CAPÍTULO DOS-Jason

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Desde que tengo uso de razón siempre creí que en un futuro iba a estar solo y me he dado cuenta de que no me equivocaba. A pesar de estar rodeado de amigos, chicas y fiesta todo el día, yo sentía que lo único que tenía a mi lado era mi peor recuerdo, uno que la poca gente que lo conocía no era capaz de nombrarlo. Lo que pasó hace dos años cambió al niño que todo el mundo conocía, pero ese golpe le cambió definitivamente dando paso a un ser oscuro, calculador cuyos ojos ya no brillaban.

A mis escasos 19 años de vida he aprendido que estar solo es la mejor manera de sentirse protegido y seguro. Sin embargo, allá donde mire veo a gente rodeada de otra, niños con sus padres, parejas que parecen "enamoradas", familias felices paseando tranquilamente por un parque e incluso personas que, a pesar de ir solas por la calle, se nota que alguien les espera al llegar a casa.

En realidad, yo no estoy solo, tengo varios amigos con los que salir de fiesta y muchísimas chicas que se mueren por una mirada mía, esto no lo digo yo, es la verdad. Pero a diferencia de la mayoría de los chicos de mi edad yo no busco rollos de una noche, tampoco quiero una relación, lo único que busco es estar solo. Puede que la imagen de tipo duro que llevo con mis tatuajes o mi mirada vacía sea lo que atraiga a tantas mujeres, supongo que piensan que soy como aquellos tipos de los libros que se acuestan con cada chica que esté buena y pase a su lado, hasta encontrar a la chica ideal de la que se enamora profundamente. Pero están muy equivocadas yo solo me fijé en una chica y me traicionó.

Vivo en Edmond, una ciudad bastante tranquila para crecer, aunque siempre he deseado volver al lugar en el que nací, California. Sin embargo, la vida me arrebató a mi familia, a mi hogar y a todo lo que más quería y por eso, tuvimos que mudarnos a otro Estado. Pero para mí, vivir aquí es un infierno. Simplemente llegué a Edmond con mi hermano huyendo del pasado, buscando un presente e intentando crear un futuro.

Antes de lo que pasó, siempre me consideré un chico fuerte, capaz de afrontar sus miedos, pero me di cuenta de que las personas somos más débiles de lo que realmente queremos aparentar. Así que cuando llegue a Edmond hace un año y medio, después de todo el infierno que habíamos atravesado, decidí que la debilidad no iba a volver a mi vida, por eso cambié, me volví frio, calculador, mido cada movimiento y cada gesto con regla y, jamás dejaré que nadie vuelva a entrar a mi vida. Porque la única persona que me podía haber sacado esos demonios se marchó, ya que solo me veía como un niño huérfano al que le habían arrebatado todo.

Ahora mismo estoy estudiando derecho en la universidad central de Oklahoma que se encuentra justo en el centro de la ciudad, pero, tan solo lo hago porque sé que si mi madre pudiera verme estaría orgullosa de mi. Sin embargo, no es lo que realmente me llena y este primer curso lo he sacado arrastrando asignaturas hasta el final.

Siempre me ha encantado diseñar y hacer bocetos de dibujos, desde que era un crio soñaba con montar mi propio estudio de tatuajes y poder plasmar los sueños de las personas en sus pieles, pero desde hace dos años dejé de dibujar y de crear nuevos bocetos. Con solo trece años me flipaba dibujar diseños en el cuerpo de mi hermano, aunque sé que él lo odiaba. Dudo volver a hacerlo.

Además de la universidad, estoy trabajando en un gimnasio como entrenador para poder sobrevivir junto a la pensión de mi hermano y la herencia de mis padres.

Me encuentro de camino a casa conduciendo mi vieja camioneta, estoy agotado después de haber estado todo el día trabajando en el gimnasio. Últimamente he estado trabajando más horas de la cuenta porque hemos andado un poco mal de dinero a cuenta del reciente despido de mi hermano, Aiden.

Aiden tiene veintiún años y siempre fue un buen hermano para mí, pero, lo que nos pasó hace dos años lo cambio por completo y pasó de ser mi héroe a ser el rescatado una y otra vez. El muy cabrón tiene un talento para cantar impresionante y en general para la música, pero estos últimos meses ha recaído en la bebida y la droga y por muy duro que he trabajado para que así no fuese no he conseguido pararle. Así que, como consecuencia, acaba de perder su trabajo como profesor de música. Basa su vida en salir de fiesta cuando no está drogado por casa, se mete en movidas cada fin de semana y yo soy siempre quien le salva el culo. Incluso me han llegado rumores de que ha acosado a chicas, aunque yo no os creo, ni si quiera se me pasa por la cabeza creer que algo así proviene de él.

He intentado hacer de todo, hacerle ver que la vida va más allá de meterse mierda hasta no ser consciente de quién es, he intentado meterle en centros de desintoxicación, he intentado llevarle a un psicólogo, pero nada ha funcionado. Cuando estoy con él puedo controlarle, pero en el momento que yo salgo por la puerta de casa, él puede hacer lo que quiera.

Yo siento que no puedo más, que me ahogo y a veces tengo ganas de rendirme, pero, le prometí a mi madre que sería fuerte y que lucharía por todo aquello que ella no pudo darnos. Nada va a torcer mi destino, quiero tener un futuro, por mi madre, tan solo por ella. Solo cuando mi vida tenga un camino hecho, sentiré que el alma de mi madre descansa en paz.

Cuando aparco la furgoneta en casa ya son las diez de la noche y me doy cuenta de que el cartel de "SE VENDE" de la casa de al lado ha desaparecido. Esa casa llevaba en venta más de un año y aunque han pasado muchísimas "familias felices" ninguna ha decidido comprarla. Me pregunto quién será la patética que ha comprado la casa. 

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⏰ Last updated: Jun 29, 2019 ⏰

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Huyamos ChloeWhere stories live. Discover now