1

8 1 0
                                    


24/ dic/2018

Vino a mi casa, sus ojos igual que siempre, su sonrisa igual que siempre, pero nosotros ya no éramos los mismos. Dejo al perrito en la sala y poco a poco el enojo dentro de mi se empezó a desvanecer. En cuestión de minutos, vi su cuerpo atravesar la puerta y mi corazón le ganó a la razón y dice "no te vas a despedir de mi?" En me vio con una leve sonrisa y dijo "tú me cuelgas el teléfono, no es como que me quieras cerca" encogi los brazos y poco a poco empezó a caminar de regreso a mi. Me abrazo, y me beso la mejilla, poco a poco empezó a buscar mi boca y me alejé un poco. Trate de alejarme pero era demás, mi corazón latía a mil por hora y en un abrir y cerrar de ojos sus labios estaban en los míos y su mano se hacía camino bajo mi camisa. Mi mente corría, se sentía mal pero se sentía bien al mismo tiempo. En cuestión de segundos, mi espalda estaba arrecostada a la isla de la cocina y sus labios acariciaban mis senos. La sangre me ardía, el deseo y el amor nublaban mi mente. Me levanto y dio vuelta, mi espalda pegada a su pecho, su respiración en mi cuello, todas las noches de llanto por su ausencia se esfumaron de mi mente. Solo podía pensar en cómo extrañaba su piel con la mía, pero el miedo de ser herida aún más se apoderó de mi. "Para, esto me va a herir más a mi que a ti", le dije entre suspiros. Me aleje y el me miro intrigado, "ok me voy" dijo y se senti el ardor en mis mejillas al ver el bulto prominente en su entre pierna. Me apoye contra la pared de pasillo, y el se acercó y dijo "estás segura?" Pregunto tan cerca de mis labios que su aliente rozó mi boca. Asentí con la cabeza y corte la cercanía entre nosotros.

Mi mente estaba en guerra, mi corazón lo quería en mi cama pero mi mente y razón lo quería fuera de mi casa. 

AngelWhere stories live. Discover now