La canción es para la parte de Jungkook, cuando llegues allí puedes ponerle play.
•Park Jimin•
- Mira estos zapatos, son bellísimos.
- Combinan con mi camisa nueva.
- Ji, Esta blusa se vería hermosa en ti.
Tus amigos miraban la ropa demasiado entusiasmados ya que tenían planeado comprar ropa con sus pagos. Tú no te sentías así ya que te habían corrido de tu empleo injustamente.
- Ahora vuelvo, iré a comprar.- saliste de la tienda para ir a comprar una botella de agua y unas paletas que te gustaban.
Cuando volviste, tus amigos seguían igual y decidiste esperar en la entrada. Mirabas una construcción que estaba delante tuya mientras comias una de las cuatro paletas. No podrías creer que aquellos trabajadores no tomaran medidas de precaución con los transeúntes. Podría haber un accidente pero no les importaba.
- ¡Cuidado!.- aquellos trabajadores jugaban con una viga enorme sostenida del medio por una sola soga.
Aquella cosa pasaba por debajo de sus cabezas y como vara de Hawaii la esquivaban mientras reían. Te dio impotencia de no poder hacer nada. Mientras la gente tuviera cuidado, estaba medio bien.
- ¡Ji, este bolso es bellísimo!.
- ¡Lo es!.- sonreiste para ella pero volviste a mirar la calle.
Cuando tu mirada volvió, miraste que un chico pasaba por ahí sin notar que la construcción estaba arriba de él.
Maldición. Mira arriba.
Te decías como si por telepatía él escucharía. No querías ver morir a alguien frente a tus ojos. Retiraste la paleta de tu boca y caminaste un poco al frente.
- ¡Oye! ¡No camines por ahí!.- parecía no escucharte.- ¡Oye! ¡Chico!.
Tu corazón comenzó a latir rápidamente cuando aquella cosa que sostenía la viga, la llevó arriba del chico, arriba de su cabeza.
No puede ser.
Tomaste la decisión de pasar la calle sin mirar. Algunos autos se detuvieron de golpe mientras te insultaban y sus claxons sonaban pero querías llegar a aquel chico estúpido. Bueno no era su culpa, en parte.
Una vez más miraste la viga arriba de sus cabezas que se soltaba de aquella soga. Tenías que pensar rápido. Empujaste al chico y te sujetaste a él haciendo que ambos cayeran al suelo a un lado de donde la gran viga había caído. Tú no pudiste ver cómo se partió por la mitad porqué caíste de boca, pero aquel chico si porque cayó de trasero.
El sombrero y las gafas que llevaba el chico cayeron al suelo y pudiste ver su cara. Se percató que estuvo apunto de morir.
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