HERMANOS

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Desde que tengo memoria, mi hermano mayor siempre ha estado conmigo en las buenas y en las malas, los recuerdos más allá de los cuatro años están un poco borrosos, pero de lo poco que a mí respecta están esas veces en que yo siendo solo un bebé inocente le tenía un profundo miedo a la oscuridad, como es comúnmente. Alucinaba con una figura extraña, alta, humanoide, mirándome desde una esquina, con unos penetrantes y profundos ojos rojo sangre que se distinguían entre toda esa penumbra.

-No te asustes...- Me decía mi hermano. -¿Quién es mi hermoso hermanito? ¡Tu! ¡Si tu Peter!-

Era la forma en que recuerdo como calmaba mi miedo, y siempre funcionaba. Después de eso mi madre entraba a la habitación, me sacaba de la cuna y me arrullaba en medio de la paz de la iluminación de la lámpara. Lo único que me extrañaba de esto, era que por más que girara mi cabecita hacia todas partes, mi hermano y la sombra de ojos rojos ya no estaban conmigo.

El problema vino cuando crecí un poco más, mis sentidos ya desarrollados, entre ellos el habla, confundían demasiado a mis padres y no precisamente por la falta de coherencia, después de todo aun estaba en mi pleno desarrollo infantil.

-¡HALY!-

Era lo que yo balbuceaba en muchas ocasiones, en realidad trataba de decir Harley, el nombre de mi hermano, mientras él me sonreía y yo extendía los brazos para que me cargara. Mi madre, quien me tenía en sus brazos, comenzaba a temblar automáticamente y en un semblante serio me repetía.

-¡Ahí no hay nada cariño!- Obligándome a bajar los brazos, pero yo como el niño necio que era me negaba y mi llanto salía desesperado en busca de que mi hermano me tomara entre sus brazos. -¡PETER CÁLMATE!- Gritaba ella, pero no quería, no hasta sentir el tacto de mi hermano, porque nunca lo había sentido, él siempre me lo había negado con un par de lágrimas cayendo por sus pálidas mejillas.

-¿Qué pasa Pepper?- Pregunto mi padre entrando a la habitación, a lo que yo volvía a gritar el nombre de mi hermano, pero otra vez, ya no estaba ahí.

-Tony... Es que Peter...- Le respondió a medias, mi madre.

-¡HALY! ¡HALY!- Gritaba.

-Peter si sigues así no te llevare al parque ¿Entendió?- Me amenazo, fastidiado de mi terquedad, yo solo me limitaba a callar, después de todo mi hermano se había ido, por el momento.

Pasaron los años y era exactamente lo mismo, yo podía ver a Harley pero nadie más, la extraña figura de ojos rojos aparecía solo en las noches junto a mi hermano, fue cuando crecí más que comprendí una cosa, la criatura no me vigilaba a mí, sus ojos nunca estuvieron sobre mí, sino sobre mi hermano mayor.

-¿Por qué nadie puede verte? ¿Eres mi amigo imaginario? ¿Qué es eso?- Aquello ultimo lo pregunte señalando a la criatura de ojos rojos, ya le había perdido el miedo hace años, después de todo Harley decía que no me haría daño y yo le creía fielmente.

LuHarWhere stories live. Discover now