—Bueno, yo... —titubeo un poco, con la mirada expectante de la maquillista en ella. Cherry suspiro —Hubo una vez... Me enamoré perdidamente sin darme cuenta, el pudo haberme pedido incluso que me lanzará de el décimo piso de un edificio y yo lo hubiera hecho, así de pérdida estaba por el —el brillo en sus ojos al recordar las miles de sensaciones que tenía su cuerpo cuando era pequeña era inexplicable, que incluso Jessie suspiro al imaginarlo. Pero de un segundo a otro este desapareció. —Y luego el se fue, prometió que volvería y no lo hizo, así que me mintió —su cuerpo se había tensado, no había hablado de aquello desde que sucedió, al menos no con nadie que no fuera parte de los Hargreeves.

Creyó que lo había superado, y no fue así.

—Mmm... No debí preguntar —lamento la pelirroja, la castaña se encogió de hombros, ignorando la presión en su pecho.

De ahí, no volvieron a hablar, al menos no en los minutos en los que Jessie terminó su trabajo y se despidió de Cherry para retirarse dejando a la castaña nuevamente sola.

La ojizul miro a su celular, podría llamar a la Academia y preguntar qué tal iba todo, habían pasado años desde el último contacto, pero al final decidió que lo mejor sería pasarlo para después, si ellos estuvieran interesados en saber sobre ella, habrían llamado.

Cherry paso aquello por alto, se decidió a soltar su cabello de los pequeños sujetadores que lo habían mantenido en su lugar durante todo el día. Pero el pitido de su teléfono la sobresalto, tomo este entre sus manos observando el contacto de su agente en este y sin más contesto esperando que se tratará de algún nuevo llamado.

—Cherry —apenas llevar la bocina a su oído, escucho la voz del hombre del otro lado —Si soy honesto no creí que contestarías, debes estar devastada...

Su ceño se frunció, no entendía a qué se refería con aquello.

—Tom, no te estoy entendiendo, ¿Devastada? ¿Por qué debería estarlo? —entonces el hombre supo que había metido la pata, al parecer ella no lo sabía y el tendría que ser el verdugo.

—Yo... Por Dios, Cherry —murmuro con pesar.

—Vamos Tom, ¿Qué sucede? —insistió —No creo que sea tan malo, en serio, lo soportaré

—Es que, Cherry —lamento —Es sobre tu padre, el... Ha muerto, Reginald Hargreeves acaba de morir.

AÑOS, MUCHÍSIMOS más de los que había imaginado y ahí estaba nuevamente, frente a los símbolos que la habían rodeado toda su infancia, adolescencia y una muy pequeña parte de su adultez

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AÑOS, MUCHÍSIMOS más de los que había imaginado y ahí estaba nuevamente, frente a los símbolos que la habían rodeado toda su infancia, adolescencia y una muy pequeña parte de su adultez.

La ojiazul viajo hasta la mansión en la que se había críado, y únicamente porque sabía que era realmente necesario. Su padre, el hombre que los había adoptado, que les dio techo y comida, había muerto. Y más allá de todos los problemas, era el hombre que le había dado una familia, a la que ahora tenía que enfrentar.

¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora