es mi chica, de hecho lleva ignorándome desde que casi la beso, o mejor dicho desde que me hizo una cobra de manual.

- Bueno pues tómate esto como una oportunidad para volver a acercarte a ella. Las cosas con un par de cervezas se ven distintas cariño.- propuso África.

Viernes 20 de diciembre, fiesta, 0:37.

Natalia llevaba un rato en la fiesta y aunque estaba rodeada por sus amigos y con la tranquilidad de haber terminado el cuatri con todo aprobado el tema de Alba seguía perturbando su conciencia.

- Joder María menos mal que no llegábamos tarde- escuchó Natalia decir a alguien.

Buscó con la vista el origen de la voz pues la resultaba bastante conocida. Se encontró de cara con el grupo de amigos de Alba.

- ¡Pero bueno Natalia!- exclamó María bastante feliz de verla, o quizás algo borracha ya.

- ¿Que tal María? ¿Que hacéis aquí?- preguntó aunque lo que realmente la interesaba saber no es que hacían allí sino si Alba se encontraba con ellos ya que aún no la había visto.

- El Carlitos que tiene amigos en todas partes.

El grupo se fue disipando a medida que se iban encontrando con conocidos a los que se acercaban a saludar alegremente.

- Ey - la saludó Alba.

La chica vestía una falda corta a cuadros blancos y negros conjuntada con una camisa blanca bastante transparente que dejaba ver su sujetador de encaje negro. A Natalia se la cayó la mandíbula al suelo. A ella ya la parecía la chica más guapa del mundo desde que se la encontró por primera vez en el bus con su carita de sueño y su enorme sudadera, verla ahora vestida de aquella manera la provocó cosas, cosas para mayores de dieciocho que solo fueron a más cuando su mente fugó a imaginarse como sería su conjunto de ropa interior si el sujetador era así. Se regaño mentalmente por dejar a su imaginación volar hasta aquel peligroso lugar.

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