—¿Chloe, te sientes bien?

Ante la pregunta de Marie siento arcadas. Me levanto de inmediato, y corro hacia los sanitarios.

Al entrar, me dirijo a uno de los individuales. Mi cabeza está en el retrete, devolviendo las hamburguesas que en estos momentos me resultan asquerosas y para nada deliciosas.

Odio cómo el cuerpo actúa ante el vómito. Lo odio por completo. Las lágrimas brotan de mis ojos por cada arcada.

Hasta que por fin me calmo. Mi cabeza está caliente y mi boca sabe mal. Me pongo de pie y salgo hacia los lavabos. Marie está parada allí, con los brazos cruzados. Ni siquiera la escuché entrar.

Abro el grifo de agua fría y me mojo la frente, la nuca, mis muñecas. Me enjuago la boca, y Marie me convida una goma de mascar, se lo agradezco.

—¿Otra vez?

—Habré comido muy de golpe, eso es todo.

Me estudia con la mirada. No me gusta que me mire así.

—¿Te has estado cuidando? —la miro—. Tú y Hunter, ¿se han cuidado?

—Pues... sí.

—¡Cuánta seguridad!

Ruedo los ojos y suspiro.

—Hemos tenido un accidente, ¿vale? Pero tomé la píldora del día después.

—¿Y si falló el efecto? —me río—. No te rías, no me parece gracioso.

—Te estás alterando por nada.

—¿Sí? —coge mi bolso, recién me doy cuenta de que lo lleva colgando del hombro. Lo abre y saca de allí el test de embarazo.

—¿Has hurgado en mi bolso?

—Tu celular comenzó a sonar, era tu padre para saber dónde estabas. Y ahí lo encontré.

Asiento.

—Lo compré solo para dejar tranquilo a Hunter, él insiste en que lo haga.

—Y no me parece mal, estoy de acuerdo con él.

—Es solo un dolor estomacal.

—¡Ya deja de decir eso! Pude haberte creído antes, pero ahora no. Ni quiero preguntar por tu período.

—Soy regular, siempre llega el once de cada mes —Marie pone los ojos en blanco—. ¿Qué?

—¿En dónde tienes la cabeza, Chloe? ¡Hace dos semanas tuvo que haberte venido la regla!

Saca su celular, y me muestra el calendario. Marie tiene razón, dada la fecha en la que estamos, hace dos semanas tuvo que haber pasado.

—Oh...

—¡Te voy a matar! ¿Desde cuándo eres así de despistada?

No tengo respuesta, porque la verdad ni sé. Puedo meter como excusa al estudio, he estado muy metida en ello.

He estado tan metida en mis libros, trabajos prácticos, Hunter, mi padre y su resfrío, metida en otros temas que he olvidado la fecha. Me siento una completa idiota. Aunque bueno, lo soy.

¿En qué cabeza cabe haberme olvidado de los días así? ¡Más con el accidente sexual que tuvimos! ¡¿Cómo demonios me voy a olvidar de mi período?!

—Haremos el test de embarazo, aunque bueno, sospecho el resultado —no le respondo, me quedo en silencio, maldiciendo mi falta de atención—. Chloe, te estoy hablando —pasa su mano frente a mis ojos, pero no consigue mi atención. Sigo metida en mis pensamientos, en mi completa estupidez—. No me hagas la gran Edward Cullen en estos momentos, no te quedes tildada, ¡vamos!

A través de ti (En físico y en Ebook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora