A Good Omens Fanfic [Ineffable Husbands: Crowley x Aziraphale]

Parte X

-Ya te dije que lo intenté, pero no puedo hacer nada más.-dijo Beelzebub con fastidio.

-¿Por qué no hablas con el idiota de Gabriel? Él debe saber.-dijo Crowley, impaciente y furioso.

-¡Ya lo hice! No quieren decirme nada, ya ni siquiera me toman la llamada-explicó la demonio, claramente enojada.

Había ayudado a Crowley, principalmente por miedo. Pero ni él ni el estúpido ángel le importaban.

El tiempo era muy valioso, Crowley lo sabía. Y esperaba no estar demasiado tarde.

Por más que presionó a Beelzebub, dijo que no podía ayudarlo de otra manera. La frustración se apoderó de él y pateó un bote de porquería que estaba cerca de él.

-¿Cuál es tu maldito problema? Ya te ayudé, ahora lárgate.-le gritó la líder del infierno.

-¡Pues no me ayudaste en nada, maldita sea!-le respondió fuertemente el demonio. El regaño era más para él mismo que para ella.

-A mí no me importa lo que te pase a ti ni a tu estúpido novio ángel. ¡Lárgate!-le dijo con voz firme y enojada.

Pero él había dejado de escuchar, no le importaba. Necesitaba encontrar al ángel ya.

Salió de la lúgubre habitación, azotando la puerta.

Minutos más tarde, se encontraba otra vez de nuevo rumbo a la librería. Tal vez encontraba respuestas ahí. O tal vez Aziraphale ya había vuelto y estaba ahí como si nada, el muy imbécil.

Estaba extraoficialmente preocupado. Y se sentía impotente. Se sentía enfurecido consigo mismo, por no poder encontrar a Aziraphale. Por no poder hacer nada porque no podía ir al maldito cielo.

Al doblar para llegar a la librería, vio por las ventanas que alguien estaba adentro.

-Aziraphael...-atinó a murmurar mientras bajaba del coche y entraba rápidamente.

Se sintió terriblemente decepcionado cuando vio que no se trataba del ángel.

Pero el terror y la sorpresa lo golpearon cuando reconoció a Gabriel, que iba acompañado de otro ángel a quien de seguro no lo conocían ni en su casa.

Se encontraba revolviendo las cosas de Aziraphale, buscando algo.

-¿Qué crees que haces?-le preguntó altaneramente al ángel, el cual lo sobrepasaba por algunos centímetros. Levantó la mirada hacia Crowley y guardó algo en su bolsillo.

-¡Crowley! Vaya, vaya, tiempo sin vernos.-le respondió con fingida alegría.

-¿Qué diablos crees que haces con las cosas de Aziraphale?-insistió el demonio, la ira carcomiéndole la piel.

-No tengo porqué darte explicaciones, demonio insolente.-le respondió secamente.

-¿Dónde está Aziraphael?-se apresuró a preguntar.

Gabriel soltó una carcajada burlona.

-¡Te pregunté que dónde está Aziraphale!-gritó.

Gabriel dejó por un momento lo que estaba haciendo y miró fijamente a Crowley.

-Sólo vine a recoger toda evidencia angelical de este lugar.-le informó Gabriel.

Y el corazón del demonio se aceleró. ¿Cómo que a recoger cualquier evidencia angelical?

-¿De qué hablas?-preguntó Crowley sin comprender.

-No tenemos que darte información. Así que vete.-dijo el otro ángel.