SHERLOCK (Fanfic Sherlock BBC)

Estudio en Rosa. Capítulo 1

      -No lo sé, pero ahora no puedo.

La joven rodó sus ojos mientras giraba hacia su izquierda notando a un hombre que estaba observándola con una pequeña libreta en la mano. Era alto, con cabello rizado, delgado y hermosos ojos verdes.

      -Lo lamento no lo había mirado- dijo la chica parpadeando un poco sorprendida viendo al hombre.

      -No hay problema- contestó Sherlock sin quitarle la vista de encima

      -Isa, él es...

      -Claro que sé quién es, Molly- interrumpió a la forense mientras estiraba su mano hacia el detective con una sonrisa- Este hombre no necesita presentación, es un verdadero placer señor Holmes, soy una fiel admiradora de su trabajo.

Sherlock sonrió de lado por el cumplido y le tendió su mano, la de ella era dos veces más pequeña que la suya, sintió el tacto suave de su piel y el apretón firme al saludar.

      -Es un placer...

      -Isabella Collins- dijo aún sonriendo y dirigiéndole una mirada de admiración.

Ambos se soltaron de las manos, siendo analizados por Molly, quien cada vez estaba más incómoda.

      -Creo que deberías irte Isabella- dijo Molly interrumpiendo la mirada del detective y la chica. Ambos voltearon a verla.

      -Pero todavía tenemos que hacer los análisis- contestó Isabella a la forense y esta le devolvía el café que estaba en la mesa.

      -En este momento estoy ocupada trabajando con Sherlock, puedes venir mañana y los hacemos, pero ahorita necesito que te retires.

      -De acuerdo- dijo la chica aceptando el café y dirigiéndoles una sonrisa a ambos- Fue un placer señor Holmes, hasta luego Molly.

Y salió sin volver a verlos, pero con una postura diferente a la que había entrado, había salido decepcionada.

      -Entonces...- dijo Molly viendo a Sherlock con una sonrisa- ¿Quieres tomar un café?

      -Bueno, solo y con dos de azúcar por favor, estaré arriba- dijo Sherlock mirándola brevemente y saliendo de la habitación dejando a Molly sola con el cadáver.

Sherlock subió a los laboratorios y al entrar se encontró con la chica que acababa de conocer.

Isabella había salido decepcionada por no haber estado con Molly y el modo en que ella la había tratado, así que para levantarse el ánimo fue al laboratorio a hacer los análisis que necesitaba para su escuela. Entró, dejó ambos cafés a su lado y se empezó a poner cómoda quitándose el abrigo para después preparar el microscopio.

Recién comenzaba a observar las pequeñas partículas del veneno que había extraído de un cuerpo cuando escuchó la puerta siendo abierta, era su ídolo de nuevo.

Había sido como un sueño conocer al mismísimo Sherlock Holmes y había estado gritando en su interior, se hubiera quedado con su mano entre la suya mirándolo fijamente de no ser por Molly, que la había sacado de su ensoñación.

      -Hola de nuevo, señor Holmes- dijo ella sonriéndole.

Sherlock le regresó el saludo con un asentimiento de cabeza y entró al laboratorio.

El detective estaba colocando una muestra en una placa de petri cuando miró a la joven, estaba concentrada mirando a través del microscopio, pero al sentir la mirada de Sherlock volteó a mirarlo, ella le dio una pequeña sonrisa y regresó su mirada hacia el microscopio.

      -¿Es cierto todo lo que dicen de usted?- preguntó Isabella sin voltear a mirarlo.

      -¿Qué dicen de mí?- le respondió Sherlock con otra pregunta, tomando un gotero para comenzar con los análisis.

Isabella dejó de lado lo que estaba haciendo para mirar al detective.

      -Lo de la deducción, ¿es tan bueno como dicen? ¿podría usarlo conmigo? Realmente me encantaría conocer su brillante habilidad- dijo con una sonrisa aniñada y una mirada ansiosa.

Sherlock la miró de reojo y comenzó a contarle la deducción que había hecho desde que ella entró a la morgue.

      -Isabella Collins, 28 años, pero se mira más joven, tiene heterocromía en ambos ojos, muy distinto a los tipos que conozco, sus ojos se ven grises, pero también violetas, dependiendo del la luz y el ángulo. Acaba de llegar hace un mes a Londres por el bronceado en su piel, ese no se adquiere aquí y porque quería pasar tiempo con Molly, lo que sugiere que no se queda en su casa. Estudia medicina en el Imperial College London, por eso dijo que tenía una hora y media para regresar, media hora para llegar en metro o 20 minutos en auto, pero usted no tiene auto, en el bolsillo derecho de su abrigo trae el boleto del metro. Podría ser amiga íntima de Molly, pero por el regaño que le dio, me dice que es de su familia, prima quizás. Está comprometida desde hace 5 años, por el estado de su anillo. Le gusta sonreír para ocultar lo que realmente siente, sufrió de anorexia cuando estaba pequeña, por eso es tan bajita y delgada, pero ahora se mantiene en forma por el ejercicio que hace en las mañanas, sale a correr. Además, detecto un acento diferente, es británica, pero sabe hablar diferentes idiomas y es ambidiestra.

Isabella lo miraba sin perder la sonrisa y su mirada de admiración, emocionada por todo lo que había descubierto de ella con tan solo unos minutos frente a él, a pesar de los pequeños errores que había cometido y lo frío que pudo haberse escuchado.

      -Increíble, realmente no me decepcionó- le confesó ella.

Él le dio una sonrisa y un pequeño guiño por el alago cuando se abrió la puerta, iban entrando dos personas al laboratorio, el doctor Stamford junto con otro hombre, Sherlock automáticamente lo dedujo sabiendo porqué estaban ahí.

      -Isabella, qué gusto verte otra vez- saludó el doctor a la joven.

      -Hola profesor Stamford, ¿cómo ha estado?- saludó al doctor y le dirigió una sonrisa al otro hombre que no conocía.

      -Muy bien gracias, mira te presento a mi amigo, el doctor Watson- dijo el profesor volteando a ver a John- Ella es una de las mejores profesoras del Imperial College London, también es doctora.

      -Mucho gusto, John Watson- dijo sonriendo ligeramente a la chica- ¿No es muy joven para ser doctora?

      -Mucho gusto doctor Watson, soy Isabella Collins y pues todos me dicen eso, pero ya tengo 28 años, gracias a mi memoria fotográfica pude lograr mi licenciatura, maestría y doctorado en los 8 años de carrera y ahora soy profesora- dijo sonriendo orgullosa de sí misma.

      -Wow- dijo John sorprendido de Isabella, que siendo tan joven fuera tan brillante- Eso es realmente admirable.

Ella sonrió más grande por el cumplido que le acababa de hacer el doctor y regresó a continuar con sus análisis.

Sherlock notó en la conversación que había cometido un error al leer a la chica, lo que lo desconcertó un poco, casi nunca fallaba en las mujeres, eran más fáciles de deducir.