E P Í L O G O - PARTE 1 ✔

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Desperté y al no sentir a nadie a mi lado me senté y me miré toda la habitación, estaba vacía. No había ninguna nota en mi mesita de noche como acostumbra dejarme Harold cuando va a salir, por lo que confundida me levanté y salí de la habitación. Bajé las escaleras y no había nadie, subí de nuevo y entré a la habitación de los gemelos. Tampoco estaban.

Apenas eran las nueve de la mañana y era sábado por lo que comencé a preocuparme. Alguien tocó la puerta principal y fui a abrir. Ahí estaban Emily, Adriana y Abigail paradas.

- ¿Qué hacen aquí?¿Saben dónde está el resto de mi familia?

- ¿Lo has olvidado acaso?- preguntó Abigail y parecía querer desmayarse.

- ¡Hoy es tu boda!

Todas hablaron al unísono y sentí mis piernas flaquear.

- Lo olvidé, mier...

- Sin palabras malas, tía.- dijo Abigail.

Entraron a mi casa y se pusieron a preparar mi desayuno.

- En verdad no sé cómo se me olvidó eso, lo llevo planeando seis meses y no tengo idea de cómo borré esa información.

- Lo importante es que ya estamos aquí y que Marco está en camino.- dijo Adriana.

Volvieron a tocar la puerta y Emily fue a abrir, Marco llegó y Juliette con él, cargué a mi hija en mis brazos y fuimos a la cocina.

- Bien, ¿Qué hacemos primero?

- Pues debe darse un baño y el maquillaje.- dijo Marco, mi maquillador y estilista de este día, y hermano de Adriana.

- dijo Marco, mi maquillador y estilista de este día, y hermano de Adriana

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No podía creer lo que pasó en estos dos años desde que Harold regresó.

Primero, es que mi novio contacto a Adriana, la ex novia de mi hermano, terminaron porque él se iba a ir. Adriana llegó y luego de mucho esfuerzo logró que Adam volviera con ella. Mi hermano dejó de creerse insuficiente e inútil gracias a ella y salió adelante. Ellos viven muy felices en nuestro antiguo departamento con un perro llamado Ricci, ya que su pelo es rizado.

Segundo, Emily y Thomas se casaron tres meses después en una hermosa ceremonia en un lujoso salón de un hotel en New York, ella estaba más que hermosa y estaba muy feliz por el hecho de que su hermano este ahí para entregarla al que ahora es su esposo. Y Thomas, yo fui quién lo entregó, fue un gran honor.

Luego de eso no tardaron mucho en pensar en adopción y luego de varios papeles y una larga espera la pequeña Abigail estaba con ellos, fue una pequeña de cinco años que les robó el corazón a ambos de inmediato e hicieron todo lo posible para poder tenerla y lo consiguieron. Son una hermosa familia que vive en dónde antes lo hacíamos Harold, mis hijos y yo.

Por último, mi familia y yo nos mudamos para darle su privacidad a los recién casados y para poder tener nuestro propio espacio. Nos mudamos a una casa similar en la misma calle y hacemos una parrillada cada fin de semana que podemos.

Al final Harold me pidió matrimonio hace siete meses luego de una serie de sorpresas luego de graduarme de la Universidad, ahora era un repostera en un famoso restaurante aquí en la cuidad. Fue algo mágico y hermoso, una moche que nunca voy a olvidar.

Todos participaron al hacer un gran cartel dónde Harold me preguntaba si quería ser su esposa, obviamente acepté y es así como llegamos hasta el día de hoy.

Hoy me caso, desde hoy voy a ser la señora Annette Jenkins, esposa de Harold Jenkins.

Todos estamos bien y felices.

- ¿Puedo pasar?- preguntó Adam desde el otro lado de la puerta.

- Si.- dije, entró y me miró asombrado. Thomas rió a mi lado por como me miró mi hermano.

- No puedo verte del todo pero puedo ver que estás más que guapa.- dijo y sonreí.

Mi hermano estaba mejorando, luego de varios tratamientos está recuperando la vista de a poco. Aún le cuesta distinguir la cercanía o lejanía de algunas cosas y tiene problemas con el contorno pero eso se lo va a arreglar con una cirugía en una semana.

- ¿Vas a llorar?

- No te burles.- dijo y reí.

- Te quiero dar las gracias por no haberme dejado en las manos del gobierno cuando papá murió.

- No podía permitirlo, eres mi hermana y al enterarme lo que te hacía mi padre ni quise imaginarme que podrían hacerte otras personas. No entiendo porque nunca me lo dijiste.

- Me decía que yo era una carga y lo creí, me lo metí en la cabeza y no quería que pienses eso de mi, por eso no te molestaba con eso.

- Tú nunca serías una molestia o una carga para mi o para cualquiera, además no lo decía de verdad.

- No me dejen caer, por favor.

- Nunca.- dijeron Adam y Thomas al mismo tiempo.

No pude decidirme por quién iba a llevarme en el altar y ellos con sus competencias para "demostrar" quién era el mejor pero eso no ayudaba así que ambos lo harán, uno a cada lado.

-¿Lista?- preguntó Thomas, asentí.

- Pues, allá vamos.

Primero entró Adriana con Aaron y luego entró Emily con Juliette mientras arrojaban pétalos de rosas de diferentes colores en el camino.

La marcha nupcial comenzó a sonar el todo el jardín, tenía ambos brazos entrelazados con los de los chicos, en mi mano derecha tenía un ramo de rosas blancas y rosas rosas, mi cabello estaba recogido en un moño y mi vestido era color marfil, largo y la espalda descubierta.

Comenzamos a andar y vi a Harold, y no es como me dijo Emily.

- Lo ves y ya no hay otra cosa en tu cabeza, sólo caminas hasta él con una sonrisa.

Lo que siento ahora es que en cualquier momento voy a tropezar, caerme y que él va a dejarme plantada frente a doscientas personas. Lo veo sonreír y trato de devolverle la sonrisa pero estoy demasiado nerviosa para eso. No miro a ningún invitado por miedo a distraerme y caer.

Después de lo que a mi me parece una eternidad llegamos.

- Pues, te dejamos a nuestra pequeña.- dijo Thomas.

- Sé que la vas a cuidar, y que la dejo en buenas manos.- dijo Adam, Harold tomó mi mano y ambos se fueron a sus lugares.

- Bueno, pues comencemos la ceremonia.

•••

- El primer baile como recién casados.- gritó Emily.

Harold y yo subimos a la pista de baile justo en el centro y la canción de It Girl de Jason Derulo comenzó a sonar. Él puso sus manos en mi cintura y yo en sus hombros. Mientras bailamos Harold me cantaba la canción en el oído y al terminar lo abracé y me besó.

- Se ven hermosos.- dijo la abuela de Thomas a la que conocí el día que Abigail llegó a nuestras vidas.

- Muchas gracias, señora Fernanda.

Esperándote Where stories live. Discover now