La Pandilla de la Villa (Capítulo)

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El primer mes en el Colegio, tuve el mal tino de sacar el promedio más alto de todo el plantel y la mala experiencia de verme rodeado y amenazado por un grupo del curso, que recibió una reprimenda por mi hazaña.Hoy le llaman "bulling" a ese tipo de actitud, más aún cuando lo hicieron en el patio del colegio y nadie se acercó a ver que sucedía, lo lamento mucho pero no se me olvida, soy amigo de la mayoría pero se comportaron como unos verdaderos cabrones.Un tipo mulato apellido Sánchez y mucho más grande que todos, con la sombra del bigote en la cara y las venas que se le veían en los antebrazos interrumpió el asedio.-Cuál es su problema con el pequeño Camareño, dijo!-Es que viene de la capital a hacer quedar mal a uno, hablando con la "l" el "mariconsito éte" dijo uno llamado La Tuerca.-Si! gritaron otro llamado Bity y algunos más, de los más grandes.El corazón me latía apresuradamente, era muy pequeño y muy débil y no estaba acostumbrado a éste tipo de agresiones.-Bueno, pues aquí se acabó ésta vaina dijo Sánchez, el que le ponga la mano se las vé conmigo.-Vamos me dijo, necesito alguien que le guste estudiar tengo una beca y no tengo tiempo para estas pendejadas, dijo agarrándome por un hombro y llevándome a una esquina del enorme patio, donde me presentó a algunos de los más jóvenes.Aquí, empecé a entender la naturaleza de algunas personas, alguna gente era cordial y afable otras parecían bastante salvajes. Me dí cuenta, que tendría que aprender a lidiar con un mundo ligeramente diferente al que había conocido hasta ese momento.El Colegio tenía otras áreas, unos columpios muy grandes un aparato de bracear y un trompo, donde los muchachos se ponían a "volar".Una vez salí disparado y atravesé los tubos que rodeaban la cancha de básquet. Todavía no entiendo como atravesé sin tocarlos y caí deslizado en la cancha sin sufrir heridas graves, siempre he pensado que un ángel me cuida. En realidad debe estar harto de mí, le he dado bastante trabajo.Un laboratorio magnífico y una pequeña huerta donde un cura anciano llamado Claudio, cultivaba sus hortalizasHice grandes amigos en el Colegio, todavía algunos de ellos lo son, pero como el extraño siempre he sido yo, me alejé de bastante de ellos... hoy sólo me quedan bastante alejados, un pequeño puñado de ellos.A los demás, hombres y mujeres los veo muy pocas veces, muchos se han alejado de la Isla de San Martingo, huyéndole a este virtual mundo, donde ocurren cosas tan extrañas que son muy difíciles de explicar.Pero a eso me dedico hoy, a contar historias que nunca han sido contadas y ésta, no la ha sido.

La Pandilla de la Villa (Capítulo)Where stories live. Discover now