¿Alguna vez escucharon eso de que cuando conoces a alguien comienzas a verlo en todos lados? Eso me sucedió a mí, un compañero de carreras misterioso que nunca reveló su verdadera identidad y un chico con niñera que corre con cada oportunidad de cer...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Miro la foto que le acabo de tomar a mis zapatos orgullosa de que no terminaron sucios después del día que tuve. Estoy en mi tercer año de residencia en pediatría lo que deja mucho para decir al estar expuesta a fluidos corporales de niños enfermos.
- Doctora Summer - me llama una de las enfermeras y volteo a verla guardando mi celular en la bata
- ¿Sí? - me acerco a donde está
- ¿Ha visto a la doctora St. James?
- Eh... - miro alrededor, voy a matar a Destiny porque estoy segura de que ya se fue pensando que nada más llegaría para su servicio - ¿Qué llegó?
La enfermera me mira dudando si debe decirme o no, pero termina entregándome la carpeta con los datos del paciente.
Va a tener que pagarme esto porque el residente que me recibe el turno acaba de llegar, pero nadie de ortopedia está alrededor, así que tendré que cubrirla para que no termine en problemas.
- Ya regreso - le digo a mi compañero que sonríe
- Voy a guardar mis cosas, ¿nos vemos en cinco?
- Quince, tengo que hacer algo, puedes ir por un café, no hay nada pendiente, pero enseguida te cuento
- Nos vemos
Miro la carpeta y verifico que debo ir a la cama tres suspirando y odiando un poco más a mi mejor amiga, nos conocimos el primer día de la universidad, estuvimos juntas durante toda la carrera de medicina y luego ella comenzó ortopedia y yo pediatría, las dos en el mismo hospital, lo malo es que pediatra se divide en dos sedes, así que a veces tenemos tiempo en los que estamos separadas, pero mientras estemos en el mismo intentamos que nuestros turnos sean juntos la mayor parte del tiempo, lo único que odio es que esta es la tercera vez que tengo que cubrirla luego de un turno de 36 horas.
Lo único intacto en mí son mis zapatos blancos porque mi cabello no está perfectamente peinado como cuando llegue, mis ojeras delatan mi estado actual y las cuatro tazas de café que me he tomado en la ultima hora no han podido ayudarme a sentirme activa.
- Hola soy la doctora Summer - entro leyendo en la historia clínica el nombre de mi paciente
- Bentley McBroom - dice y agradezco que haya mencionado su nombre porque no podía encontrarlo en las hojas que traje porque la enfermera no las llenó
- ¿Qué te trae por acá? - levanto la cabeza para encontrarme con él mirándome fijamente, sus ojos son rasgados y de algún tono de marrón.
- ¿No es obvio? - pone sus ojos en blanco como si estuviera irritado por mi pregunta y señala su pierna
