Es increíble que la profesora me esté haciendo esto, sabe perfectamente que odio la repugnante fenómeno de Son Chaeyoung, lo sabe como sí fuera su propia hija pero va en mi contra, y para colmo me sonríe como si le divirtiese ver mi sufrimiento, porque yo no podía negarme, mi palabra contra la del profesor, ugh. Nos encontrábamos caminando en silencio, pero tenía tantas ganas de molestarla.

La mire de reojo, estaba moviendo sus caderas provocativamente, no sé sí era propio de ella o lo hacia para impresionarme, cosa que ya lo hizo. Me quedé embobada mirando su hermoso trasero "disimuladamente", se movía en sincronía con sus caderas y eso hizo que mi rostro arda. No tenía ni la más jodida idea del porqué.

-¿Puedes parar? -dije algo irritada, tratando de no sonar agresiva.

-¿Parar qué? -volteó a verme un poco ¿enojada?

-De caminar así, no eres sexy y tu intento de hacerlo me provoca asco -sonreí -No te lo tomes a mal, sólo digo que caminas como si tuvieras un palo en el trasero.

-Entonces para de observar mi trasero, ¿crees que no lo noté? Estuviste haciéndolo todo el camino y ni siquiera estamos a mitad de camino y tú ya... ya te pusiste roja como idiota -su mandíbula estaba apretada, ahora descubrí que lo hace cuando está irritada o enojada.

-Eso... no justifica nada -cruce los brazos, enojada por su respuesta y tratando de que mi cara deje de estar roja.

Al llegar a la biblioteca, ella abrió la puerta, yo me quedé atrás vigilando que no venga nadie y nos vea fuera de clases, pero esa era una excusa absurda, porque no iba a entrar en ese espacio pequeño ni en broma.

-Tu cara de gorda lo dice todo, estúpida.

¿Me dijo gorda? Ahora sí me hizo enojar.

-¿Perdón? Es preferible ser gorda a tener un maldito miembro, más siendo una chica como tú. Tu vida debe ser una mierda, gracias a mí -sonreí cínica -¿Me escuchaste?... ¡Hey!

Un silencio invadió el ambiente, escuche quejidos haciéndome asomar mi cabeza por la puerta totalmente abierta para tener una vista de una hermosa Chaeyoung esforzándose por alcanzar los libros en un estante alto.

Esperen, ¿le dije hermosa?, ugh, estoy cada vez más mal.

Suspiré irritada, no quería entrar ahí dentro por miedo, no por Chaeyoung, si no porque odio los espacios pequeños.

-¿Necesitas ayuda? -arqueé una ceja sonriendo.

-No, yo puedo. Gracias -siguió estirándose tratando de alcanzar los libros, nuevamente, no logró nada.

-Eres una estúpida -rodé los ojos y entré lo más rápido posible, agarrando los libros para dárselos.

-Podía haberlo hecho sola, pero gracias.

-Claro, podías y todo. -sonreí burlona.

De pronto, se escuchó la puerta cerrarse con llave y unas voces traseras. No, esto no podía estar pasando.

-Genial, nos cerraron la puerta -bufó.

-No, Chaeyoung -me acerqué a la puerta e intente abrirla pero no pude -No, no, no, no.

-No sé puede abrir, lo dijo la profesora -se encogió de hombros.

-Ayúdame a abrirla -empecé a respirar con más rapidez, las paredes se iban cerrando de a poco, sentía que el aire se me iba a los pulmones y mi cuerpo no respondía, dios ábreme esta maldita puerta por favor -¡Ayúdame idiota! -golpeé muchas veces, patadas y puñetazo que no daban efecto en nada.

-¿Qué parte de "No sé puede abrir" no entendiste? -ella me miró y yo le regresé la mirada, este sentimiento es horrible.

-Chaeyoung, no, por f-favor... tiene que haber una s-salida -sentía todo cerrarse a mi alrededor, empecé a hiperventilar porque el aire me faltaba.

Eres Mía [MiChaeng] G!P Where stories live. Discover now