❪ 13. SIXTEEN YEARS ❫

Start from the beginning
                                    

—No terminaste —su voz se oía reprochante, aunque no parecía del todo un reclamo, era más... ¿Un tono decepcionado?

Sus ojos observaron la libreta, luego miro a su padre, así reiteradas veces antes de encogerse de hombros.

—No tenía muchas ganas de hacerlo —resto importancia, Reginald suspiro, aclaro su garganta sin apartar la mirada.

—Necesitas terminar, o los de mañana se juntaran con estos.

—Mañana terminaré entonces, y después haré los de mañana —murmuro, volviendo su vista al libro.

—Así no funcionan las cosas —advirtió

—¿Y por qué no? —cuestiono, frunciendo el ceño.

—Porque lo he dicho yo —ella rodó los ojos, cerrando el libro de golpe, se levantó de un salto posicionandose frente a su padre.

—Entonces porque yo lo quiero ya no los haré —señalo la libreta con la mirada, Reginald tuvo que reprimir un grito.

—Una mente tan poderosa y genuina como la tuya es solo digna de aquellos que sabrán manejarla —pronuncio, Chery suspiro, llevando las manos al puente de su nariz para pellizcarlo suavemente.

—Entonces quizá no soy digna —trato de marcharse, pero la presión de la mano de su padre en su antebrazo la hizo detenerse.

—Te estás comportando insolente, sabes muy bien que no me gustaría tener que castigarte —reprocho, la ojiazul apretó la mandíbula, mirando directamente a sus ojos.

Eran exactamente iguales, Reginald y ella tenían la mirada tan dura e impenetrable que eran inconcientemente un arma perfecta de manipulación. Pero para la mala suerte de la menor, Reginald jamás había cedido ante nadie, y ella no sería la excepción.

—Bien —repuso, soltandose de su agarre al desviar la mirada. Reginald extendió la libreta que ella tomo de mala gana, la abrió en la página que sabía se había quedado y sujeto entre sus manos la pluma que el viejo le extendía.

Bufó, observando las cinco ecuaciones a las que apenas les había prestado atención en la mañana. Bastaron unos pocos segundos para que la tinta se deslizara por las hojas y ella cerrará la libreta, extendiendola de nuevo al mayor.

—¿Ves que no era tan difícil? —cuestiono el del monóculo, una sonrisa apenas reconocible se instaló en sus labios, ella asintió sin mirarlo.

—¿Ya me puedo ir? —la mano de Reginald se posó sobre su cabeza, revolviendo los mechones por unos instantes antes de asentir.

—Trata de no malgastar el tiempo —recomendó, la ojiazul salió de ahí, volviendo a su habitación y sin notar como Sir Reginald suspiraba frustrado ante su notorio cambio de actitud —Todo tiene un porque, Alyssa...

—Trata de no malgastar el tiempo —recomendó, la ojiazul salió de ahí, volviendo a su habitación y sin notar como Sir Reginald suspiraba frustrado ante su notorio cambio de actitud —Todo tiene un porque, Alyssa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

❪ Cherry. ❫

LOS GOLPES CONTRA mi puerta llamaron mi atención, bufé.

No tenía ganas de nada, no cuando papá insistía en que debía ser el ejemplo perfecto de la familia. No cuando me seguía sintiendo como el primera día.

—Adelante —me force a sonreír, la cabeza del moreno se asomo por la puerta y entonces una genuina sonrisa se instaló en mis labios.

—¿Estás ocupada? —negué rápidamente, haciendo un ademán para que entrara, cosa que hizo cerrando la puerta detrás de él —Estaba con mamá, en la cocina... —comenzó, asentí indicando que estaba prestando atención —Y pensé, ¿Por qué no voy a ver lo que está haciendo la chica más linda que hay? —mis mejillas se sonrojaron, haciendomelo saber por el intenso calor que apareció en ellas.

Mordí mi labio inferior, sin poder dejar de observarlo mientras él se acercaba hasta mi cama, sentándose frente a mí.

—Así que... ¿Qué es lo que haces, linda? —suspire al escucharlo, me gustaban sus halagos, la atención que me ponía.

Para Diego yo era la chica más linda, la única para sus ojos, y sabía que el no se iría.

—¿En realidad? —el asintió —Solo pensaba —me encogí de hombros, un tierno puchero se instaló en sus labios, y yo no pude evitar que una risa eternecida se escapara de mí.

—¿En qué?

—No es nada importante —le reste importancia, el enarco una de sus cejas con duda —No trates de pensarlo, podría dolerte —advertí con falsa preocupación, el me miro ofendido provocandome una carcajada.

—Creo que tendré que acusarte —murmuro con los ojos entrecerrados, acercando su rostro al mío con advertencia.

Reí, producto de los nervios.

—¿A sí? —el asintió —¿Y con quién? —cuestione con burla, ahora fue su turno de morder su labio, sus ojos me observaban con atención.

Pasaron un par de segundos y su mirada no se apartaba de mi rostro, yo mantenía mis ojos fijos en los suyos.

—¿Me vas a besar o esperaras al fin del mundo? —cuestione, el río acercándose más a mí. La punta de su nariz chocaba con la mía y nuestros labios rozaban haciéndome sentir impaciente.

—¿En qué estabas pensando? —cuestiono una vez más, su aliento caliente choco contra mis labios.

—En tí.

—¿En mí, Cherry? —asentí, sus ojos miraron los míos por un instante antes de volver a debajo de mi nariz —Me gusta que pienses en mí.

author's note:primera narración de un personaje, oWAO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

author's note:
primera narración de un personaje, oWAO.

¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)Where stories live. Discover now