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—Todos ahora al campo —gritó Daph por el micrófono haciéndolo sonar a través de todos los altavoces en los salones.

Como si fuera una manada lobos corriendo por su presa, todos salieron de sus respectivos salones y llenaron los pasillos. Me imaginaba que así se sienten los artistas en conciertos o cuando llegan de un viaje y todos tus fans te reciben en el aeropuerto.

Me abrí paso gracias al gran cuerpo de Jared que me sirvió de escudo hasta el campo. Algunos tomaron asiento en las gradas, otros en el césped y varios parados. Debo admitir que estoy eufórica.

Mis chicos me consiguieron hasta un micrófono, aunque estaba más que segura que si hablaba todos escucharían, pero ¡hey! nunca está de más un poco de poder.

Reúnanse dioses —levanto ambas manos y Lexter me da un zape—. Lo siento.

Espero que todos guarden silencio, me coloco en pose militar y con rostro serio los observo.

—Es el fin, todo acabó —todos muestran cara de confusión y hago un puño con mi mano en señal de silencio ante los murmullos—. No más grupos deportivos chicos, los chicos no competirán más...

—¿Cómo es eso? ¿De qué hablas? —pregunta un chico del equipo de béisbol.

—Lo que he dicho, se acabó —dejo que todos hagan alboroto y bajo mi mirada con tristeza—. Este es mi último año, les agradezco todo su apoyo y aceptación. Con esto les repito, los chicos no competirán más... no competirán mas solo porque ¡AHORA LAS CHICAS TAMBIÉN COMPETIRÁN!

Todos comienzan a gritar alegres y a lanzar sus mochilas como si fueran birretes en graduación golpeándose unos con otros.

—¡No más restricciones tontas, ni limitarse, ahora a unirnos y luchar por nuestra escuela!

Chad nos interrumpe poniendo "Lets it go". Lo miro confundida y a su lado veo a la instructora de zumba. Connor comienza a aplaudir y es bastante extraño. Ian me quita el micrófono para lanzárselo a Jake que comienza a cantar.

—Somos libres —Jake sonríe—. Ahora para calentar, todos sigan los pasos de la maestra, quien no lo haga se lleva un huevaso —señala al techo donde se percatan que hay personas que tienen huevos en sus manos—. El grupo de música los observa.

Todos se paran en sus lugares e intentan moverse. Los movimientos de la instructora no van para nada con la canción, aun así, Chad y Connor son los únicos en conseguir que las cosas tengan un poco de sentido y moviéndose como todos unos artistas.

***

—Tengo una adivinanza.

—Mi amor —advierte Alexa.

—A ver, cuenta —responde Jared.

—Si hay un edificio que se llama años, tiene doce pisos que se llaman por mes, ¿cómo llamarías al elevador?

—¿Días? —responde Jared.

—No.

—Semanas —contesta Marc.

—¿Horas? —pregunta Dae.

—No.

—Bien, vuelve a explicar —pide Connor.

—Si hay un edificio que se llama años, doce pisos que se llaman por mes, ¿cómo llamarías al elevador?

—Elevador —contesta seguro Chad.

—No, ¿se rinden? —todos asentimos— por el timbre.

Steven tomó un cojín y con mucha fuerza se lo lanzo a Ian, quien sufría de un ataque de risa.

Fingiendo ser gay©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora