Capitulo 66: "Blancanieves y los siete enanitos"

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- Bueno, entonces fue por incentivar a tu madre a que la inventara, si no te hubieras escapado cada vez que te íbamos a bañar, no hubiera existido la estúpida danza del baño – el stress de Hallowen estaba llegando y le hacía decir cosas "horrendas" a la castaña. Se arrepintió de usar la palabra "estúpida" apenas vio la cara de sus tres hijas.

- La danza del baño no es estúpida mamá – la corrigió una seria Emma

- La danza del baño es algo muy, muy serio mamá – Comentó el pececito en forma de reto – la inventó el tataratataratata ra... ¿Cuántos tátara son? – Preguntó – Bueno eso no importa... La inventó el tátara abuelo de mami, el indio Nube Negra – contó, sus hermanas asintieron.

- Si alguien le falta el respeto a la danza del baño le puede caer una maldición arriba – agregó Anto.

- Es verdad madre – Beth aguantaba como podía la risa – Y si tú no quieres que te caiga la maldición del abuelo Nube Negra, vas a tener que hacer la danza del baño con much respeto... ¡Auch! – golpe

Calle giró los ojos y soltó la mano de Anto para dirigirse a la nevera, donde colgaba la página ciento cinco de la "lista del sillón" – Por inventar la estúpida danza del baño – Escribió – Un cemento... - De repente la imagen de ella y su esposa disfrazada se le vino a la cabeza. La castaña suspiró y agarró la lapicera nuevamente, al lado de lo que había escrito agarró – "Posponer hasta nuevo aviso" – ¡Vamos Anto! – Tratando de disimular sus pensamiento cachondos por su esposa.

- ¡Siii! ¡Lecuchin hace danza de baño! ¡Huahaha¡Huahaha! – La castaña rezaba poder estar a la altura de las expectativas de su hija. Por las dudas, no quería ninguna maldición sobre ella.

Una vez dentro del baño, Calle abrió el agua y Antonia se metió en tina, paradita se quedó mirando a su mamá. La fotógrafa miró a su hija y giró los ojos, suspiró y decidió comenzar cuanto antes con esto – Bien – respiró y se paró enfrente de su hija - ¿Estamos listas? – preguntó sin ánimos.

- ¡Ya empezaste mal mamá! – La retó – Esto es una danza guerrera, luchamos contra poderosísimos Dioses de la suciedad – la leyenda continuaba – No puedes hacerlo sin ganas – Justo a Anto le venía a hablar de entusiasmo – Nos van a derrotar – ¡Dios! Calle iba a matar a su esposa.

- Sólo estaba calentando la voz – disimuló - ¿Estamos listas? – un grito de aliento inundaba el baño.

La cara de la pequeña se iluminó ante el cambio de actitud de su mamá - ¡Siii! – respondió doblando un poco sus rodillas.

- ¡No escuche! – Negó la fotógrafa – Pregunte si... ¿Estamos listas? – nuevamente aparecía el grito inicial.

- ¡Siii! – la pequeña se esforzó - ¡Lechucin esta lista! – agregó esperando el inicio de la danza.

Calle no pudo dejar de sonreír cuando vio que su hija había asumido la "posición guerrera" - ¿Donde esta el jabón? – preguntó poniéndose la mano en su frente para imitar la mímica que Poché usaba cuando buscaba el jabón

- ¡Aquí esta! – Antonia lo tenía en sus manos y se lo mostraba orgullosa a su madre - ¡Aquí esta! ¡Aquí esta! ¡Huhaha! – repetía poniéndole ritmo a sus palabras. La mezcla de Nemo con indios que había inventado la morena no tenía precio.

La castaña se preparó, ahora venía la parte importante, tenía que lucirse – Uno... - Antonia apretó el jabón – Dos... - Calle flexionó sus piernas y respiró - ¡tres! – ¡Allí están los Dioses la suciedad! ¡Allí están! ¡Allí están! – Cantó señalando al horizonte, que en este caso era la puerta del baño - ¡No podemos dejarlos ganar! –Ahora la mano de la fotógrafa formaba un puño - ¡Hay que atacar... atacar! – siguió el canto.

Cuando, donde y como el amor quieraTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang