-Sí, pero no es bueno que me pase precisamente a mí, ¿sabes lo que es tener que soportar cada beso, o caricia entre ellos; cuando por dentro duele?

-Sí-dije, inmediatamente; sin saber por qué, era como si la otra parte fuera la que hubiera hablado.

-¿Ah sí? ¿Te has enamorado del novio de tu hermana?

-Pues no, soy hija única-reí, pero volví a la seriedad de nuevo-. Pero te entiendo, extrañamente. Sé cómo se siente. Es como si quisieras escapar de la escena cuando ellos se besan, salir corriendo y borrar el recuerdo en tu mente; pero mientras más lo intentas, se vuelve más nítido.

-¡Exacto! Vaya, nunca pensé que hubiera una persona que me entendiera en ese aspecto.

-¿En qué aspecto?-de pronto la voz de Jimin apareció en la conversación, materializándose con Sharon junto a nosotros.

Ambos los miramos con los ojos abiertos de par en par.

- Mochi, ¿recuerdas lo que te dije acerca de la privacidad de las personas?-inquirí.

-¿Es el primer día que se conocen y ya tiene secretos entre ambos?-preguntó, queriendo sonar divertido, pero pude identificar en su voz algún tono amargo muy bien escondido.

-¡¡Uuuyy!!-bromeó Sharon, atada de la cintura de Jimin.

La fierecilla refunfuñó palabras ininteligibles.

Miré a Jin, quién mantenía su mirada fugaz, primero mirando el piso, luego a mí, después a Sharon y por último a Jimin, para después volver al piso. Imaginé que estaba ideando alguna forma de salir del embrollo.

-¿Sabes Sharon?-dije, como si nada- Creo que invitaré a salir a Jungkook-solté, no muy segura de lo que estaba haciendo; pero si algo había que distrajera a Sharon de emparejarme con Jin, era emparejarme con alguien más.

Funcionó, la mirada de todos se posó sobre mí. La de de Jin, agradecida por haber cambiado de tema; la de Sharon, resplandeciendo de emoción; y la de Jimin, sería, rara.

-¿En serio?-gritó de emoción.

-Sí, la verdad es que es un chico muy agradable y muy lindo además-dije, al fin y al cabo eso sí era verdad.

-¿Y cuándo?-se soltó de la cintura de Jimin y ató su brazo al mío, haciéndome caminar y separándome de Jin.

Ellos nos siguieron muy de cerca.

-No lo sé, mañana quizá-me encogí de hombros, indiferente.

-¿Entonces te gusta Jungkook?-preguntó y miré por la colilla del ojo a Jimin, quien iba un paso atrás de nosotras junto con Jin; repentinamente atento, de nuevo.

¿Qué iba a decir? si decía que sí, Sharon especularía bastante hasta llegar a los planes de boda, era capaz; si decía que no, entonces no concordaría en nada con lo que yo había dicho antes, y quedaría como... una tonta.

-Pues... emm...-tartamudeé.

-¡Chicos miren eso!-interrumpió Jin, señalando hacía una góndola- ¡Quiero subir!

-¡Yo también!-dijo Sharon.

-¿Qué dicen, chicos?-preguntó Jin.

-Emm... bueno, yo... paso-musité, no tenía muchos ánimos de subir y andar sobre las aguas.

-Yo también-dijo Jimin, con las manos en los bolsillos-. Vayan ustedes, nosotros los esperamos.

Capté la situación entonces, Jimin y yo, solos de nuevo. La fierecilla brincó de alegría, y su grito era completamente entendible: ¡Sí, sí, sí, sí!

Manual de lo Prohibido || Jimin y Tu || TerminadaWhere stories live. Discover now