Lo más inimaginable fue el acto de Anthony, ya entrada la noche mis amigos llegaron, Rosmee y Anthony dormían abrazados en la cama y Jacob entró separándolo de su hermana y aquello fue lo peor que pudo haber cometido Jacob, pues Anthony entre lloriqueos provocó que Jacob entrara en fase contra de su voluntad y Rosmee se elevó por los aires de forma segura hasta quedar a un lado de su hermano, todo aquello provocado por su magia.

Desde ese día ellos hacían cosas con sus habilidades, eran inteligentes y eso nadie lo podía negar, como ahora, Anthony hacía que el agua de una pequeña laguna se elevara en pequeñas gotas y cayera sobre las plantas haciendo reír a Edward y a sus hermanas, este momento en familia me hizo recordar cada momento que pasé junto a mi esposo, desde que lo conocí, nuestra boda, nuestra primera noche juntos, hasta ahora, era feliz y claro que lo era con estas 4 personas a mi lado.

- Gracias por esto Eva.- Aleje mi vista de Edeline para mirar a Edward.

- ¿Por qué?, yo no he hecho nada amor.- Gatie hasta el y bese su labios de forma corta sacándole una sonrisa.

- Por todo, por llegar a mi vida, por ser mi esposa, por todo, por darme una familia, la familia que siempre quise Eva.- Sonreí mirando sus ojos dorados, rojo contra dorado, si ya lo amaba ahora no se como podría describir este momento, estaba enamorada a más no poder de Edward Cullen.

- Gracias a ti por darme la felicidad Edward, por darme estos hijos que siempre quise, te amo demasiado.-

El se acercó otra vez a mi y me besó, esta vez con más intensidad que antes, pero aquel beso duró poco por los ladridos de Jake y las pequeñas risas de mis hijos, ambos reímos mirándolos, eran bebés preciosos en su totalidad, sus ojos eran de una mezcla entre verde y celeste, Edward me explicó que sus ojos cuando era humano eran verdes, por lo que ellos sacaron una mezcla de ambos, me sentía la mamá más dichosa de este mundo.

Entré a la casa de la mano con Edward y un olor ya conocido que no olía hace meses inundó mis fosas nasales, Sam estaba en casa, suspire y tomé con fuerza a Anthony el cual estaba dormido, al igual que Edeline y Rosmee que estaban en la carreola triple, Edward me sujetó con fuerza por la cintura y avanzo conmigo a la casa, pasamos con los niños y nos adentramos a la sala del primer piso, no quería dejar Forks, pero sabía que  Sam al ver mis ojos carmesí se descontrolaría y nos echaría a patadas de Forks.

Y su mirada fue la primera que me analizó apenas entre a la sala, no dijo nada, y supuse que los demás ya le habían comentado todo lo que pase y la especie que era ahora, no era un peligro, estaba muy lejos de serlo.

- Evangeline.- El trato de darme una sonrisa.

- Sam, ¿cómo estás?.- camine a el y bese su mejilla, Anthony despertó y se acomodó entre mis brazos llamando la atención de Sam.

- Estoy bien gracias, a ti te veo bien también.- Me miro a los ojos y luego a mis hijas.- Salvo por aquellos ojos.-

- No puedo cambiarlos, debes saber ya que no me alimento de humanos directamente, solo de donaciones de sangre del hospital, igual que ellos.- Leah llego a mi lado y le pasé a Anthony para que lo sostuviera, ella no miro a Sam en ningún momento.

- Lo sé, Carlisle me lo explico junto a Jacob, lo que eres ahora y lo que son tus hijos, son inofensivos, pero también vengo a pedirte perdón. - Lo mire con sorpresa, pues el solo venía a eso.

- Yo no tengo nada que perdonarte Sam, cualquiera hubiera hecho aquello, estas cegado por la rabia.- Le acaricie el hombro y el me sonrió de forma cálida.

- Pero no quería decir aquello, es obvio que tendrán que irse por un tiempo cuando comiencen a sospechar, pero ahora están bien aquí, creo que quiero ser un buen tío, ellos se ven adorables.-

Sin aguantarme lo abracé, lo extrañaba, y me alegraba su decisión, teníamos por disfrutar de nuestro hogar en Forks por mucho tiempo más, años nos quedaban, ver crecer a mis hijos en el lugar del cual me enamoré de Edward, para después partir, pero regresariamos, claro que lo haríamos, Forks era nuestro hogar.

- Regresaremos y tu estarás muerto lobito.- La voz de Emmett me saco de mis pensamientos y mi madre soltó una risa.

Sam solo sonrió y me abrazó una vez más, sabía que ahora podía contar con Sam cuando un problema se iniciara.

Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|Where stories live. Discover now