-Hagamos un trato ¿sí?
-¿Qué tipo de trato?- dijo curioso el menor.
-Yo seré tus ojos y tú serás mis piernas ¿te parece?
El menor lo pensó un poco antes de contestarle.
-Claro, hay trato.
Ambos sonrieron.
...
El doctor le había dicho a Ji que ya habían encontrado un donante y que iban a preparar la sala de operaciones.
Eso se lo había informado el doctor alrededor de una hora atrás.
-Ji, ¿te sientes nervioso?- preguntó Dae, Dami se encontraba en la recepción para que le dieran más detalles acerca de la cirugía en la que se sometería su hermano menor.
-Sólo un poco... Dae ¿has visto a SeungHyun?
-No, el doctor dijo que un pariente lo vino a visitar y pues salieron con permiso o algo así.
-Pero es extraño, no sé nada de él desde ayer- Ji hizo un puchero.
-No te preocupes, concentrate en tu cirugía.
-Tienes razón- Ji sonrió o eso intentó. Se sentía extraño, pero ese sentimiento que se instalaba en su pecho lo ignoró.
El doctor entro en la habitación.
-Chicos, ya esta lista la sala de operaciones, Dae tu estarás en la sala de espera junto a la hermana de Ji.
Dae asintió.
-Yongie, todo saldrá bien- Dae abrazó con fuerza a su amigo.
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Habían pasado dos días en los que Ji aún tenía una venda en sus ojos, los doctores le habían dicho que la cirugía fue un éxito, ahora sólo faltaba que las vendas dejarán de tapar sus ojos y checar si de verdad no había ningún problema y hoy era el día.
Ji estaba nervioso, ansiaba poder ver.
-Ji, tranquilo, con desesperarte no arreglaras nada- decía Dae mientras daba leves caricias en el cabello del contrario.
-Lo sé, es sólo que no se apresuran los doc...- Ji se calló al escuchar la voz de doctor, listo para quitar la molesta venda.
-¿Listo, Ji?- preguntó el doctor.
Ji sólo asintió.
Estaba muy nervioso como para articular palabra alguna.
El doctor iba destapando cada vez más sus ojos, hasta que terminó de quitar los pequeños algodones que se encontraban en los ojos del menor.
-Ji, escuchame, tienes que abrir los ojos de manera lenta, la luz te puede molestar al principio, pero será pasajero.
Ji obedeció, tenía miedo de abrir los ojos y seguir encerrado en la inmensa oscuridad, pero todo temor y aliento desaparecieron de su ser al ver una pequeña luz, era borrorosa pero estaba ahí.
Abrió los ojos por completo, parpadeaba porque había una luz que se escapaba de las ventanas del cuarto. Un momento ¿UNA LUZ? Podía ver una luz, era borrosa pero ahí estaba.
-Al principio tu vista será borrosa, Ji.
Luego de unos minutos que parecieron una eternidad para todos en el cuarto Ji pudo ver a un chico a su lado.
-¿Dae? ¿Eres tú?
Daesung se encontraba en un mar de lágrimas, su hyung al fin lo está viendo.
-Si, Yongie, soy Dae- el menor no aguantó más y se abalanzó a los brazos de su mejor amigo- ¿enserio me puedes ver? Esto parece un sueño.
Ji trataba de no llorar, estaba feliz, nada haría que eso cambiara, pero recordó a alguien.
-¿Y SeungHyun? ¿Dónde está?
Si, soy la peor, por no actualizar seguido
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