Desafío #28: Resultados

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Te vi cada día en la oficina, misma hora, misma pregunta: "¿Ya saben por qué no le llegan las cartas a mamá?" Y entonces me enojaba conmigo mismo por tener la respuesta que no querías escuchar: "Lo lamento, estamos trabajando en ello".

Crecimos, nos convertimos en jóvenes llenos de sueños, me enamoré perdidamente de ti pero el tiempo llegó, sería parte de la guerra. Ese día fue el peor de mi vida. No hablamos y tampoco quisiste saber lo que sucedería después pero en el fondo esperaba que todo pasara por algo.

El tiempo viajó, y yo había vuelto de una batalla con un motivo entre los brazos. Aquella tarde cuando volví a pisar la oficina, ya tenía una respuesta a tu pregunta. Te di la caja con las cartas que tu madre había escrito y, aunque era la mejor noticia, yo debía volver en pocos días. Me besaste, me diste ese abrazo que el corazón necesitaba y te prometo que todas las fuerzas regresaron a mí.

¿Quién lo diría? Era el hombre más afortunado por tenerte y amarte.

Hoy te escribo por última vez, sabiendo que no hay esperanza, la guerra está acabando con los pocos, los inocentes, los que solo quieren ver el sol brillar. Estoy aquí por ti, pelearé en mi última batalla por un mejor futuro. Hubiera dado lo que fuera con tal de haberte besado una vez más pero las palabras lo harán por mí.

Observa cada noche las estrellas, recuerda que no estaremos lejos por mucho tiempo. Te prometí encontrarnos en otra vida y así será. Yo no rompo promesas, lo sabemos. Aquí, allá, hoy y mañana, te amo para la eternidad.

Tuyo,

Will.

Christian2425

Amada Leticia

Sé que la ausencia de mis cartas ha de haberte preocupado, pero no voy a desperdiciar palabras valiosas explicando algo que no merece la pena.

Para tu tranquilidad, debo decir que estoy bien; dentro de lo que puede estarse en medio de los horrores de la guerra. Las noches sin ti han hecho de mí algo miserable. Me resulta imposible mirar las estrellas titilantes en la inmensa oscuridad de la noche y no pensar en que tú también estés, absorta en tus pensamientos, con tu hermosa mirada fija en ellas y con la realidad a cuestas de la distancia que nos separa.

Tu recuerdo entre tanta crueldad es el nepente que logra hacerme olvidar el caos a mí alrededor. Cada instante de espera para ver de nuevo, es una pincelada de tristeza que le da un color gris a mis días.

Las últimas cartas que pude recibir de tu parte, las guardo como el tesoro más preciado de mi vida. Quién diría que un simple pedazo de papel podría contener, entre líneas, la esperanza de amor de un hombre.

Partí desde casa con una legión de tus besos, con los recuerdos vivos de nuestras primeras caricias, con el recuerdo de nuestro primer "te amo", con el olor de tu cabello y la suavidad de tus manos en mi cara; y aunque con cada paso que doy siento que estoy cada vez más cerca de ti, la incertidumbre del no saber si volveré a verte me destroza.

Quisiera que estas líneas no tuvieran un final, que las palabras me alcanzaran para describir el amor que siento por ti y la ilusión que alberga mi corazón de volverte a ver; pero lamentablemente debo despedirme, no sin antes decirte que te amo, que me mantiene vivo el soñar con nuestro reencuentro; soñarlo justo en aquella estación de tren donde nos separamos, y que al vernos nos fundamos en un abrazo eterno, sin decir ni una sola palabra, dejando que nuestros besos hablen por nosotros.

Siempre tuyo. Jaime.

IsisHunter8

Querido Ralph:

Te escribo con la esperanza de que recibas esta carta a tiempo y no regreses con la idea de que te he olvidado. ¿Olvidarte? ¡Jamás!

¿Cómo podría olvidar a mi único amor? Tendría que borrar de mi mente las mañanas en las que caminábamos juntos hacia la escuela, nuestras miradas durante la misa de los domingos y las noches en las que nos fugábamos de nuestras casas para asistir a las fiestas del pueblo. Tendría que olvidar nuestro primer beso en el granero y nuestro sueño de conocer una ciudad de verdad, como Louisville...

Y ahora estás mucho más lejos que eso, Ralph, al otro lado del mundo, en esa horrible Alemania. He estado a punto de quedarme sin uñas por los nervios mientras esperaba tu regreso. Incluso pensé en hacer caso a los carteles y unirme al ejército para reunirme contigo. A madre no le gustó la idea porque oyó decir que las mujeres que se enlistaban eran las furcias de los comandantes y, aunque lloré toda la noche, no me permitió hacerlo.

Me ha tenido tan vigilada que ni siquiera he podido ir al pueblo a dejar esta carta, me he visto obligada a enviarla con Anne. Ella también ha sido quien me contó sobre tu estado (a diferencia de mí, a ella nadie le ha prohibido comunicarse con su John y es él quien se lo hizo saber). John dice que temes que ya no te ame, como si mi amor fuera la llama de una vela que se apaga como una corriente de aire. ¿Recuerdas nuestras noches ocultos en los maizales, cuando te preguntaba si seguirías amándome cuando ya no fuera joven y hermosa? Incluso te lo pregunté ese día en el puerto antes de que partieras. Tú me besaste y supe que la respuesta era sí.

Entonces, si tú serás capaz de amarme cuando no tenga nada más que mi alma adolorida, yo soy más que capaz de amarte ahora, aunque tu rostro muestre cicatrices y tus piernas sean simples muñones. 

No me importa si lees o no esta carta, de cualquier manera estaré esperando tu regreso. Recuerda que tú eres mi sol.

Tuya por siempre,

Elisa

Desafíos de Novela JuvenilWhere stories live. Discover now