Insanity: Capítulo especial

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Andrew May al tomar a su cargo el caso de Vincent Varkole, decidió iniciar con las pruebas básicas y la entrevista común.

Justo a las diez de la mañana Andrew atravesó la puerta de la sala de consulta donde Vincent ya lo esperaba, después de presentarse con su paciente, las pruebas empezaron.

Vincent respondió satisfactoriamente a los psicométricos e incluso a la prueba de rorschach, la cual no tiene respuestas erradas pero si habla mucho de los pacientes.

—Vincent, antes de empezar ¿te gustaría hablarme de ti, hay algo que tú mismo me quieras decir?

Vincent miraba al suelo, lucia nervioso, cansado, parecía no haber dormido la noche anterior, aunque sus ojeras daban a notar que no siempre podía conciliar el sueño.

—No sé qué decirle doctor... En el otro hospital las enfermeras me llamaban Vinnie, lo hacían para que me sintiera cómodo.

—¿Y te gusta que te digan de esa forma? Todos podemos llamarte de ese modo si quieres.

—No lo sé. Supongo que pueden llamarme como quieran... esta será mi casa hasta que muera, así que lo mejor es que todos estemos cómodos con todos, ¿no?

—Te han transferidos muchas veces, quiero imaginar que lo han hecho buscando la mejor atención para ti y aquí te daremos toda la atención y el respeto que te mereces, pero ¿Por qué piensas que estarás aquí hasta que mueras?

—Los espíritus de Lady Lilian me lo dijeron.

Andrew escucho aquello que rogaba por no escuchar; el nombre de una de las antiguas pacientes de Petyr, Lilian Potter.

—Lady Lilian es una de...

—Es una de mis amadas.

—De tus amadas. Ellas son cuatro, ¿cierto? —Vincent asintió. —¿Por qué cuatro y no una sola? Eres guapo, ¿pero cuatro no es algo codicioso?

Vincent se sonrojo, su piel pálida por la falta de sol no lo dejaba esconderlo.

—Primero solo fue una, mi reina Victoria. Ella llego cuando yo era un niño, cuando aún ni siquiera sabía que me podían gustar las chicas. Jugábamos juntos, hablábamos, nos consolábamos mutuamente, ¿sabe? ella perdió a su padre, el rey, y la reina la castigaba por eso, la encerró en un castillo lleno de personas que no la conocen, pero no le importa porque ella me tiene a mí.

»Varios años después llego Lady Lilian. Ella habla con espíritus, su padre no la entiende, le teme y por eso la ha enviado a claustros para que se separe de sus espíritus, pero eso es imposible, ellos la aman demasiado, tanto que no la dejan vivir en paz.

»A los pocos años llego una chica corriendo y gritando bajo la lluvia... como en esas películas antiguas, ella vive angustiada, le falta algo en su vida, tiene un hueco enorme en su alma. Melina viene de las estrellas o eso supongo yo porque casi no habla, solo dice mi nombre mientras camina sin rumbo.

»Hace poco conocí a la mágica artista. Ella tampoco habla mucho, pero sé que se llama Nelly, ella pasa sus horas en un cuarto enorme y desde ahí me observa. Al principio me ponía muy nervioso, pero su mirar es tan sugerente que no me le puedo negar... usted debe saber mejor que yo a lo que me refiero. —Y si la Nelly de Vincent era la misma Nelly con la que él se había casado, por supuesto que sabía a lo que se refería. Pero Andrew no quería aun pensar en esa probabilidad, quería seguir pensando que solo eran enormes coincidencias. —Ella hace dibujos de mí en grandes lienzos, en paredes completas, esculpe en piedra y moldea en barro, es como si conociera cada parte de mí y no se cansara de hacer todo eso para o por mí. Por eso digo que es mágica, hace todo eso casi sin ver y con una perfección que no puede ser humana... debe ser magia.

Andrew continúo con la consulta, no trato de frenarlo o de preguntar cosas de más, no quería detener el flujo de confianza que rápidamente se estaba forjando. Al salir de la sala se fue directamente a el área de archivos, busco copias de las antiguas cuatro pacientes de Petyr, no porque no conociera sus casos, sino porque sabía que en un futuro le servirían como referencias.

Pasaron meses que se convirtieron rápidamente en años y las cosas fueron justo como Rose le había advertido, Andrew nunca pudo hacer mejorar a Vincent, logro regular sus horas de sueño, el chico mejoro físicamente, pero en lo psicológico jamás lo hizo, sino todo lo contrario.

Cuando llego la hora del retiro de Andrew, Vincent se sumió en una profunda tristeza.

—Otro doctor te atenderá, no debes preocuparte de nada, he dejado explicitas indicaciones desde tu medicación hasta tu dieta. Todo estará bien.

—Ellos querrán que las abandone y no quiero hacerlo.

—¿Y si un día ellas te abandonaran a ti?

Pregunto Andrew previniendo aquello a lo que más temía.

—¡No diga eso doctor! Si ellas me abandonan entonces si enloquecería por completo... yo solo las tengo a ellas.

Al retirarse Andrew visitaba regularmente a Vincent, él se mostraba feliz por verlo. También aprovechaba estas visitas para estar al pendiente de sus escasos progresos. Con el paso del tiempo y durante estas visitas fue como se dio cuenta del deterioro repentino de Vincent.

En su ya demasiado grueso expediente estaban las notas de su doctor en las que relataba como su reina victoria lo había abandonado por un caballero que logro sacarla de aquel castillo, devolverle su nombre y su reino. Relataba como el mismo caballero había hacho un sortilegio sobre su Lady Lilian para ayudarla a controlar a sus espíritus; a su vez el caballero logro devolver a su hogar a melina de las estrellas. En cuanto a la mágica artista, la que según las notas había sido la que más lo había lastimado, ella solo lo olvido y emprendió un nuevo camino.

En las mismas notas el medico había escrito según las palabras del mismo Vincent:

—Ahora me encuentro en tinieblas, sin un motivo para vivir, sin un porque... solo me queda el frio, la soledad y esperar.

—¿Esperar que, Vinnie?

—La muerte. Si ellas ya no me aman, quizá la muerte si lo haga.

A Andrew le dio mucha pena leer que después de esta declaración Vincent dormía bajo vigilancia, su medicación aumento, y su estado anímico disminuyo rápidamente. Todo esto en espera de su muerte, justo como el mismo había dicho.

Vinker Vincent Varkole, fue el secreto que Andrew jamás revelo.


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FRUTIAWARDS | 2019Where stories live. Discover now