-Yo hago lo que se me de la regalada gana, y tú -puso un dedo en mi hombro -No me lo impedirás -sonrió.

-Primero -saqué su dedo de mi hombro de un golpe -A mí no me tocas, mocoso -sonreí -Segundo, la chica que está a tu lado no te quiere, amigo -vi como empezaba a enojarse -¿No lo ves por ti mismo?

Rió sin gracia -Ella me ama a mí y sólo a mí -la observó -¿O no bebé?

Mina miraba a Bambam y luego repetidas veces a mi. No sabía que decir.

-Yo... eh... -me observó.

-¿O no bebé? -volvió a repetir entre dientes. Jaló su brazo bruscamente.

-Sí... y-yo... yo te amo sólo a ti -me observó y me dijo un "lo siento" con la mirada. No puedo creerlo.

-¿Lo ves? Ahora vete, escoria -me empujó.

Miré a Mina y luego me fui a quien sabe donde. Rondaba por todo el colegio, sí, me perdí las clases pero ya no me importaba hacerlo o no. No sé que me estaba pasando, pero sentí como una apuñalada en el corazón al recordar esas palabras. ¿Por qué me siento así?

Estaba caminando por el pasillo del último piso cuando siento unas manos en mi brazo jalandome hacia un salón vacío. Iba a gritar pero unos suaves labios se posaron en los míos, impidiendo que gritara.

-Soy yo, Chaeng -cerró la puerta con llave y la tiró por ahí con la mano que no agarraba mi cadera.

-Suéltame -me agarró mas fuerte -No quiero que me toques, Mina -intenté salir pero se me hacía imposible.

-¿Acaso te enojaste por lo que dije allí? -rió.

-¡No! -negué.

-¿Y por qué estás así? -dijo sonriendo cínica.

-Porque... ¿tengo que tener una razón para estar enojada? Suéltame o te patearé los ovarios -dije casi gritando.

De un rápido movimiento impidió que yo la pateara y gracias a eso quedé contra la pared. Gracias dios por estar en mi contra, te lo agradezco.

-¿Me vas a decir? -arqueó una ceja.

-No -dije seca.

-¿Ah no? -se acercó a mis labios -¿Y si te beso me lo dirás? -sonrió.

-Y-yo... -y me besó.

Sus labios se movieron como si tuvieran vida propia. Esos cálidos labios que nunca me voy a cansar de probar.

-Mina -volvió a besarme -P-Para... -volvió a hacerlo otra vez pero salvajemente.

-Me encantan... -me besó. Pero este era más apasionado y con mucha lujuria.

Nuestras lenguas se encontraron. Ella exploró cada rincón de mí boca y eso ya me estaba poniendo algo caliente y sobre todo, excitada.

-Mina... -susurré mientras me separé de sus labios.

-Dime porque estás enojada conmigo...

-Dijiste que lo querías... ¿sabes como me puse cuando salieron de tu boca esas horribles palabras? -la observé.

-Sé como te has puesto linda, fue toda una mentira y al parecer se la creyó el idiota -sonrió -Créeme que solo soy tuya hermosa... -me dio un corto beso y sonreí.

Las palabras que oí me excitaron. Sentía que Seonnie empezó a despertar. Sí, mi miembro tiene nombre gracias a Momo. No sé que se habrá fumado ese día, pero al menos el nombre es bonito.

-Parece que alguien está feliz hoy -sonrió mirando mi miembro -¿Quieres que te ayude? -se relamió los labios inconscientemente.

-N-No, yo pu-puedo sola -me tapé la zona erecta.

Dios ¿no puede haber otro momento más vergonzoso que este? Una erección frente a la persona que te lo provocó mientras se ofrece a ayudarte. No sé si reír o llorar porque esto no se ve todos los días.

La vi sonreírme con malicia y pícara para luego acariciar mi amiguito que se encontraba más que erecto.

-Oh Dios -jadeé ante la placentera sensación que se sentía.

-¿Te gusta? -sonrió -Déjame relajarlo -sonó tan sexy que de tan solo pensar lo que haría esta mujer me excitaba demasiado.

Ella bajo mi falda cuidadosamente para encontrarse con mi bóxer y mi resaltada erección.
Se agachó un poco y lo bajo para encontrarse con mi miembro y sorprenderse en el acto.

-Wow... es... es e-enorme -se volvió a relamer los labios. Lo miró por unos segundos.

-Entiendo si no quieres... -Miré para otro lado -A-Ah -observé rápidamente a Mina quien estaba lamiendo mi amigo.

Cerré los ojos. Esta sensación se siente demasiado bien. No podía creerlo, Myoui Mina estaba haciendo estás cosas conmigo, no me esperaba que estuviese lamiendo mi miembro como si de un helado se tratase.
Inconscientemente tomé su cabellera y la empujé más hacia mí. Tan solo escucharla ahogarse por la falta de espacio me excitaba más de lo que ya estaba.
Sentía que ya me iba a correr, no quería correrme en su boca porque pensaría que soy una sucia y depravada.

-M-Mina... M-Me voy a c-correr -dije entre jadeos y gemidos.

No me escuchó y siguió con su asunto hasta que llegué al orgasmo. Me sorprendió bastante que se haya rehusado a irse y terminar tragando toda mi esencia.

Con ayuda de ella me puse el bóxer y me subí la falda.

-¿Sabías que eres deliciosa, no? -me tomó por las caderas acercándome a ella.

-No sabía que te gustaba hacer eso...

-Oh sí, y más cuando te lo hice a ti -sonrió y me besó -¿Vamos?

-Vamos -sonreí.

Al terminar nos fuimos a casa. Ignoré las llamadas de mis amigos y ella hizo lo mismo. Nos divertimos mucho en casa ya que prácticamente hablamos todo el día, pude conocerla aún más.

Hoy estaba demasiado feliz, o sólo por lo que hizo, si no por los besos y todas las caricias que me brindaba. Me sentía protegida a su lado, me sentía como en casa. Me hacía sonreír cada vez que me sentía mal. Yo debo estar delirando, eso es todo.

Nunca nadie había despertado este tipo de cosas en mí, es raro pero se siente más que bien.

¿Y si esto es a lo que Jihyo se refería?
¿Y si esto es lo que se siente al estar enamorada?

No.
Yo nunca estaría enamorada de ella.



Eres Mía [MiChaeng] G!P Where stories live. Discover now