Diario de una pequeña paranoica

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Hoy, me han pasado dos grandes cosas: primero, he descubierto que hay una hamburguesa del McDonalls que está prohibida; segundo, un chico... ¿me ha mirado?

En realidad de la primera no estoy segura. Y la segunda será, lo más probable una más de mis impresiones estúpidas. Realmente fue una cosa muy extraña. Posiblemente penséis que es un tontería tremenda y que en realidad han sido imaginaciones mías.

Cuando estábamos esperando el bus escolar, como nos habían dejado salir antes, estábamos nosotros solos esperando la linea que se dirige hacia la parte Este de la ciudad. Yo llevaba el abrigo puesto.

Un abrigo grande y pesado, poco estilizador, que me hace parecer un cilindro en vez de el botijo que realmente soy, pero muy útil en invierno y más en una ciudad costera en la cual entra un viento helado del Norte que traspasa el cuerpo y se instala en los huesos y las carnes con un ensañamiento impropio de una tranquila brisa que mueve acompasadamente las verdosas hojas de los árboles de la avenida.

Pero, a la hora en la que termina nuestro horario, un tímido y por decirlo de alguna manera taciturno sol empieza a calentar, como si tuviese que decirnos: ''la primavera se acerca'', pero sin hacer ruido, como si tuviese que callar.

El caso es que comencé a quitarme el chaquetón y para mi sorpresa, vi al chico (bastante) más alto que yo, mirándome fijamente. Pero, con una mirada que no fuí capaz de identificar. ¿Qué miraba? ¿Me miraba a mi?

Dudas, que ahora me impiden centrarme en el examen de Latín de mañana, pero que seguramente un vez me acuesté habré olvidado, o, ¿tal vez no?

También he aprendido un chiste nuevo:

-¿Te sabes el chiste del hombre atrapado entre dos vallas?

-No.

-Vaya, hombre, vaya.

5 de Febrero

* * * *

Siempre he pensado que lo peor que te puede pasar en el instituto es que se te pegue un pesado. Mentira, lo pero que te puede pasar es: que se te pegue un pesado que es estúpido pero se cree inteligente, que además es el marginado de la clase, pero que es el fondo tiene su corazoncito y puede resultar majo y agradable, y esto hace que te entre pena de él, y además de esto, empiecen a decir que estas saliendo con él.

Pero al margen de esto, mi día de hoy, a sido una mierda. Bueno, no, ha sido una mierda bastante bonita. He tenido guardía y la he pasado en la cafetería jugando al tute, estoy segura de que he suspendido el examen de latín, no me queda paciencia y, además, tengo que leerme el lazarillo entero para un examen que tengo el lunes que viene.

Y para mejorar esto, vamos a sumarle que ese chaval tan estúpido del que os hablo, vamos a llamarlo chico M (de marginado) se cree que soy su amiga y se pasa el día pegado a mi. ¿No sé da cuenta de que así me hunde la vida? Pero, claro, ¿cómo puedo decirle a M que yo en realidad solo hablo con el por pena? Sería muy cruel, y no sé de que manera decírselo. ¡Si es que es insoportable, no le aguanto!

Al final terminaré siendo una buenaza y todo. Esta va a ser la segunda vez que me pasa lo mismo. Si ya está todo inventado: ''El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra''.

Pero el día también a tenido sus partes buenas. En el descanso, pasé un gran rato con mis amigas, hablando de diversos temas, como el porque a, vamos a llamarla R (de rubia) le gusta un chico o de que el examen de latín era muy díficil.

R, por lo general es muy seria. Aún así le encantan los chistes malos, así que yo y una amiga, L (porque está loca), estuvimos buscando chistes malos que contarle. Como:

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⏰ Last updated: Dec 06, 2010 ⏰

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