TWINS ; ( GEORGE & FRED WEASLEY )

Capítulo 29

CAPÍTULO 29

VIOLET

―¡No! ―chilló Hermione sin pensarlo y a continuación bajó la voz―. ¿Cómo puedes decir eso, Vi?

Me encogí de hombros con una sonrisa traviesa asomando a mis labios. La pobre Hermione había reaccionado de la misma forma que cuando le había preguntado a Blue si le gustaba Fred. Era más que obvio.

―¿Y qué hay de Krum? ―inquirió Ginny curiosa.

Hermione hizo una mueca.

―Somos muy amigos y ya está.

―¡Porque te gusta Ron! ―exclamé yo con gran entusiasmo.

La chica resopló y dio por terminada la conversación. Ginny y yo nos echamos una mirada significativa mientras Hermione comenzaba a hablar sobre Fred y Blue para cambiar de tema. Se notaba que estaba incómoda con la situación, lo que no hacía más que señalar que su amistad con Ron fuera más que eso. Tanto George como Blue aseguraban que se comportaban como críos incapaces de reconocer que sentían algo el uno por el otro, lo que era gracioso ya que mi gemela hacía lo mismo con Fred. Durante este curso había aprendido que había que dejarse llevar de vez en cuando por los sentimientos y apartar la razón. Comerse la cabeza tanto nunca es bueno.

Blue entró en ese mismo momento, provocando que todas nos quedáramos calladas. No conseguí reprimir una sonrisa al recordar la escena del jardín. Ginny y Hermione contuvieron el aliento a la espera, como si lo que estuviera por venir fueran detalles jugosos de un apasionado romance. En su lugar, mi hermana se tiró sobre una cama y no dio explicaciones a nadie, lo cual enojó a ambas chicas.

―¡Blue! ―chillaron a la vez.

Me reí viendo cómo la zarandeaban sin resultado alguno. Blue se limitó a soltar un par de gruñidos.

―¡Cuéntanos qué ha pasado!

Mientras se distraían intentado sonsacar información, la puerta se abrió y George se asomó con curiosidad. Al ver la escena no pudo hacer otra cosa que soltar una carcajada y sacudir la cabeza. Me levanté, pues estaba sentada en el suelo, y me acerqué a él.

―¿Te apetece una escapada? ―preguntó con una sonrisa ladeada.

Asentí efusivamente para luego tomar su mano. Ambos nos escabullimos de la habitación sin ser notados, ya que Ginny y Hermione estaba demasiado ocupadas con Blue. La casa estaba silenciosa y a oscuras. George me guió por los corredores hasta dar con la puerta de la entrada, la cual abrió con sumo cuidado para no despertar a nadie ni que se notara nuestra escapada. Una vez que estuvimos fuera aceleró el paso. Estábamos totalmente rodeados por naturaleza, cosa que seguramente le encantaba a Blue. Para ella sería un auténtico paraíso. George pasó el brazo por encima de mis hombros para atraerme hacia él y juntos caminamos por el lugar.

―Entonces, ¿qué ha ocurrido con Blue y Fred? ―quiso saber.

―¿No te lo ha contado él?

―Nope. Es un cabezota, por si no te habías dado cuenta.

Reí, dándole la razón. Tenía un gran parecido con mi gemela, de eso no había duda. Y es que, por mucho que trataran de negarlo, estaban hechos el uno para el otro.

―Solo diré que podemos empezar con los preparativos de boda.

George formó una sonrisa ladeada. Ambos nos acomodamos en el césped y él me previno de los gnomos. Me rodeó con un brazo y, como si lo hubiésemos hecho toda la vida, me apoyé sobre su hombro. Era una noche agradable, de esas de verano. Notaba un frescor y cierta brisa removiendo mi cabello. Mis pies desnudos estaban en contacto con la hierba. Solo llevaba puesto un camisón y, de repente, eso me puso nerviosa. George se dio cuenta de que un escalofrío recorría mi cuerpo, pero lo atribuyó erróneamente al frío.