La Calma

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Korra durmió la noche entera, sus ojos se abrieron lentamente al sentir los rayos del sol sobre su rostro, aún no quería despertar, suspirando inhalo profundamente el aroma de Asami quien la mantenía suavemente acurrucada contra su pecho, las dos se habían dormido recargadas en Naga quién las mantenía rodeadas con su afelpado pelaje, las tres se habían dormido frente al ataúd de roca en el medio de la cubierta del barco.

Korra miró alrededor y distinguió a sus hombres durmiendo esparcidos por la superficie de la no muy espaciosa embarcación, todos lucían extremadamente agotados, ninguno mostraba señales de encontrarse a punto de despertar, unos con vendajes sobre uno o dos brazos, otros con vendajes en el rostro o en las piernas, otros en los costados de sus cuerpos, todos habían sufrido algún tipo de herida, todos habían luchado valientemente a su lado.

Volviendo a cerrar los ojos se dejo envolver por el calor de Asami, a pesar de que las dos olieran a cenizas, sudor y a sangre, Korra era capaz de detectar el inconfundible aroma de su amada ojiverde y eso bastaba para ayudarla a tranquilizarse, el viaje en bote apenas comenzaba, les quedaban cerca de cuatro días para alcanzar la costa de las ruinas de Ciudad República, no tenía caso estresarse por cosas que aún no podía resolver, estaba segura de que el Loto Rojo desataría su ira y registraría cielo, mar y tierra con el único fin de encontrarla y al hacerlo intentarían arrasar con todos aquellos quienes la habían apoyado en su camino así que necesitaba un plan para proteger a todas esas personas.

- Agh... - Asami gimió adolorida al moverse un poco, Korra la miró preocupada y pronto pudo notar todas las heridas y golpes que había en el cuerpo de Asami, la culpa comenzó a anudarle el estómago, Asami había estado ahí para ayudarla y apoyarla pero ella se había olvidado por completo de las heridas de Asami y no la había sanado el día anterior, tampoco se había sanado ella misma pero eso no le preocupaba pues ya estaba acostumbrada a sentir heridas en su cuerpo.

- ¿Dónde te duele? - Murmuró, Asami abrió sus ojos lentamente y le ofreció una pequeña pero cálida sonrisa.

- No es nada. - Murmuró acercándose para besar la frente de la morena, Korra entrecerró los ojos negándose a aceptar esa respuesta, sentía que había algo que estaba pasando por alto y no recordaba lo que era.

- ¡Tu hombro! - Exclamo al cabo de unos segundos echándose hacia atrás para liberar a Asami de su abrazo.

- No es tan grave... - Asami contuvo la respiración moviéndose un poco para recostar su espalda en el cuerpo de Naga y así quedar boca arriba.

- El golpe de P'li fue directo, déjame ver. - Korra se acercó y tomó la chaqueta de Asami con la intención de retirarla.

- Estoy bien, ayer limpie la herida y la cubrí. - Asami intentó resistirse.

- Te duele, lo veo en tus ojos. - Korra presionó, Asami alzó ambas cejas en señal de sorpresa, no esperaba que Korra dijera eso, usualmente era muy buena ocultando ese tipo de cosas pero era obvio que Korra no estaba para nada convencida.

- Bien, pero no te asustes, luce peor de lo que se siente. - Asami advirtió y se enderezó para quitarse la chaqueta, Korra la observaba notando el evidente dolor que Asami luchaba por contener, era evidente que la movilidad de su brazo era limitado gracias al dolor y la inflamación de la herida.

- Soy una idiota, debí recordarlo antes... - Korra maldijo.

- Korra. - Asami la llamó con tono de advertencia y la miró con seriedad. - Estoy bien. - Le aseguró en el momento en que sus ojos se encontraron, Korra asintió en silencio y bajó la mirada mientras esperaba a que Asami descubriera la herida.

- Listo. - Asami avisó liberando un pesado suspiro de alivio tras lograr separar la tela de la sangre y la piel que se había pegado a ella.

- Maldita sea. - Gruñó Korra poniéndose de pie de un solo movimiento, al hacer esto sintió un dolor agudo subirle por la pierna derecha obligándola a inclinarse un poco para recuperar el equilibrio. - ¡Agh! - Se quejó y Asami la miró preocupada.

Futuro InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora