ENAMORANDO A MI AMIGO

EXPERIMENTANDO

ADVERTENCIA SOLO CONTENIDO PARA MAYORES DE EDAD

(Narra Off )

Estoy al borde de la locura, no puedo parar desde que vi ese libro en el cajón de la mesa junto a la cama de Gun, mi mente no para de imaginar las diferente formas de disfrutar del sexo con mi chico, es excitante, morbo, y placentero, ademas es erótico.

Quería esperar a que Gun tomara la iniciativa, pero mi cuerpo traiciono mis pensamientos, al sentir sus labios y lengua pasearse por mi cuello, y sus manos acariciar mi cuerpo, no pude resistirme y tomé el control, me enloquece sus labios, su dulce aliento, y piel recién bañado.

Para poder durar mas tiempo y probar varias poses que aun recuerdo del libro, debo primero desbordar este deseo, entonces no dude en acariciarlo y lamer su culito, al mismo tiempo que me masturbaba y lo masturbaba a él, cuando llegamos al borde del clímax, tome nuestras erecciones con una mano y seguí con el movimiento de sube y baja para al final dejar escapar al mismo tiempo un grito de satisfacción por el orgasmo que vivíamos al tiempo.

Después de recuperar nuestro aliento, estuvimos recostados en la cama, su cabeza en mi pecho, hacia sentirme como su protector, me sentí genial, mientras su mano sobaba delicadamente mi pecho y brazo, yo rodeaba su cuerpo con mi otro brazo que estaba debajo de su costado, frotando su espalda desnuda, y olía su cabello que me embriagaba con su familiar aroma, quise sacarle la información sobre sus pensamientos acerca de lo que esta leyendo, pero fue tímido, y no pudo decirlo finalmente, así que lo deje quieto, pero seria yo quien ahora no puedo dejar de pensar en mi próximo movimiento.

Teniendo en mente esto y antes que mi hombre se duerma, inicie a estimularlo con mis besos, se que su punto débil es la parte del cuello, es imposible que no jadee ante mis besos húmedos entre su clavícula y cuello, mi pene estaba mas que listo, se había puesto rígido ante mis pensamientos obscenos,y sus gemidos que ayudaban a que perdiera el control sobre su cuerpo,  la pose que quise hacer primero es la de la cuchara o mañanero, esta se trata de que el activo o sea yo, se coloca detrás del pasivo, o sea mi hermoso bebé, ambos costados de un lado de nuestro cuerpo, levantando un poco una de sus piernas penetre su trasero, mientras lo masturbaba, y besaba y mordía su hombro y espalda, era jodidamente genial el hormigueo en mi espina dorsal, sus gemidos me decían que la estaba pasando igual de genial, ambos estábamos disfrutando Gun no paraba de gritar que justo en ese punto le siguiera dando, eso significaba que estaba golpeando su próstata,, antes de que el clímax llegase, cambie la postura, también porque mi físico no estaba en buenas condiciones, me tumbe en mi espalda sin soltar a a Gun, lo acosté encima mio, su espalda contra mi pecho, sin sacar mi pene de su culo, tome aire, tratando de recuperar mi aliento, para seguir con mis embestidas, estaba penetrando a mi chico, y con mi mano en su miembro rígido, lo masturbaba sin prisa ni fuerza, eran movimientos gentiles para que duráramos mas  antes de corrernos, mi respiración se hacia mas difícil así que bebé tomo las riendas y se sentó sobre mis caderas sin sacar mi pene de su culo, debió haber sido doloroso, pues sentí y vi como se lo trago todo hasta sólo quedar mis bolas fuera, se sintió genial, tuve que morder mi brazo para no gritar de la excitación y evitar correrme, Gun quedo inmóvil por unos segundos mientra se acostumbraba a esa profundidad, pues no es para ser engreído pero mi tamaño es bastante generoso, tome sus caderas fuertemente para ayudarlo con sus movimiento y evitar que cayera de golpe hasta el final y que se hiciera daño.

Su sube y baja en mi miembro, me hacia contraer los dedos de mis pies, tenia mis piernas extendidas, acariciaba con una mano la espalda de mi novio, y la otra apretaba sus caderas, mi espalda estaba sobre un pilar de almohadas para estar en una posición semi acostado y de esa manera tener la mejor vista, era tan jodidamente excitante, ver como su hermoso trasero blanco redondo se chocaba contra mi pelvis, y mi largo pene se asomaba y desaparecía entre sus movimientos de sube y baja.