Final

304 38 4
                                    

-THOMAS-

Thomas. Quiero que te largues de aquí ahora mismo. No te quiero volver a ver nunca más por aquí. No puedo tener a un asesino en el Refugio. Necesito que te vayas lejos, por favor.

Esas palabras todavía rondaban en mi mente una y otra vez, atrapándome en una especie se bucle.

Como era de esperar, después de la charla, todo el mundo se enteró de lo que había pasado y justo ahora tenía a todo el mundo mirándome y juzgándome. Ya no pinto nada en el Refugio y menos cuando Minho y todos mis amigos me odian por lo que hice. A lo mejor mi destino siempre fue morir en la soledad, lejos de la civilización y de las personas que me importan.

Tomo mi última prenda de ropa y la meto en mi mochila, estoy dispuesto a irme de aquí. Me siento como un desterrado, que realmente lo soy.

A la salida, veo a Gally, Brenda, Fritanga, Minho y a unos cuantos habitantes dándome miradas múltiples, tanto de pena y decepción como de odio. Aparto la mirada sintiéndome apenado.

—¡Thomas, espera! —veo a Sonya acercarse corriendo hasta que saltó sobre mí y... me abrazó—. No te vayas, por favor —llora sobre mi hombro—. No te vayas...

—Sh, Sonya, eh. Ya pasó —digo, aguantándome las ganas de llorar mientras le acaricio el pelo—. Eres una chica fuerte, podrás manejarte sola aquí sin mí.

—No mereces irte por un error, tú no —Sonya llora cada vez más fuerte mientras se aferra a mí con fuerza—. No puedo perderte, ya perdí a mi hermano y ahora no puedo perderte a ti.

—Sonya, es lo mejor. Y sabes que no puedo hacer nada —justo levanto la mirada para ver a Minho, que se encuentra con los ojos cerrados y algo hinchados—. Debo irme.

Antes de que Sonya protestara, unos chicos se acercan a ella y la alejan de mí, a lo que ella empezó a insultarles e intentar arañarlos para que la soltasen.

—¡Hijos de puta! ¡Soltadme, esto va en contra de mi voluntad! —dice la chica desesperada por liberarse.

La miré con pena, por última vez, queriendo recordar cada detalle de ella y todos los momentos que he vivido con ella en este corto tiempo.

—Adiós, Sonya... Adiós a todos.

Giro sobre mis talones y me voy caminando fuera del Refugio, de mi hogar y de mi gente. Camino sin rumbo por el desierto, sin siquiera sé por donde estoy andando. Ya nada tiene sentido. Lo he perdido todo, y lo peor es que he decepcionado a todas las personas que confiaron en mí en el momento que decidieron seguirme para salir del laberinto.


Han pasado días o, quizás, semanas y me he quedado sin recuerdos. Tengo hambre, sed y el calor del desierto no ayuda mucho. Al final mis fuerzas tenía que acabarse y acabo cayendo en la caliente arena del suelo del desierto. Mi cuerpo está agotado y mis párpados quieren descansar un momento... sólo un momento.

A veces pienso que lo mejor hubiera sido dejar que Newt me hubiera matado y así él estaría feliz y haría su vida normal. Total, yo acabaría muriendo solo de todos modos.

Sé que este es mi fin, que yo voy a morir y sería enterrado bajo las tormentas de arena que taparán mi cuerpo poco a poco.

Incluso antes de cerrar los ojos, veo una sombra de un hombre mirando a mi dirección. Vaya, pensaba que moriría solo, pero tendré a un espectador desconocido viendo como la arena me engulle. Intento visualizarlo mejor, ya que el cansancio me ayudaba a no ver casi nada, y lo que veo me deja totalmente inmóvil por un segundo, viendo quién era esa persona realmente. Pero ya no puedo aguantar más.

Alzo mi mano en un intento de llegar hasta él pero... ya es muy tarde para mí: Empiezo a cerrar los ojos y, antes de sellarlos finalmente, susurro el nombre de la persona misteriosa.

Newt.

Y todo se volvió negro, que sería el último color que podré apreciar antes de irme de este mundo.

Porque Thomas está muerto y ya no está en este mundo.

Y Newt estaba comprobando su partida al nuevo mundo , que es de donde él venía.

Porque Newt es un ángel y quería que la muerte de Thomas tuviera su pequeño final feliz, el haberlo encontrado vivo.

Las notas de Thomas [EDITANDO]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz