—Ya sabes, quiere que creas que si está interesado en alguien más tu no tengas que estar incomoda.

—¿Qué clase de chico hace eso? .—Me pregunta confundida.—Freddy no es tonto..

—Eso es cierto.

—Si esta con esa chica es porque le gusta.

—Eso tampoco lo sabemos, Hailee.. ¿no te ha comentado nada? Porque a mí no..

Ella se queda callada y baja la mirada.

—Además si estoy incomoda.—Murmura para sí misma, pero lo he escuchado, de pronto alza la voz.—Todos los hombres son unos idiotas.

Guardo silencio y Hailee mantiene la mirada baja mientras nos dirigimos al salón de clases, en medio del pasillo nos topamos con un ser desagradable.

—¿Podemos hablar?

Peter Simons.

Observo a mi amiga esperando que no caiga en su sonrisa estúpida y encantadora.

Peter me observa incomodado por mi presencia.—A solas.—Añade.

Hailee me da una mirada y yo niego despacio, ella regresa su atención a Peter.

—No.

Ambos quedamos con la boca abierta, Peter no cree lo que sus oídos escuchan.

—¿No?

—No, Peter, eso dije.

Él se ríe y se acerca a ella.

—Creí que habías entrado en razón después de lo que sucedió anoche..

—¿Hablas después de que me agredieras?

—¿Qué yo que?

—Y que me dejaras sola en medio de la carretera y a intemperie.

La boca de Peter se abre.

—Creo que no tenemos mucho que decirnos ¿No?

—Hailee, preciosa..

Intenta tocarla, pero no se deja.

—No me llames así, es más ya ni te me acerques.

Mi interior grita: ¡Eso!

—Hailee..

—No soy la segunda de nadie, Peter.—Añade.—No voy a seguir jugando a ser tu segunda opción, es más, ya ni quiero ser la primera.

Los ojos de Peter se abren.

—¿Por qué no vas a proponerle ser la segunda a alguien más y desapareces de mi vista?

Silencio...

Peter me observa y luego a Hailee, yo trato de no reír.

Le apunta con el dedo a mi amiga en un acto desesperado de no saber qué hacer.

—Cuando vengas rogando por mí seré yo quien te mande a la mierda.

Hailee alza las cejas y Peter nos da la espalda para marcharse, antes que desaparezca por los pasillos, Hailee le grita por última vez.

—¡Espero que esperes sentado, idiota!

Peter ni se gira y yo me acerco a mi amiga, Hailee me observa con los ojos abiertos.

—Eso estuvo bien.

Ya era hora.

—¿Si no?

—¿Cómo te sientes?

—Casi me hago encima.

Me rio.—¡Esto hay que ir a celebrarlo!















(*)














Antes de salir a encontrarme con Hailee, regreso por un par de billetes, los meto dentro de mi cartera y vuelvo a bajar las escaleras, en la puerta y antes de salir le envió un mensaje.

Voy tarde, lo sé.

Abro la puerta y reviso por última vez que no esté olvidándome de nada, cuando el teléfono suena.

—¡Tia Sarah, Tio David!

—¡Contesta, cariño, por favor!.—Escucho que grita tía Sarah.

Cierro la puerta y me acerco a contestar, probablemente Hailee me quiera matar por llegar otra vez tarde.

—Sí, ¿Quién habla?

Hay silencio al otro lado.

Trago saliva, ya son varias llamadas en la semana.

—Escuche, no se quien sea, pero si no habla, llamare a la policía..

—Hola, cariño.

Me congelo por un instante.

—No cuelgues, por favor..

Mi cuerpo comienza a temblar y mi corazón se acelera.

Separo mis labios muy despacio.—Papá...


My Dignity has died for you (#1.5 Odio a los chicos)Where stories live. Discover now