Hace tiempo a que dos ideas rodean mi mente: la primera, apuntarme a la Universidad. Tengo veintidós años y nunca he pensado en ello. Tampoco es como si hubiera tenido tiempo de hacerlo. Pero ahora... Lily, Logan y Olivia están apuntados allí y siempre que me cuentan algo sobre las carreras que están estudiando o veo las sonrisas que se les pone al hablar de lo que aman se me encoge el corazón. No sé por qué. Desde que tengo memoria quise estudiar Periodismo, pero tengo miedo.

— Las dos cosas. — murmura él al ver mi cara pensativa.

La otra cosa sería lo más normal: pasar Navidad con mi familia, como cualquier persona haría. Yo no. Ayer vi a Olivia y Lily hablando de sus vacaciones de Navidad y me di cuenta de que si me quedo aquí pasaría las Navidades sola. Y tampoco quiero, pero volver a casa significa varias cosas: tener los recuerdos de vuelta. Ver a mi hermano en cada esquina. No sé si estoy preparada. En este tiempo he hecho progresos, según mi psicóloga—, aún no sé cuáles son esos progresos—, espero seguir haciéndolo.

— Todos deberíamos estudiar algo que nos guste. — el anda con las manos en los bolsillos. — Y nadie debería pasar las Navidades solo. — me mira fijamente.

Durante un segundo, la idea de coger un vuelo a Nueva York y pasarlas con Neal y Noora parece la mejor idea del mundo. Luego llega la Kara realista para recordarme que no puedo permitirme un billete al otro lado del charco y que sería raro además.

— Lo haré. — murmuro, aun pensativa.

— ¿Cuál? ¿La primera o la segunda? — sus ojos castaños me miran de arriba a abajo.

Ahora que llevamos bastante tiempo conociéndonos, puedo decir que la vez que le conocí fue la primera vez que llevó gafas en público. Según el, las gafas le quedan fatal y la idea de llevarlas le atormenta y aunque yo pienso todo lo contrario, — que con ellas es la persona más sexy del mundo— , no le digo nada, primero porque sería inapropiado ya que apenas nos conocemos, y segundo porque también está guapo sin gafas.

De hecho, ni siquiera sé qué hago contándole mi vida a Logan, pues apenas es un desconocido para mí. Según Olivia, debe ser justo eso, como no le conozco, siento que puedo ser quien quiera ser y que no me va a juzgar.

Parpadeo y vuelvo a la realidad.

— No lo sé. Tal vez la segunda. O la primera. Pero te prometo que pensaré ambas. — me regala una sonrisa y saca sus cascos, me los pasa con una sonrisa enorme, y yo sé lo que quiere decir sin necesidad de palabras.

En este tiempo, hemos descubierto—, bueno, yo lo sabía de mí misma, pero pensaba que era la única humana que lo hacía —, que nos encantan las canciones tristes. A mí, personalmente porque me transmiten más, mucho más. Al escuchar cualquier álbum de un artista, prefiero esa canción que a todo el mundo le hace llorar que la más enérgica. Y Logan también.

Pongo la playlist que creamos los dos y volvemos a casa perdidos en la música, y en nosotros mismos.

(...)

Olivia y Ethan se han ido hace bastante rato. Cuando se han visto se han dado un abrazo y apenas cinco minutos después han intentado ir al baño disimuladamente, que no ha servido de nada porque todo el mundo se ha dado cuenta de lo que van a hacer. Al final nos hemos quedado Logan y yo, porque Dan ha decidido irse también para "no interrumpir nada." Sí, mis mejillas siguen como dos tomates después de esas palabras.

El concierto ha sido genial, de verdad. Un poco agobiante, porque la gente no paraba de gritar y la mayoría de persona se sabía las canciones, cosa que ha hecho que los cuatro estuvieran llenos de felicidad y sonriendo todo el tiempo.

Logan y yo nos quedamos un rato más hablando, hasta que yo decido salir porque me estoy agobiando demasiado. Empezamos a andar, sin dirección ninguna. Ni siquiera somos conscientes de que hora es, hasta que a él le llama uno de sus compañeros de piso y entonces me dice que son casi las doce, así que decidimos volver a casa.

Las luces de Ámsterdam y nuestras risas nos acompañan los veinte minutos hasta que llegamos a mi casa. A pesar de que le he insistido a Logan varias veces que no hace falta que me acompañe a casa, él insiste diciendo que lo hace solo porque le gusta caminar y que de verdad que no le importa.

— De verdad que me lo he pasado muy bien hoy. —me dice mirándome fijamente. — Es genial veros a ti y a Olivia entre la multitud. A Ethan siempre le sube el humor y a mí también.

— Aunque no me sepa ninguna de las canciones. — confieso. Y es verdad. La última vez no fue tan exagerado, pero esta vez real que todo el mundo se sabía las malditas canciones. Olivia y yo nos mirábamos sorprendidas todo el rato.

—No importa. ¿Hay alguna que te llame la atención o te guste?

Se acerca un paso a mí.

— Me gusta la del principio, porque creo que es super enérgica y te sube el ánimo a tope. Pero la que me llama más la atención de todas es la que cantas tu solo con el piano. Para qué mentir, siempre...

— Me han gustado las canciones tristes porque me parece que tienen más significado para el artista. — murmura para sí mismo y yo sonrío, justo lo que quería decir—. Lo sé. Es una de mis canciones favoritas también, la escribí hace unos meses, en un momento realmente malo.

— ¿Qué momento?

Casi como si mis palabras quemaran, se detiene en medio de la carretera y se gira hacia mí, en silencio. En el momento que nuestros ojos castaños se cruzan, lo entiendo: no quiere hablarlo. He sido ese tipo de persona durante mucho tiempo, por esos sé cuándo a alguien le pasa.

— Está bien. —le digo antes de que abra la boca—. Lo entiendo.

— No es... No es por ti. Y sé lo típica que suena la frase, pero es cierto, de verdad. Es como... — se rasca la nuca—. Quiero hablarlo y las palabras no salen.

Lo entiendo. Mejor que nadie. Sin decir nada y sorprendiéndome tanto a mí como a él, paso mis brazos por su cuello y le doy un abrazo. Uno de esos que me hubiera gustado que me dieran a mí cuando estaba tan confundida sobre mis propios sentimientos. Acaricio su espalda y siento el aliento de Logan en mi cuello.

Y demonios, todo mi cuerpo reacciona a abrazo: mi corazón se encoge, mis manos tiemblan y mis nervios se disparan, pero aun así me digo a mí misma que debe ser porque no estoy acostumbrada a este tipo de muestras de cariño con personas que no sean Neal o Noora.

(...)

No sé si subir otro capítulo así que dejadme en los conentarios si queréis otro más o no (porque este es bastante cortito)

Espero que os guste 💞

Tú y yo, en Ámsterdam.Where stories live. Discover now