capítulo 2

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Ya había pasado una semana desde que los Gold y Bronze Saint Despertaron, todos estaban buscando terminar las reparaciones del Santuario, estaba aún casi en ruinas por sus combates.

- Mucho ha cambiado este tiempo - Dice Seiya para sí mismo, caminando por el coliseo con un escombro sobre el hombro. Aun con Saori recuperar la tierra, la influencia de Artemisa se quedo gradada en el Santuario, era raro ver que perdió la memoria y al recuperarla no pudo detallar bien en el Santuario, ahora apenas reconocía algo.

- Sei - Fue la voz de Shoko acercándose a él. Esto también le era nuevo, la chica que vio hace años cuando apenas obtuvo la Cloth de Pegaso, como también parte de su ejército de Athena como una Doncella, Seiya ya estaba enterado de todo lo de Eris y las Saintias, agradecía no tener a otra Shaina tras él al haberla visto sin mascara.

- Ten cuidado, apenas te paraste hace poco tiempo, y sigues herido. - Dijo ella. Shoko usada su vestido de doncella, adornado con pequeños brazaletes y accesorios de oro.

- Estoy bien. No quiero quedarme sentado, mucho esta muy diferente.

- Estuvimos solos un tiempo, hubo muchos problemas que apenas logramos resolver, desde el santuario hasta cuidarlos.

- ¿Enserio?

- Si. Las chicas y yo nos cuidabamos. Shinato, Mirai, Shaina, Marin, Juan, Retsu, Georg, Jabu y los demás se encargaban de las misiones e intentar reparar el baño luego del ataque de Khronos y los Ángeles de Zeus.

- Entiendo. Hablando de eso ¿Cómo está el Hermano de Marin?

- De momento está tranquilo. Marin lo ha estado sobreprotegiendo un poco, está feliz de verlo otra vez luego de casi perderlo por la flecha de Artemisa.

- Shoko ¿Qué pasó exactamente con él? - Le daba vergüenza admitir que nunca se le pasó por la cabeza algo de Touma luego de la aparición de Apolo, ni de Marin.

- Luego de recibir el ataque de Artemisa, quedó desmayado un rato, pero ella lo apartó de Marin para cuidarlo al tenerle aprecio a Touma lo cuido, en este momento Marin está feliz de tenerlo otra vez.

- Entiendo... - Baja un poco la mirada, antes de pensar un poco y recordar a su hermana, ahora la recupero, podía verla en el pueblo cuando quisiera, no lo sabía pero él y su maestra se parecían más de lo creían. Ahora ambos estaban con sus hermanos. - Me alegro por ella. Vamos con los demás.

La mala suerte es que ninguno de los chicos, ni los Gold o los Bronze se quedaron en cama, apenas recuperaron la fuerza para levantarse volvieron todos a sus actividades.

En ese momento, Aioria, Ban, Dohko, Geki, Jabu, Georg, Milo, Shura, Hyoga, Alde y Shiryu, estaban buscando levantar varios escombros de los más pesados. Todos los 12 templos Dorados tenían fuertes daños, debido a que la pelea final se liberó en ellos. De verdad habían podido lograr poco en ese tiempo, fue difícil, pero Saori esperada tener todo más tranquilo al despertar los chicos y los Gold ya que aun con toda la presión sobre ella tenía su confianza en los chicos.

Los chicos estaban con el pecho al descubierto y muy sudados, notándose que llevaban un buen rato trabajando.

- ¿Seiya...? - Musito Aioria al verlo junto a la Saintia - ¿Seguro que quieres empezar a trabajar? Tu herida hecha por Hades nunca se cerró totalmente. - Al ser una herida provocada por arma divina, era muy difícil para un mortal que esta se cure por completo. Siempre existirá esa cicatriz.

- No me quiero quedar como inútil. Claro que los ayudare. - Reafirma su decisión dejando el escombro sobre el piso.

- Bueno, mueve el culo y ayúdanos con los pilares del templo de Sagitario. - Grito Jabu a un lado mirándolo desafiante, a un lado el Silver Saint no hace más que chasquear la lengua y voltear la mirada. Siguen siendo niños. Fue lo que pensó.

Doncellas de Athena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora