BlackPink OneShots

𝑩𝒆𝒔𝒕𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 (𝑱𝒆𝒏𝒍𝒊𝒔𝒂)

-Lisa somos amigas y eso nunca cambiara, aunque te besé, aunque t-te toqué, quiero decir que no hay nada de malo en dejarse llevar por los deseos.

-Yo nunca dije que te deseaba.-Respondí nerviosa, volvi a mi escritorio sin prestarle mucha atención, seguí leyendo todo lo que me faltaba.

-Bien, te ayudaré.-Susurro cansada, en mi mente hice una celebración, eso hasta que la vi en ropa interior, se sentó en mis piernas.

-¡¿Qué rayos?!.-Me trate de parar pero ella no me dejo.-Esto es jugar sucio Jennie Kim.

-¿Qué?, oh tenía calor.-Ronroneo con inocencia.-Ahora escuchame, X se multiplica....

No, ya ni sé que más estaba diciendo, me distraje viendo su espalda desnuda, y su lindo trasero posado en mis piernas, ¿Recuerdan que dije "no"?
Pues ya no es no, me acerqué con un poco de miedo a su nuca, ella rápidamente dejo de hablar al sentir mi respiración tan cerca.

-Me haz estado provocando mucho últimamente y debes ser castigada.-Susurré en su oído, ella trato de levantarse de mis piernas, pero no se lo permiti.-Querías jugar este juego, ahora no pidas que lo deje.

Su espalda se arqueo al sentir mi frío dedo recorrerla, su ropa interior no hacía más que molestarme, mientras repartía besos en sus hombres le quite el brasier, solte un gruñido al acercar mi mano a sus pechos, vaya que esta mujer era arte.

-Fueron hechos para mi.-Susurré besando su espalda mientras mis manos hacían caricias en sus pezones erectos.

Si antes le tenía ganas, ahora lo hacía más si era posible, bajos gemidos comenzaron a salir de su linda boca, dandome animos a seguir.

La tomé entre manos y la cargué hasta la cama, cuando ella cayó encima de esta trato de taparse sus ahora expuestos pechos, sus mejillas estaban rojas.

-No escondas tu perfección, tú lo dijiste no hay nada de malo en dejarse llevar por los deseos.-Susurré tirándome a su lado.

-Se amable, solo eso te pido.-Susurro, antes de juntar nuestros labios por primera vez, yo me declaró desde ese momento adicta a sus besos, sus labios rosas y su sabor.

Ambas soltamos un gemido a la hora de separarnos por falta de aire.

-Cielos, si hubiese sabido lo deliciosos que son tus labios, te habría besado hace años.-Confesó envolviendo sus brazos en mi cuello.

Mis labios se fueron directamente a su cuello, sin poder evitarlo mis mis manos se fueron directamente a sus pechos, necesitaba un poco más.

Baje lentamente hasta besar uno de sus pechos, mi mano bajo hasta su ombligo y luego un poco más, donde sentí el elástico de su ropa interior.

Levante mi mirada encontrándome con sus bellos ojos expectantes.

-¿Estas segura?.-Pregunté, aunque realmente no sabía que haría si ella decía que no.

Asintió rápidamente y comencé a meter mi mano en su feminidad, todo era nuevo para mi, pero digamos que soy muy curiosas, toqué su clítoris y sonreí en su pecho al ver su reacción, ella apretó sus manos en mis sábanas y cerró sus ojos.

-Te gusta.-Susurré besando sus labios.

Seguí acariciando su pequeño clítoris con la única intención de grabar en mi mente su rostro de placer.

-Oh....-Gimió mientras aumentaba el ritmó de mis toques en su clítoris.

Deje de tocarla a lo que ella abrió los ojos quejándose, me pare y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba solo en ropa interior.

Al volver a la cama ella se sento en mis piernas, bese su boca mientras mi mano volvía a su nuevo lugar favorito.

-Oh Lisa.-Gimió mientras tocaba sin poder detenerme su entrada.

-Dios Jennie, estas tan mojada.-Gemí al sentir los fluidos en su entrada.

De un movimiento la tiré rápidamente contra la cama, me acomodé entre sus piernas lista para hacer lo que ya había visto en varios vídeos que no prefiero nombrar.

-Li...-Su voz desapareció cuando sentio mi lengua pesar por toda su feminidad, ataque su clitoris mientras recorría todo lo que podía con mi lengua.

-Sabes tan bien.-Gemí probando su sabor, su respiración se hacia pesada cada vez más, estaba cerca y lo sabía.

Concentré mis caricias en su zona sensible y a los cuantos segundos un ronco gemido salió de sus labios, levante mi vista para disfrutarla en su maximo esplendor, tan entregada a mi, tan indefensa, sus ojos gatunos estaban cerrados, sus manos apretaban las sabanas y su boca estaba entre abierta tratando de recuperar el aire perdido, Jennie Kim llegando al orgasmo es una obra de arte.

-Luces tan bella así.-Confesé escondiendo mi rostro en su cuello, ella acarició mi espalda mientras trataba de recuperarse.

-¿Donde aprendiste eso?.-Preguntó después de unos segundos en silencio.

-Internet.-Susurré sonriendo en su cuello, sentí sus manos comenzar a recorrer mi cuerpo con curiosidad.

Lo supe, esto aún no acababa, apenas estaba empezando.