Cap. 5

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Al día siguiente fui  a recibir a Albert al aeropuerto, sorprendentemente Nikolai, otro de los amigos más cercanos de Julian lo acompañaba.

"Necesitaremos toda la ayuda posible" había dicho Albert al notar mi sorpresa y le sonríe a ambos agradecida.

Puse a Nikolai al tanto de las noticias, solo las relevantes pues no le tenía la demasiada confianza para contarle mis problemas personales como se la tenía a Albert, él no podía creer lo que estaba escuchando y su cara fue de absoluta sorpresa.

Ahora, estamos en la sala esperando a que  llegue Julian todos en silencio pensando que  le diríamos y en qué forma que hiciera que   no saliera corriendo.

20 minutos después llego  Julian que saludo entusiasmado a los chiscos sin darse cuenta que estaban aquí para tratar de detenerlo.

Me parte el corazón al verlo tan emocionado para reunirse con dos amigos que no podía ver tantas veces como quiera y saber que le  estamos en cierta manera mintiendo al decirle que habían viajado desde lejos solo para verlo y ponerse al corriente sobre cuando empezarían otra vez la grabaciones de las canciones faltantes de  su álbum . Pero me recuerdo esta mentira es por su bien… para nuestro bien.

Mientras platican en la sala de estar, termino la cena en la cocina. He hecho toda la comida  italiana  favorita de Julian, en un intento por calmar mi remordimiento. Puedo ver el entusiasmo de Julian al ver la comida.

-¡Mierda! Tú eres algo especial- Me besa en la sien y sonrío.

Está casi sobrio, creo, pero no totalmente, porque él nunca lo está al cien por ciento.

Nos sentamos a comer y el tiempo pasa  amenamente, Albert y Niko me  felicitaron por mi libro y nos pusimos al corriente unos a otros de lo que nos estaba pasado y  recordando sobre viejos tiempos.

Ellos continuaron  hablado en el salón mientras limpio la cocina. Hay un poco de humo  en mi sala de estar porque Julian está fumando de nuevo,  está bien por el momento ya que no quería que  empensara en tomar. Por lo menos ahora no pues tenía la esperanza de mantenerlo tan sobrio como sea posible para esta charla o mejor dicho, la intervención.

Puedo saber que las conversación se están poniendo más seria pues ya no escucho las risas de nadie. Abro la puerta de la cocina para verlo sentado en el sofá más grande  frente a Niko y Albert, con sus brazos extendidos a sus lados y las palmas para arriba como para proclamar su inocencia.

-¿les estás diciendo a ellos que bebo demasiado?-Julian no me miro, pero por el tono en que lo dijo sabía que estaba bastante enojado

Bueno, esto no va a salir bien, pienso.

-Julian, estamos muy preocupados…- dice Nikolai  suavemente, y Julian se levanta.

-¿Qué diablos está pasando?-  dijo ahora claramente molesto.

-Jules, Albert ofreció a ayúdame a hablar contigo porque todos te amamos, pero estás fuera de control. ¿no lo ves?-le digo en el mismo tono que lo hizo Niko. 

Albert se levanta frente a Julian lo cual hace que lo tome como una amenaza, el levanta su mano  para lo que parece dar un golpe a Albert que esta distraído.

En ese instante  corro y  lo agarró por la espalda antes de que le pueda dar.. Él no debe saber que soy yo o al menos eso creo  pues  lanza el brazo atrás precisamente el ángulo correcto para atraparme justo debajo de mi ojo.

-¡Joder!-Grito, más fuerte de lo que jamás he hecho  y caigo tan fuerte sobre la mesa que hizo estallar un enorme ruido.

Albert aleja a  Julian de mí empujándolo con ambos brazos mientras Niko corre para ayudarme. 

Después de ahi todo lo veo en cámara lenta.

Veo a Albert gritándole a Julian, observo el rostro de Niko frente a mí pero no puedo escuchar nada, miro la sangre que brota sin control de lo que parece alguna parte de  mi cuerpo y  me arrepiento de haber comprado esta mesa de cristal en vez de la de madera.

Mis ojos buscan a Julian mientras lo veo caer frente a mí mirándome con una expresión horrorizada.

Huele a alcohol, fue lo último que supe antes de que todo se volviera oscuro. 

Under the dark Where stories live. Discover now