Capítulo 13

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Los días siguientes fueron de lo peor. Me sentía muy culpable y tonto, no tenía ganas de salir para nada y me empezaba a parecer divertida la vida sedentaria. Tenía una sensación de que algo había hecho mal que no se iba por más que tratara.
Había hablado con Mabel sobre la situación con _______ y ella me aconsejó dejarlo todo por la paz por unos días y confié en lo que me dijo, pero cada día que pasaba me irritaba más y más. Mabel no había platicado conmigo como solía hacerlo ni tampoco se había pasado horas de charla telefónica con _______, y sabía que era porque no quería ponerse del lado de ninguno. Pero por otra parte, lo único que pensaba era qué podía hacer para demostrarle que ahora lo recordaba todo; que cada momento que pasamos juntos ese verano en Gravity Falls no era un error sino de las mejores cosas que me podrían haber pasado y era muy real. No me gustaba pensar que todo lo que le dije aquella noche se iba por un tubo así, sin más.

Tal vez no me creería pero siempre valía la pena intentar.

La veía a ella y a Max pasar por los pasillos de la escuela junto al director y, los que supuse, eran sus padres. Me estaba afectando su presencia en todas las maneras, más que nada en la emocional. Dejé de prestar atención en las clases del profesor McFlurry y sentía que me iría pésimo. Me sentía cansado de hacer las cosas mal pero por alguna razón sabía que en el fondo de mí me aferraba a una pequeña esperanza de volver a interactuar con ______. Quería hacerlo por ella, por mí y por lo que fuera que alguna vez tuvimos.

—Chicos —habló el profesor McFlurry al entrar al salón—, buen día. Hoy tenemos gratificantes noticias y es que dos nuevos estudiantes entran a la escuela. Todo esto es nuevo para ellos, les pido que los traten de la mejor manera y los ayuden en lo que sea que necesiten —extendió la mano hacia la puerta que no había cerrado luego de entrar e hizo un gesto con los dedos para que las personas que acababa de mencionar pasaran.
Sabía de quiénes se trataba pero no pude evitar sentir algo en mi pecho.

Max y _______ entraron al salón y solté el aire que no sabía que estaba conteniendo. Eran ellos... en realidad lo eran. _______ lucía tan deslumbrante como la recordaba la noche de la fiesta, estaba tensa por supuesto pero me seguía pareciendo radiante. Max en cambio, no se veía para nada nervioso y supe al instante que le caería bien a todos. Ambos sonrieron tímidos y saludaron con la mano.
Sin pedirlo, Max fue el primero que habló.

—Hola a todos —empezó fuerte y sin dejar de sonreír—, mi nombre es Max Owen y vengo de Arizona... espero caerles bien y ser buen compañero —Max nos miró a todos y cuando me vio hizo un gesto con las cejas que yo correspondí. Luego vio a Mabel y le guiñó el ojo... pude notar que mi hermana se sonrojó y sólo reí. Después miró a ______, quien estaba a su lado y todos esperamos a que hablara.

—Hola, chicos —dijo con la voz un poco baja, insegura—. Mhm, yo soy _______ NorthWest y también vengo de Arizona. Sólo... yo espero conocerlos a todos y pues, si necesitan algo, lo que sea, pueden decirme.

Varios de mis compañeros de salón la vieron más fijamente cuando dijo su nombre, el apellido NorthWest era muy reconocido en todo el país.

Una vez que terminó de hablar, el profesor McFlurry nos dijo un par de cosas más y le asignó asientos a cada uno. Max y ella quedaron juntos en unos pupitres al frente de la clase.

Me daba la impresión de que _______ me había visto, más bien, sabía que estaba ahí pero me evitó la mirada. No me gustó mucho que lo hiciera pero no podía reclamarle.

Durante los siguientes días intenté llamar su atención de todas las formas que se me ocurrían; caminaba de un lado a otro frente a su pupitre cuando regresábamos del recreo, hacía sonidos extraños con la boca sin importar que varios compañeros me miraran, pasaba frente a ella muy lentamente cuando pedía permiso para al baño, cuando los maestros no estaban iba al bote de basura a tirar pedazos de hojas que recortaba de mis libretas porque realmente no tenía basura que tirar, me ponía cerca de su pupitre cuando me tocaba exponer frente a la clase, forzaba a Matías y Alex a sentarnos cerca de cualquiera que fuera la mesa donde ella se sentara, incluso llegué a pedirle cambio de pupitres a un compañero que se sentaba detrás de ella y no funcionó... pero irónicamente, lo único que no intentaba era hablarle de frente.

Estaba aterrado y me sentía tan culpable y estúpido. Sin embargo, decidí reunir mi valor para hacer las paces con ella, para hablarle y, si ella me lo permitía, empezar de nuevo.

Conquistándote de Nuevo (Dipper y tú) #Libro2Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu