Capítulo 16: Nadie lo había forzado a besarme.

196 11 15
                                    

  ¿Evan estaba realmente besándome o había sido teletransportada a un universo alterno? Porque todo seguía siendo muy irreal en mi mente. ¿No sé suponía que estábamos discutiendo hace solo unos segundos atrás?

Evan me tomo por la cintura y llevo mi cuerpo hacia él, acomodándome a su figura y provocando que su beso fuese más intenso, no había sido capaz de reaccionar hasta que sentí su lengua rozar mis labios. Juro que en ese mismo instante me volví presa del pánico. Instintivamente llevé mis manos hacia su pecho y empujé de él. Pero cualquier intento fue fallido con esa enorme masa de músculos ardiendo en llamas sobre mí. Tristemente, me había percatado de que ya no poseía la misma fuerza de años atrás, o simplemente, Evan se había vuelto más poderoso. Yo creía que la segunda opción era la más acertada.

Conocía un método que era infalible en este tipo de situaciones y él cual había observado realizarse en más de una oportunidad. Además, tenía un punto a mi favor y ese punto era que Evan estaba con su guardia demasiado baja, así que era el momento preciso para ejecutarla. Levante mi rodilla rápida y ferozmente, propinándole un fuerte golpe a su queridísimo amigo. Evan cayó velozmente al piso, una expresión de dolor deformando todo su rostro. Cubrió a su amigo con ambas manos, como si cobijará a un pequeño bebé para tranquilizarlo de algún dolor. No pude evitar sentir una pizca de culpabilidad al verlo reaccionar de ese modo, pero era lo que se merecía por haberse comportado como un imbécil. Además, nadie lo había forzado a besarme.

- ¿Qué diablos ocurre contigo? -. Soltó Evan en un suspiro que se oía demasiado agudo. ¿En serio acababa de preguntarme aquello? Porque de solo pensar que la respuesta a mi pregunta era una confirmación, me albergaban deseos y pensamientos demasiados oscuros. Uno de ellos era, por ejemplo, volver a propinarle un fuerte golpe y recapitularle la experiencia a su amiguito.

- ¿Qué diablos ocurre conmigo? Querrás decir, ¿Qué diablos ocurre contigo? ¡Tú fuiste el imbécil que me besó de la nada y además no quería soltarme! La única persona que debería dar una explicación en este momento eres únicamente tú-. La conducta de Evan me exasperaba a niveles desconocidos.

- ¿De verdad me estás preguntando qué diablos ocurre conmigo? Pensaba que con las palabras que había dicho y el beso que te había dado la situación ya quedaba demasiado clara-. Juro que en ese instante utilice todo mi autocontrol para no saltar sobre él y matarlo con mis propias manos. Creo que mi cara era demasiado expresiva, porque Evan rasco su nuca con vergüenza y dirigió su mirada al piso. - De verdad lo lamento mucho Angie, lamento mucho no haberme detenido cuando me lo pediste, es solo que en ese instante me encontraba fuera de control, no estaba pensando en lo que hacía o decía. Así que, a pesar de las prolongadas quejas de mi compañero, agradezco que me hayas golpeado para hacerme reaccionar y volver en razón-. Aunque su disculpa había sonado algo rara para mí, había sido suficiente para apaciguar mi ira.

Evan levantó su mirada del suelo y dirigió su vista hacia mí, sus ojos penetrando intensamente los míos, cualquier rasgo de vergüenza había desaparecido por completo de ellos y su rostro había sido reemplazado por una expresión que no sabía cómo descifrar. - Lo lamento mucho Angie, pero por lo que no pienso disculparme es por mis sentimientos, me cansé de seguir ocultando lo que siento. Si el precio que debo pagar por revelarlos es tu odio, estoy dispuesto a pagar por ello-. Evan se acercó y tomo una de mis manos, llevándola cariñosamente hacia su pecho. – Angie, no estoy bromeando cuando te digo que he estado enamorado de ti por años ¿el beso? Fue algo que deseé hacer hace mucho tiempo, pero nunca tuve el coraje suficiente para realizarlo. ¿Tenía planeado besarte de esta forma? Jamás. Siempre pensé que la manera en la que ocurriría seria completamente distinta, mas tierna, mas romántica. Pero toda la situación me hizo perder el control-. Evan soltó mi mano y llevo las suyas hacia su cabeza, jalando de su cabello con desesperación. Sus facciones siendo reemplazadas por dolor puro. – Me mata saber que querías besar a ese tipo. Me mata saber que a pesar de todo este tiempo jamás he significado algo para ti. Pero me mata aún más saber que mi amor por ti jamás será correspondido. Me estoy volviendo loco con esto que llevo por dentro. Angie, no sabes cómo me duele amarte-. Pude sentir toda la agonía que acompañaba a esas últimas palabras. Y sentí culpa. Me sentí culpable por jamás haber notado lo que él sintió por mí.

Los Conflictos de ser fea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora