XXXIX. YoonSeok Pt.5

3.8K 263 46
                                    

Una delicada caricia en su mejilla derecha había despertado sus sentidos.

Su cabeza dolía demasiado, al igual que daba muchas vueltas, su estómago rugía por algo de comida, así como sentía mínimas arcadas, todo ello derivado a la noche anterior en la cual tomó como nunca había tomado en toda su estúpida vida. Estaba hecho un desastre; su ahora un poco largo cabello estaba enredado, algunos mechones estaban pegados en su rostro gracias a la baba que por alguna razón se encontraba en su rostro, sus ropas estaban completamente descuidadas, sus ojos estaban un poco hinchados por haber llorado, tenía un poco de mocos secos en su nariz, sus labios estaban resecos, tenía un aspecto a moribundo y un olor a alcohol tremendo, estaba en su peor momento, pero aún así, al abrir lentamente sus ojitos, solo pudo encontrar una bella mirada llena de admiración por la misma persona que lo había acariciado tan dulcemente.

A pesar de verse de la mierda, Jung Hoseok pudo encontrar maravilla, deleite, idolatría, deseo, ternura, de todo en los ojos de su amado, Min YoonGi.

—Mierda, Hoseok, luces jodidamente hermoso.— por sus hormonas todavía alborotadas por el alcohol que quedaba en su organismo y, tal vez, por la claridad que emanaba el sol en su máximo esplendor, soltó unas lágrimas, pero esas lágrimas contenían amor, gratitud, placer. —Te ves perfecto en todas tus facetas, hasta llorando te ves malditamente perfecto.

Soltó un corto gemido de dolor cuando el cuerpo del contrario rodeó el suyo con rapidez, pero con sumo cuidado.

—Dios, cariño, te ves tan sensual como dulce, tan sexy como tierno, tan horrendamente maravilloso.— sus palabras sonaron ahogadas al tener su rostro en el hueco de su hombro. —Hoseok...— y de igual forma, salió rápidamente de su escondite favorito. —Mi vida, mi sol, mi amor...— lo miraba fijamente, observando cada fibra de su rostro, amando aún más cada punto de este. —Te amo.— e inesperadamente besó todo su rostro, hasta dejar a lo último sus resecos labios, en el cual dejó uno sonoro. —Jung Hoseok, déjame tomarte este día, déjame ver la belleza que posees, dame la oportunidad de tener la dicha de decir que tuve entre mis manos, entre mi cuerpo tu inefable y etéreo ser. Que tuve la suerte de escuchar tus efímeros y melifluos sonidos de gozo.— sabía que Yoongi era bueno con las palabras, aún más cuando tenía un poco de alcohol en su sistema, pero nunca habían llegado a impactarlo de sobremanera, como en estos momentos. Hoseok se sentía completo en todo ámbito. Le hacía sentir hermoso, perfecto. —Déjeme tocarte, mi tentación, mi pecado, déjame rozar tu piel. Hoseok, llévame al paraíso.

No supo cuando se dejó llevar por esos roces en su abdomen, ni cuando las manos rasposas del contrario tocaron partes sensibles dentro de su camiseta, ni de esos maravillosos besos en su cuello, pero solo sabía que ese sentimiento ere nuevo, ese sentimiento de sentirse más amado como de costumbre, como si Min YoonGi se hubiera vuelto a enamorar de él o, tal vez, como si se hubiera enamorado mucho más de ese joven chico que lo deseaba aún estando en su peor condición.

—Hoseok, eres... mi serendipia.— lo había dicho entrecortado por decirlo entre besos en su cuello, pero aún así causó el mismo efecto en su pecho.

—Siempre me dices eso, cariño.

—Porque es la verdad...— paró de pronto, y al abrir sus ojos que en algún punto había cerrado, encontró nuevamente esa cautivante mirada en si mismo. Esa llena de amor. —Mientras yo requería de una persona común, encontré a un ángel entre ellos. Te encontré, Hoseokie.— le dejó un besito en su pulcra frente —Eres mi sol, mi polaris.— y una última en sus labios, antes de volver a besar su cuello.

No dijo nada, no tenía palabras, no tenía idea de cómo explicar ese sentimiento llenador que llenaba cada rincón de su cuerpo, quería dedicarle una carta larga, llena de palabras de amor, pero en ese instante no llegaba a la corta, cada cosa que había dicho YoonGi lo dejó mal en el mejor sentido.

¡Pajero! ✧ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora