SUWON.

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S U W O N.

❝Pasaba por ahí para asegurarme de que el riego volvía a funcionar. Me llamó la atención el mal olor que salía de una pequeña parcela. Cuando vi el cadáver, llamé a la policía❞

 Cuando vi el cadáver, llamé a la policía❞

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          AQUELLA MAÑANA TaeHyung se levantó con un fortísimo dolor de cabeza. Cuando trató de incorporarse en la cama, sintió que todo le daba vueltas. Sus sienes le castigaban con punzantes pinchazos y su garganta se sentía seca y adolorida, quizá por haberla mantenido abierta toda la noche —o las tres horas de oscuridad de las que pudo disfrutar antes de que amaneciese—. Asimismo, en su boca aún prevalecía el asqueroso regusto de la cerveza y el soju, cuya combinación había resultado ser la más fuerte de sus borracheras.

«Usted es el dueño de la empresa de alimentación Sayeon. Con invernaderos y huertas distribuidas por toda la provincia, ¿cierto?»

Recordaba, a duras penas, haber salido del trabajo allá sobre las nueve. Poco tiempo después de que se hubiese introducido en el aburrido tráfico de la ciudad, recibió una llamada de YangMi. Cuando había leído su nombre en la pantalla del panel central se había sorprendido gratamente. Pensó que, tras haberle dicho hacía una semana que no podría acompañarla a su exposición de fotografía, ella no querría saber más de él. Era bueno descubrir que había estado en lo equivocado.

«Desde que mi padre murió hace unos meses, sí. Heredé la empresa».

Había conocido a YangMi en una cata de vinos. Apenas la había visto entre los enormes barriles, no pudo evitar sentirse atraído hacia ella. Hacia su larga melena ondulada, esa elocuencia al hablar que hacía que sus labios brillantes y pintados de rojo se moviesen, ese característico lunar en su pómulo y su clara pedantería, tan semejante a la del mismo TaeHyung. Se notaba que era más mayor que él, quizá un par de años, pero lo justo para que fuese más inteligente, avispada y mordaz que él.

«Pero usted tiene una hermana, ¿ella no se hace cargo de la empresa? ¿Ni siquiera de un pequeño porcentaje de este?»

Así que, después de pasarse la lengua por los labios, descolgó la llamada. El resto lo recordaba un poco (bastante) difuso: que si salía del atasco, aceptaba quedar con ella en no sé qué lugar de la avenida, comida cara de algún restaurante en la última planta de un rascacielos, risas, conversaciones, miradas y algún que otro roce.

El hecho de que estuviese tan hecho polvo con semejante resaca lo une más con las copitas de vino, y esa cerveza y soju (tres botellas, sin compartir, de cada cosa). Aunque a lo mejor esos fervientes besos que nunca llegaban a nada también fuesen motivo de su resaca.

«Mi hermana no quiso hacerse nunca cargo del negocio. No le interesaba lo más mínimo y acordó con mi padre que la empresa al completo fuese para mí en el testamento. Ella prefería cuidar con su familia. Está embarazada y es profesora, ¿sabe? La venta de fruta y verdura al por mayor no le interesa mucho».

suwon | taehyungWhere stories live. Discover now