3. I'm gonna find you

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SeHun odiaba con su alma completa el traje negro.

Sentía un agobio incomprensible al enfundarse en esa prenda. Durante la noche de la plática nocturna la lluvia no paró, y todavía podía escuchar el repiqueteo constante en el metal del mecanismo; las pequeñas gotitas gritando a través del sonido que están ahí y no se irán por un buen rato eran la razón de su situación actual.

Su madre, en días como esos, se levantaba para ayudarle a vestir el traje y ponerle la máscara. Era un ritual complejo, debido a que tenían que cerciorarse de no dejar en exposición alguna prenda textil o la piel.

Las gotas eran ácidas, e incluso tenían cierto nivel de radiación que al pasar el tiempo podía afectar con gravedad la salud de quien se veía expuesto.

SeHun, como se dijo previamente: odiaba ese traje negro por aquella razón.

Su hermana, por otro lado, se sentaba en el sillón a mirarlo en todos aquellos días de ritual, analizando el traje y haciendo gestos de disgusto.

— Cada vez que lo veo se hace más horrible. — Dijo ella, mientras se desparramaba en el sillón agotada de su intenso análisis.

SeHun soltó una risa nasal girando su cabeza para verla.

— ¿Te parece? ¿Me la quito para el desfile de modas en la calle? — Soltó, tratando de jugar un poco con Hyeya.

— Por favor, le harías un favor a la poca humanidad de allá fuera. — Asintió ella, con ojos falsamente esperanzados y una mueca de gracia.

SeHun no pudo evitar soltar una carcajada mientras su madre reprendía a Hyeya por sus comentarios. Eran hermanos, después de todo, ver cómo su madre se turnaba para regañarlos siempre fue gracioso desde que tienen memoria; además, Hyeya mediante comentarios sarcásticos e incluso groseros ayudaba a quitarle peso a la tensión de la situación.

Sin embargo, al parecer la pequeña familia hizo demasiado bullicio, porque en el umbral de la puerta de la habitación de SeHun una silueta delgada se asomó, tallándose los ojos.

Tanto la madre como los hijos se giraron a verlo, y BaekHyun se inclinó apenado dando los buenos días.

Su cabello apuntaba en todas direcciones sin lucir desarreglado o incluso cómico: era adorable ver al muchacho con aquellos ojos pequeños intentando abrazar sus pestañas por el sueño, con la boca en un puchero inconsciente y sus manos delgadas tanteándose la cara para despertarse.

SeHun no durmió en la madrugada mirándolo un buen rato. Se percató de aquello: BaekHyun lucía angelical en cualquier momento, sus pestañas acariciaban sus mejillas de manera sutil mientras exhalaba tranquilamente zambullido en un sueño pacífico.

— Dioses, él en serio es adorable— murmuró por lo bajo Hyeya, sin despegar la mirada del sonrosado ojiazul. El pelirrubio se encogía de hombros con una sonrisa apenada sintonizando el carmín de sus mejillas—. Oye, ¿ni cuando te duermes te dejas de ver bien?

BaekHyun volvió a soltar una risita apenada, rascándose incómodamente la nuca a la par que se encaminaba hacia la familia.

— ¡Hyeya! — Gruñó SeHun, mirándola en reproche— Sé más respetuosa, mocosa.

La madre de SeHun le sonrió amablemente a BaekHyun, brindándole al último con ese simple hecho una disculpa por el comportamiento de sus hijos.

— Oye, SeHun— habló la menor en la habitación, mirando con una ceja arqueada hacia la dirección de la que había salido el rubio—. ¿Es mi imaginación o BaekHyun salió de tu habitación?

BaekHyun se pintó completamente de rojo al escuchar lo último, y empezó a balbucear explicaciones inentendibles mientras SeHun solo fulminaba a su hermana con la mirada, y esta miraba risueña a BaekHyun.

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⏰ Last updated: Aug 08, 2023 ⏰

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