—Eres muy grosero. ¿Donde esta el viejito adorable de rizos?

—¿Viejito? ¿¡Como te atre...!?

—Eres mas dócil cuando estas con el. —Volvio a montar su bicicleta. — Sígueme, te llevo con Anathema, y quizá dejes de ser un idiota.

El demonio asintió torpemente y lo siguió.

*

Aziraphel seguía en la cocina, Anathema le había preparado una tarta de chocolate y fresas. Aziraphel estaba fascinado, era deliciosa, cremosa y crujiente... Hacía mucho que no probaba una tarta tan buena.

Más sin embargo, no se regocijaba como usualmente debido a la incomodidad en su vientre... No quería decir nada, pero el dolor se intensificaba cada vez más. La ocultista le sirvió un poco de té.

—¿Te gusta? — Aziraphale asiente. —Me alegra...

—Gracias, no tenías que molestarte.

—Quería hacerlo. —Le sirvió otro pedazo al ángel. — ¿Puedo preguntarte algo personal?

—Si, si...

— Crowley y tu... No lo entiendo. ¿Como paso? — Aziraphale deja el cubierto, sus mejillas están sonrosadas.

—Si te soy honesto... No lo se. Fueron seis mil años en los que estuvimos solo el y yo... Quiero decir, cada uno tenía cosas que hacer y no nos veíamos mucho pero, sabía que él rondaba la tierra igual que yo. —Hizo una pausa. — Supongo que, a pesar de ser un demonio, el es la persona más amable y buena que he conocido. Hay bondad en el y... Bueno, después de evitar el apocalipsis el me dijo que sentía algo por mi.

— Así que se confesaron después de eso...

—No, no, no. El me lo dijo... Pero, somos un ángel y un demonio, lo nuestro no es posible. Solo somos amigos, muy bueno amigos, compañeros, camaradas...

—Aja, de los que se besan, viven juntos, usan argollas a juego y van a tener un bebé.

—Precisamente... ¿Que? No, yo... Yo... —Anathema suelta una risa.

—Dime la verdad. ¿Lo amas? No como un amigo, dimelo ¿lo amas como una pareja? Por que estoy segura que él lo hace...  —Aziraphel hace una pausa, mira a la mesa sin poder decir nada.

—Yo... Lo amo. Lo amo con toda mi alma. — la sonrisa en sus labios dura pocos segundos pues una mueca se apodera de su rostro, sujeta su vientre sintiendo el horrible dolor que parece querer destruirlo por dentro.

No siente como cae de la silla, tampoco escucha como  Anathema grita y va a su lado. Todo se nubla por el dolor

*

—Ahí es. —Señala Adan cuando llegan a la cabaña. —Toca la puerta, no se si estén en casa. — Crowley camina sin escuchar al niño, chasquea los dedos y la puerta se abre. Corre hasta ella y entra sin siquiera preguntar o importarle nada más que no fuera encontrar a su Angel.

Cuando entra ve a Newton. Corre y lo toma por el cuello de la camisa levantandolo por sobre el piso.

—¿Donde esta Aziraphale? ¡Responde maldito humano!

—El... El... — Intenta hablar, pero se siente aterrado. —¡Esta arriba! ¡Arriba! — el demonio lo suelta haciéndolo caer estrepitosamente sube las escaleras de dos en dos, tirando en su camino un cuadro que colgaba en la pared y una lámpara.

Entonces lo ve. Aziraphale está en la cama, sujetándose la barriga y gimiendo de dolor con los ojos apretados y Anathema a su lado, tomando varios libros buscando que hacer para ayudarlo.

Su corazón se detiene.

*

Los ojos azules se abren lentamente, mira a su alrededor pero no logra divisar mucho pues todo luce un poco borroso. Solo puede sentir algo cálido y un aroma que reconoce a la perfección. Le acarician el cabello suavemente y no puede evitar ronronear.

Conforme pasan los segundos, se siente cada vez más consiente y puede sentir como le acarician el vientre suavemente.

—Estoy aquí, Ángel... Por favor, no me hagas esto. —Murmura muy cerca de el.

—¿Crowley? ¿Enserio eres tu?

—Ángel, gracias a... Lo que sea. —Aziraphale se da cuenta que están en la cama, Crowley lo abraza protectoramente por la espalda. —Temia perderte...

—Tonto, yo pensé que iba a perderte... No sabía si estabas bien...

—Shh. Estoy aquí.

—¿Y el bebé? —Pregunta el ángel exaltado. —¿Esta bien?

—La bruja dice que esta en orden... — Le besa suavemente la coronilla. — El dolor paro cuando llegue a tu lado, caíste inconsciente de inmediato...

—Así que Fred te necesitaba cerca.

—Eso parece... Pequeño diablillo.

Se dieron un corto beso.

A unexpected miracle. //Innefable Husbands//Mpreg//Where stories live. Discover now