CAPÍTULO UNO-Chloe

4 1 0
                                    


Jamás creí que este momento llegaría, bien sabía que la posibilidad rodeaba mi vida. Mis padres se habían divorciado hace un año, cuando me lo contaron no me sorprendió ni lo más mínimo, jamás se habían llevado bien, aunque aparentaban hacerlo. Pero todo cambió el día que descubrí como mi padre había estado llevando una vida paralela con una rubia despampanante, con la que, por cierto, tiene un hijo, Louis. En ese momento me di cuenta del verdadero motivo del divorcio.

No podría sentirme peor, estaba viendo como mi vida se derrumbaba de nuevo, como mi padre nos abandonaba a nuestra suerte, pero lo que más me dolía, era sentir la soledad que había ocupado mi cuerpo como si fuera una extensión de mi misma, esa misma que experimenté hace dos años en una fiesta en la casa de mi mejor amigo, cuando un par de universitarios decidieron destruirme.

Esta vez la soledad venía cargada de un sentimiento extremo de rabia hacia mi padre, cuando más lo necesité, cuando me rompieron por completo, él simplemente estaba con una cualquiera por ahí, criando a su hijo. Aunque tampoco lo culpo de mi desgracia ni de mi pena, pues ni mi padre ni mi madre saben lo que esa noche pasó.

Durante este último año, mientras que yo intentaba apartar a mis demonios y sacar adelante el último año de instituto, mi madre encontró un trabajo como limpiadora en casas.

Por todo esto mi madre decidió mudarse de Estado, creyendo conveniente un "cambio de aires", como solía llamarlo ella. Ahora vamos en el coche camino a Oklahoma dejando atrás al capullo de mi padre con el cual, por cierto, no me hablo.

Sin embargo, yo también dejo cosas atrás como mis dos mejores amigos Jane y Tommy los cuales son pareja así que no creo que mi ausencia sea muy grande en sus vidas. La solicitud para entrar a la universidad de Tennessee que me hacía especial ilusión y, una vida más o menos normal, aunque extremadamente aburrida, donde la mayor emoción que vivía era ir a trabajar cada noche en un bar céntrico en el que debía soportar la mirada de universitarios borrachos por un sueldo miserable que me hacían recordar lo vivido aquella noche en bucle. Lo único que me hacía seguir trabajando en aquel antro era el deseo de poder ayudar a mi madre y poder demostrar a mi padre que sin él éramos capaces de lo que sea.

Lo único que se ahora mismo es que diez horas es lo que me separa del lugar que he considerado mi hogar y de donde tengo tantos recuerdos, buenos y sobre todo malos. Desde aquella noche había soñado huir de Tennessee, pero cuando mi madre me dijo que nos íbamos no pude sentir una sensación de ira contra ella ya que ni siquiera se molestó en preguntarme que es lo que yo quería. Tampoco tuvo en cuenta mi vida con mis amigos y mi universidad, simplemente vendió el apartamento que compramos poco después del divorcio para comprar una casa en Edmond, la capital del Estado de Oklahoma.

Al parecer, mi madre había encontrado trabajo como profesora en una escuela pública de allí. Ser maestra había sido siempre su pasión, pero cuando se divorció, el colegio privado en el que trabajaba le despidió sin compasión alguna, dando a entender, que, una profesora divorciada no era buen ejemplo para los alumnos. Yo lo único que veía eran gilipolleces y excusas miserables para despedir a una mujer que ya no daba "buena imagen".

Justo cuando estaba sumergida en mis pensamientos, mi teléfono empezó a sonar atrayendo así la mirada de mi madre, la cual parecía mucho mayor de lo que en realidad debido a todo su sufrimiento interno. Miré la pantalla del móvil y rápidamente leí el nombre que aparecía, tras un segundo de debate decidí responder:

- ¿Qué quieres Mark? – dije secamente.

Este que llama a mi móvil es Mark mi exnovio, que al parecer tiene bastantes cosas en común con mi padre ya que las rubias le atraen bastante, sobre todo para engañarme con ellas, demostrándome que no soy lo suficiente buena para él por no poder darle lo único que le interesa, sexo.

Huyamos ChloeOnde histórias criam vida. Descubra agora