Reunión de amigos, Ícaro y ¿quienes sois?

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Narra Gala:

-¡¡¡AHHHHHHHH!!! Pero que cositas más bonitas- dije cargando a los nuevos cachorros.

-Al fin. Llevo una hora aquí y tú me cierras la puerta cada vez que llamo ¿Es que no puedes madurar- me recrimina Ícaro.

-No. Lo primero, porque no soy una fruta para madurar, y dos, porque no quiero.

Tras esta "discusión" al fin entraron todas a la casa. Mientras Noelia y Xana colocaban los nuevos libros los demás se pusieron a recorrer la casa. Y cómo no, Ícaro se puso a criticar y dar "consejos" que al menos yo no quería. Que si hay polvo, que si el baño estaba mojado, que a quien le tocaba lavar los platos (cabe decir que esta vez le tocaba a Xana, dado que entre ella y yo nos repartimos la tarea de lavar y poner la mesa ya que Noelia se encargaba de la comida).

-Ícaro será mejor que calles- le recomendó Diana, pues había visto como los cachorros salían huyendo de mí ya que estaba rodeada de un aura maligna, que iba en aumento cada vez que oía una crítica.

-¡¡¡TOMATE!!!- gritó Xana sin ninguna razón.

- ¿Ehh? - preguntamos todos, pues no tenía sentido.

-Que Ares se está comiendo el tomate- dijo aclarando el grito.

Y como resorte todos nos giramos a ver, y era cierto, Ares se estaba comiendo el tomate que era para la comida.

-Ares suelta el tomate- le ordené, pero solo levantó la vista para después seguir comiendo.

-Ares- volví a llamarlo.

-Ares suelta la comida ¡AHORA! - ordenó esta vez Noelia, y el muy hijo de su dueña le hizo caso.

-Gala has de ser más seria en esto- me dijo Tatiana, pues ella también se había quedado a cuadros cuando Ares no me hizo caso y a Noe sí.

Así, siguió nuestra reunión donde nuestras amigas e Ícaro se quedarían a comer, merendar y cenar pues no se quería ir.

-Habrá que ir a comprar porque yo solo conté para nosotras tres- comentó resignada Noelia.

-Pero si aquí hay comida para diez personas- dijo Diana como si hubiera resuelto el enigma de nostradmus o algo así comentó Xana, no sé cuándo la verdad.

-No, aquí solo hay para tres pues entre Xana y Gala se comen más de la mitad de la comida, y el resto será para los perros y yo.

Todos se le quedaron viendo pues no creían que entre Xana y yo nos comiéramos más de la mitad de la comida.

-Pues entonces sí hay que ir a comprar. - sentenció Ícaro.

Así nos dividimos en dos grupos Xana, Ícaro y yo, iríamos a la tienda de animales para las cosas de Mike y Niebla, mientras, Tatiana, Diana y Noelia iban a por los kilos de comida que nos haría falta para todo este día.

Cuando llegamos nos pusimos a buscar las cosas que necesitábamos. Xana estaba como loca cogiendo las cosas de Mike y yo le ayudaba, mientras, Ícaro era el encargado de comprar las cosas de Niebla, que extrañamente le había pillado cariño y no parecía tenerle pánico (el pánico llegaba con los celos de Noelia cuando quería estar con su perrita, y Ícaro no quería soltar a la perrita).

En fin, que mientras él iba por su lado, nosotras empezamos a recoger todo lo necesario, ya no solo para Mike, sino también para Ares cuando empezamos discutir:

-Tiene que ser comida especial no pueden estar comiendo siempre sobras de nuestra comida- me refuta Xana.

-Sí, si pueden. Mis perros siempre lo hacían.

3 Locas en una casa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora