Powers ➻ נ σ ε я ι c к ⓣ

•Final•

•Tiempo después•

Erick se acuesta en el pecho de Joel, contando una vez más las historia que cautiva casi a media escuela.

-Y entonces corte el cable rojo y salve a toda la escuela. Luego todos empezaron a gritar: ¡Erick!, ¡Erick!, ¡Erick! Fue épico.

Joel lo atrae más hacia su pecho y besa su cabello mirando a los chicos que se encuentran en frente de ellos.

-Podrían dejarme a solas con mi novio -pide reforzando su agarre en su cintura.

-Pero es divertido escuchar la historia.

-¡Sí! -complementa el de al lado- Yo quiero escucharla otra vez.

El rizado ríe ya teniendo una forma de botarlos.

-Si les hago una nube gigante de la que caiga nieve ¿Se van?

-Suena justo -responden al unisonido.

El mayor mueve sus manos como si de magia se tratara y en minutos se forma una gran nube de la que empieza a nevar y los niños corren veloces hacia ella sacando sus lenguas para atrapar copos de nieve con esta.

-¿Por qué siempre tienes que alejar a los niños que quieren escuchar mis historias? -cuestiona inflando sus mejillas.

-Porque eres mio de mi. Y necesito pasar tiempo a solas contigo aveces.

Hace unos años que ya terminaron la secundaria y todo a estado  marchando bien desde entonces.

O bueno mucho mejor desde que el rizado le pidió ser su pareja aquel día después del incidente de la bomba.

Aveces les gusta volver a la escuela solo para recordar los lindos momentos que vivieron ahí.

Especificamente el jardín.

-Tu puedes tenerme cuando tu quieras. No se vale -responde riendo porque sabe que el mayor lo va terminar besando. Como siempre.

-Pero yo quiero tenerte todo el tiempo. Tampoco se vale.

-No todo el tiempo. Además tu no me teletransportas conmigo nunca.

-Solo uso ese poder con la gente con la que no quiero pasar el tiempo. Simplemente los teletransporto y ya está. En cambio yo amo disfrutar cada segundo a tu lado.

El menor se sonroja y besa su mejilla suavemente.

-Te amo.

-También te amo, mi amor. -contesta con su mirada chocando con una de las favoritas de Erick.

Margaritas.

Arranca una y el ojiverde lo mira confundido.

-Me quiere -arranca uno- no me quiere -arranca otro- me quiere -otro, otro y otro.

Y así sucesivamente hasta llegar a un: No me quiere.

Su boquita forma un puchero y Erick se sienta encima suyo conciente de que los niños alrededor los miran raro.

-La flor dice que no me quieres -infla sus mejillas triste.

-La flor esta pendeja. Yo te adoro.

Joel sonríe cuando el ojiverde sube sus manos a su rostro para unir sus labios con los suyos.

Corresponde al instante pasando sus manos por su cintura y segundos después ya lo está acariciando como si no hubiera pequeños a su alrededor.

-Chicos. -menciona Hector llamando su atención y ambos se separan avergonzados al darse cuenta.

-Ya nos vamos.