La caída de los traidores

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Korra observaba a los aprendices de Mako, ya había muchos capaces de dormir por completo el cuerpo del enemigo y otros tantos que lograban entumecer extremidades, aún tenían un largo camino que recorrer pero sus conocimientos actuales bastaban para que Korra se sintiera más tranquila al saber que los rebeldes de la alianza no se encontraban del todo vulnerables al ataque de un maestro elemental.

El plan para neutralizar a los traidores había dado inicio dos días atrás, se le había dicho a los hombres de confianza de cada líder que comenzaran a esparcir el rumor de que La Guerrera del Sur se encontraba en busca de alguien que pudiera tomar el lugar de líder que Arpón había dejado vacante, bajo la explicación de que era necesario contar con alguien capaz de organizar y administrar a los rebeldes de la alianza que provinieran del Este de los territorios del Antiguo Reino Tierra.

El rumor no había tardado en pasar de boca en boca, pronto toda la alianza estaba al tanto de la búsqueda de un nuevo líder, Korra podía escuchar a los rebeldes cuchicheando a su alrededor durante la hora de la comida y cuándo patrullaba por las calles, todo parecía estar saliendo conforme al plan por lo que la morena se limitaba a esperar a que sus hombres recolectaran los frutos de la trampa que habían puesto.

- ¿Qué piensas? - Mako se acercó con una amplia sonrisa, el sudor le brillaba en la piel y empapaba sus ropas, su tarea de entrenar a los rebeldes no era algo fácil, un entrenamiento exhaustivo que el joven efectuaba día con día sin dar señal de agotamiento y sin perder el impulso que le brindaba la energía necesaria para presionar y empujar a todos sus aprendices hacia un desarrollo más completo de la técnica del bloqueo de Chi.

- Impresionante. - Korra sonrió de vuelta.

- ¿Por qué no te unes a los entrenamientos? - El joven le preguntó.

- Hay muchas cosas que debo atender en estos momentos, no puedo mostrarme ocupada con algo en particular porque los traidores tomarían esa oportunidad para planear algún ataque. - Korra le explicó cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a otra sin retirar la mirada de los aprendices.

- No entiendo. - Mako comenzó a tomar agua de una vieja y arrugada cantimplora de metal que le colgaba de la cintura.

- Si llego a adoptar una rutina ellos comenzarán a idear algo en nuestra contra, por eso es mejor que siga como lo he hecho hasta ahora, un día puedo estar aquí por la mañana, otro día puedo estar patrullando las calles y otro día puedo estar en el coliseo, el punto es que no puedan predecir mis movimientos - La morena explicó, Mako asintió con la cabeza mientras volvía a enroscar la tapadera de la cantimplora.

- Entiendo. - Respondió él. - ¿Y no ayuda que Kuvira y Asami también se encuentren aquí? – Pausó. – Digo ¿No sería demasiado osado intentar iniciar un motín cuando hay tres poderosos capitanes en el barco? - Preguntó de manera espontánea.

- Si. – Korra rió suavemente. - Pero ellas ya siguen una rutina, Kuvira suele asistir a tus entrenamientos de bloqueo de Chi y Asami se encuentra aprendiendo sobre el uso del comunicador. - Korra sonrió de lado enfocando su mirada en Kuvira mientras esta le explicaba ciertos movimientos a Baatar con un rostro que reflejaba toda la seriedad que invertía en aquella explicación.

- Kuvira es una peleadora impresionante. - Mako comentó al seguir la dirección en la que miraban los ojos de la morena.

- Una vez que se le mete algo a la cabeza es difícil hacerla cambiar de parecer. – Korra comentó.

- ¿Crees que sea buena idea dejarla aprender tierra control? - Mako preguntó ganándose la atención de la morena. - Digo, no dudo que se vuelva una excelente maestra tierra, pero con su habilidad puede que se vuelva demasiado buena y... - Decidió cortar sus palabras permitiendo que Korra dedujera lo que quería decir.

Futuro InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora