Somebody |Muke|

Capítulo 13

"¡Amigo!" Ashton resbaló con el agua, casi cayó y Michael comenzó a reír "¿Que quería?" preguntó Ashton luego de reír y señaló la espalda del rubio.》

Las manos de Luke estaban frías, salíamos de la escuela y él solo tomó mi mano y las puso juntas en el bolsillo de su abrigo, sentí mis mejillas ruborizadas al instante. Y creo que fallé intentando que Luke no lo notase, pero agradecí internamente que Calum y Ashton no estén con nosotros.

"¿Luke Hemmings quiere caminar a casa?" pregunté.

"El día está perfecto para una caminata ¿no crees?" apretó los ojos cuando una ráfaga de aire nos envolvió.

"Demasiado perfecto" reí y me escondí en mi bufanda.

Caminamos en silencio más o menos por veinte minutos. El silencio que compartía con Luke a veces era cómodo, me hacía bien, me gusta compartir silencios con porque Luke ambos estamos sumergidos en nuestros pensamientos.

"¿Mike?" y ahí estaba lo normal, Luke siempre es el primero que habla.

"Luke" respondí.

Entonces se detuvo y se paró frente a mi. Muchas veces siento miedo de mirar a Luke, me da miedo seguir hundido en sus ojos sin poder salir, porque cada vez que lo miro me siento extraño, una sensación inexplicable que recorre mi cuerpo y siento que no puedo alejarme nunca de él.

Y no es bueno.

Tampoco es bueno como se acercó peligrosamente hasta que nuestras narices se rozaron, su nariz estaba fría y reí al contacto.

Y sus labios me callaron. No era nuevo para mi besar a Luke, de hecho lo he besado muchas veces desde que llegó a casa. Pero últimamente todo es extraño. Su manos apretaban mis manos con fuerza, sus dedos estaban entrelazados con los míos perfectamente y eso me asusta. Porque se siente bien.

"Extrañaba esto, deberías besarme más seguido" susurró cuando nos separamos, juntó nuestras frentes y me reí nervioso.

"No te acostumbres".

Él frunció el ceño y se acercó nuevamente, tomé su rostro entre mis manos y lo guié en un beso lento. No tenemos prisa y necesito sentirlo cerca para saber qué está pasando.

《Quizás era una trampa. Seguro sería la carnada de algún animal salvaje y moriría solo en aquel lugar. Quizás le darían un baño con hielo en aquella noche fría o quizás un tarro de pintura caería sobre él. Pero puede ser que un tarro de miel y plumas caiga sobre él y termine siendo comida de las hormigas.

Esperó. Sentía el murmullo de la gente, estaba completamente oscuro en aquel lugar, el puesto de bebidas era el más famoso porque todos tenían sed y las madres se juntaban ahí para beber café mientras epseraban el partido.

Michael pateó una piedra fuerte porque el tonto no llegaba y habían pasado 5 minutos desde que llegó. Definitivamente era una trampa y decidió irse antes de hacer el ridículo.

Y pateó otra piedra.

"Ten cuidado" escuchó su inconfundible voz en la oscuridad.

"Ya dime que clase de trampa es" respondió Michael "Y si me voy a morir".

El niño de ojos azules rio y Michael quizo golpear su cara bonita.

"No vas a morir" el ojiazul se acercó a la luz tenue que llegaba de la calle "Y no es una trampa. No seas tonto".

"Tu eres el tonto ¿para qué estoy aquí?" pregunta Michael evitando la mirada del rubio, quien estaba con su estúpido uniforme de futbolista.

"El tonto eres tú por venir si no sabes para qué te llamé" le responde con una sonrisa. Y Michael por primera vez rio de verdad junto a aquel bobo que no se cansa de molestarlo.

"Entonces" continuó el rubio "¿Mike?"

El nombrado levantó la mirada y vio la mano del bobo extendida. Con algo de timidez la tomó y el chico lo guió a la oscuridad, su corazón latía fuerte y sentía que estaba sudando en todos lados, esperaba no oler mal. El chico pareció notarlo y comenzó a dejar suaves caricias en la palma de su mano.

"No quiero molestarte más" comienza "Porque creo que eres lindo y he sido un tonto".

"¿Qué?" lo interrumpe Michael sin poder creerlo "Si esto es una broma, te pido que por favor te detengas ¿bueno? Ya no es divertido".

El rubio negó algo angustiado en la oscuridad y apretó las manos de Michael entre las suyas.

"Te juro que no es una broma. Lo juro. Solo te estoy diciendo la verdad" se apresuró en decir "¿Terminamos esta pelea que yo comencé?".

Michael asintió, luego se dio cuenta que el rubio no podía verlo bien.

"Está bien" respondió "¿Amigos?"

"Amigos" afirmó el rubio sonriendo.

"Pero si vuelves a ser un idota yo-" fue interrumpido por los labios del rubio en su mejilla, la cual rápidamente tomó un rojo intenso y agradeció estar en la oscuridad.》

Volvimos a caminar y esta vez Luke no iba en silencio, estuvo todo el camino cantando, me obligó a buscar mis audífonos porque no quería mojar los de él.

"Vas a comprar unos nuevos" le dije cuando los encontré y la lluvia comenzó a caer de a poco.

Íbamos casi llegando cuando la lluvia se intensificó y Luke soltó mi mano para correr y dejarme atrás. Lo seguí tratando de ganar la carrera, pero solo terminé resbalando en la entrada de la casa.

"Lo hiciste bien" dijo riéndose de mi "Será para la próxima".

Me quité las botas empapadas antes de entrar detrás de él, la casa estaba fría y no había rastro de nuestros padres. Suspiré frotando mis manos y quitándome la chaqueta que también estaba muy mojada.

"¡Luke!" le grité cuando lo vi solo en ropa interior "Puedes usar el baño ¿lo sabes?".

"Sí. Pero tu tendrás que llevar la ropa a lavar desde aquí" responde peinando su cabello "Oh, enciende la chimenea".

"A tus órdenes" reí.

Definitivamente Luke fue un gran cambio en mi vida. Desde su llegada los días son menos aburridos, no me siento solo y hay un toque más interesante en mi vida.

Pero algo sigue dejándome con un sentimiento extraño en mi pecho y en mi cuerpo cuando me toca, siento un nudo en la garganta cuando lo veo triste o despierta por una pesadilla. Es todo tan confuso y no sé qué hacer para descubrir lo que me está pasando.

Solo sé que no quiero alejarme de él. De algún modo me volví dependiente de su risa, de sus bromas aburridas, de su ruido y de la extraña forma que tiene para comer. Son cosas tan simples que hacen mis días mucho más interesantes.

"Te he notado extraño desde que nos ignoraste en la cafetería" me dijo recostandose a mi lado en la cama "¿Quieres compartir algo conmigo?".

Miré su perfil, su cabello aun húmedo se pegaba a su frente y sus ojos se mantenían cerrados, pero sus cejas estaban levantadas.

"¿Estás seguro de que no te conocí antes?" y ahí estaba haciendo esa pregunta otra vez. Y ahí estaba él riendo como siempre. Finalmente abrió sus ojos y me miró.

"Estoy seguro".